La noticia escueta dice "Mueren dos trabajadores españoles tras ser atropellados por un vehículo en un túnel en Israel". Ya en la letra pequeña, se añade que el supuesto accidente de tráfico mortal ocurrió en un túnel de la Ruta 60, situado cerca del asentamiento Gush Etzion, una de las colonias de israelíes sionistas en la Cisjordania ocupada, que se ubica entre Jerusalén y Hebrón. El conductor israelí ha sido detenido. Los servicios diplomáticos españoles habían sido informados del siniestro y conocían la actividad de la empresa donde trabajaban.
En 2020, Oron Infrastructure and Construction Ltd, (anteriormente Gili y Yoel Azaria Ltd.), ganó una licitación para realizar trabajos de construcción de túneles, puentes y pavimentación en la sección sur de la Carretera 60 (Autopista de Túneles) en Jerusalén Oriental ocupada, para un estimado en NIS de 273 millones (más de 75 millones de euros). En 2022, la empresa completó la explotación del nuevo túnel. La empresa minera española OSSA es la subcontratista de este y creemos de otros proyectos del Grupo Oron.
La autopista 60 pasa directamente debajo de la ciudad palestina de Beit Jala, conectando los asentamientos de Gush Etzion en la Cisjordania ocupada con Jerusalén, y brinda acceso a Jerusalén sin tener a la vista los pueblos y barrios palestinos circundantes. Según Moriah Jerusalem Development Corporation, la expansión de la Carretera 60 mejora la conectividad de los asentamientos al sur de Jerusalén y facilita el levantamiento de las restricciones a las nuevas unidades de vivienda en las ciudades circundantes, incluido el asentamiento de Beitar Illit.
En 2019, Pamco Engineering, una subsidiaria de propiedad total de la compañía, ganó una licitación para realizar perforaciones de exploración para la sección norte de American Road en Jerusalén Este. American Road es parte de la carretera de circunvalación oriental, que conecta las partes norte y sur de Jerusalén Este. El proyecto beneficia a los colonos israelíes mientras separa los barrios palestinos unos de otros.
Por supuesto, OSSA tiene todas las normas ISO que se pueden acumular y unas normas de responsabilidad social corporativa que, por lo visto, cuando afecta a los Territorios Ocupados Palestinos son flexibles, así dice "las actividades de OSSA y de sus empleados se desarrollarán bajo un absoluto y constante respeto a los Derechos Humanos y Libertades Públicas incluidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos". Claro que en los Territorios Ocupados Palestinos donde se vulneran, entre otra, la IV Convención de Ginebra, se debe mirar para otro lado y eso que dice el Estatuto Ético que se aplicará en "cualquiera que sea la localización geográfica donde tengan lugar sus actividades". La Autoridad palestina y la OLP han rechazado los planes de colonización israelí y específicamente la Carretera 60, pero OSSA tiene otra lectura de su propio Código de Conducta, donde afirma que "cumplirán de forma estricta con la legalidad vigente en cada uno de los lugares donde desarrollen su actividad", pero no en el subsuelo palestino al servicio del colonizador israelí, y añade, suponemos que tras conocer la política israelí urbanicida, que "procurarán adaptarse a los usos y buenas prácticas observados de forma extendida". Si lo hace Israel y nadie dice nada, no hay sanciones, ni penalizaciones, luego se puede hacer cualquier cosa al servicio de la ocupación y a los palestinos que les den.
Finalmente, OSSA que no quiere entender lo que significa ocupación, usurpación de soberanía, transferencia de población de la potencia ocupante a territorio ocupado, para los que se hace la carretera y túneles, la expropiación y pobreza consiguiente y el uso de abrasivos robados, finaliza su mentiroso código de conducta, sin pestañear, así, "La actividad de OSSA se realizará siempre con estricto cumplimiento de la ley [del ocupante]. OSSA se compromete a apoyar al progreso y a la generación de riqueza de los países y comunidades donde opere, e incentivará en lo posible la contratación de mano de obra o proveedores locales para reducir la pobreza y favorecer el avance económico y social del entorno. Se respetará la diversidad cultural y las costumbres arraigadas en las comunidades y se promoverá la salud, el desarrollo de un marco favorable de relaciones sociales y la cohesión social."
Estas mentiras son elevadas en pleno green washing, lavado de cara, con consentimiento de los rectores de ese organismo internacional al suscribir el Pacto Mundial por esta empresa madrileña.
Esos dos trabajadores no tenían que estar allí. OSSA es consciente de que la obra es una obra para la ocupación. Aunque dé beneficios.
Firma la Iniciativa Ciudadana Europea de prohibir el comercio entre la UE y asentamientos de los Territorios Ocupados
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