martes, 14 de enero de 2014

Algo Personal


           
De mi parte no recibirá una lágrima: las gasté todas viendo los regueros de sangre que dejaba por donde pasaba. Es más, supongo que recibirá muy pocas lágrimas del mundo entero, a pesar de las declaraciones que hagan a propósito de tu muerte. Conmovidos por la muerte de Mandela, la de Sharon ha sido casi un alivio, aunque ningún dignatario internacional lo diga. No creo que nadie le tuviera la más mínima estima, la verdad, pues tenía la habilidad de recordar a cada uno que tienen un patio trasero donde, de una u otra forma, han cometido crímenes similares a los suyos y no podían criticarle ni condenarle, so pena de que saliera a la palestra el pasado de cada uno de ellos. Eso le contestó a Jacques Chirac cuando, al poco tiempo de la masacre del campo de refugiados de Jenin,  Sharon se presentó en el palacio del Elíseo diciéndole que estaba leyendo la historia de la batalla de Argel y admiraba la contundencia de la represión que había llevado a cabo como oficial militar del ejército francés. Similar mensaje llevaba a cada uno de los mandatarios occidentales que, presionados por la opinión pública se veían en la obligación de llamar al orden al asesino Sharon. Pero nadie pudo. ¿Le iba a llamar la atención Vladimir Putin con la que había liada en Chechenia?; ¿Estados Unidos con Iraq y su permanente intervención en América Latina?; ¿ Gran Bretaña que había sido el soporte “ético” y económico del apartheid en Sudáfrica? Mierda de mandatarios occidentales. Sharon los ponía ante sus propios espejos. Eso es lo malo de tener un pasado turbio, que no se puede borrar de un plumazo, ni convertirnos en demócratas y defensores de los derechos humanos como si tal cosa. (1)
Sharon se paseaba con libertad por Europa, a sabiendas de que todos los dirigentes europeos tenían algo que ocultar en su pasado o en su presente. Igual le daba que Terje Roed Larsen, enviado de Naciones Unidas dijera que lo ocurrido allí era “moralmente repugnante”. Bien sabía que alguna vez le agradecerían sus servicios los mismos que en ese momento le condenaban. De hecho Sharon puso en marcha en Jenin una nueva guerra de guerrillas basada en la construcción de un espacio de penetración alternativo, a través de las propias redes de viviendas, que ha sido estudiado con detenimiento por muchos países, especialmente por Estados Unidos (que lo desarrolló después en Iraq). Así lo explica Eyal Weizman en su libro “A través de los muros” (2). Un ensayo sobre las formas de guerras urbanas inauguradas por Sharon en Jenin.
Pero aparte de las nuevas formas de guerra, Sharon inaugura una nueva etapa en el mundo: la etapa de la impunidad de Israel. Desde su gobierno Israel ha aprendido a justificarse de tal forma y a hacer oidos sordos de tal forma y a presionar de tal manera al resto de los gobiernos del mundo, que ha conseguido su silencio y su ceguera, la normalización de Israel en el mundo, y hasta el cambio de la legislación interna de diversos países, como el nuestro, para que sus militares y políticos responsables de crímenes de guerra se vayan de rositas de este mundo sin haber pagado ni siquiera con la vergüenza de la condena. Sharon ha hecho tambalear el derecho internacional y se hizo con colaboradores que legislaban para hacer de sus  crímenes parte de una “guerra santa” contra el infiel, el mismo que, según él, había atacado a las Torres Gemelas y por eso Israel, se convirtió de la noche a la mañana en la primera frontera de Occidente a defender.
El 11 de septiembre de 2001 Sharon se encontró con la gran oportunidad de convertirse en el bueno de la película, simplemente asimilando situaciones, espacios y ataques que no eran asimilables de ninguna forma y cuya sola comparación implicaban una criminal lectura de la historia, un plumazo a la ocupación, como si no fuera eso el origen de todos los conflictos. Sharon, que avanzaba como un tanque contra los campos de refugiados palestinos, contra las ciudades palestinas y contra el derecho internacional; Sharon que avanzaba sin pedir perdón por los muertos que dejaba en el camino obligó a la Comunidad Internacional a aceptarle y a respetarle, y el que otrora fuera terrorista ultranacionalista se convirtió en un jefe de estado respetado. Sharon cuyo logro más grande ha sido que tanto Naciones Unidas como todo el cuerpo legislativo internacional sean considerados por la ciudadanía mundial como papel mojado, algo de lo que ya nada se puede esperar.  A partir de ahí se puede construir otra cosa, pero pensando en los intereses de los poderosos. O no construir nada, y así dejar a la interperie de dictadores y asesinos a los pueblos del mundo. Un logro, sí.
Ante toda esta absoluta y absurda normalización y aceptación de los crímenes de Israel, la sociedad civil no le quedó otra que organizarse de forma masiva y al margen de los gobiernos, dado que, estaba claro que no se podía contar con ellos. Así que en cierta forma, le debemos a Ariel Sharon el movimiento BDS, es decir, que el asesino que pudo comprar el silencio del mundo entero fue el origen de una de las herramientas más poderosas de la sociedad civil: el Boicot. Ayer en Sudáfrica, hoy en Palestina, si bien el BDS ( Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel) surge una vez que Sharon ya yace en su “lecho de muerte” tiene su origen en este bestial asesino y en la impunidad en la que situó a Israel y que permanence hasta el día de hoy.
Pero hoy ante la muerte de un asesino nos tenemos que felicitar por el éxito del BDS, por los importantes logros en todos los ámbitos y por el daño que le está haciendo a la imagen de un país cuyo interés es venderse como la única “democracia” en Oriente. Sí, Sharon, es la horma de tu zapato, es lo que tu has construido, es lo que Israel se merece hoy, el país construido a tu imagen y semejanza: el BDS será el jarabe amargo que tomarán los que, como tu, solo entienden de amarguras ajenas.
Por tu culpa he muerto mil veces. Me has aislado de mis amigos, me has encerrado en una celda, he visto el dolor y la muerte de muy cerca. Y no he podido hacer casi nada por pararte. Por tu culpa he sentido vergüenza de mirar a los palestinos a los ojos; vergüenza al no encontrar unas palabras de consuelo. Tu eres el artífice de este estado criminal. Mueres hoy pero desde el mismo límite de las piedras que cubren tu tumba verás brotar el BDS, una primavera de justicia que pondrá las cosas en su sitio. Que te vaya bien por el infierno.
(1) Robert Fisk, en su libro “La Gran Guerra por la Civilización” detalla el diálogo entre Chirac y Sharon tras la “batalle de Jenin” y la operación “Escudo Defensivo”.
(2) Eyal Weizman, “A través de los Muros” Editorial: Errata Naturae, 2012.
Cristina Ruiz-Cortina es Presidenta de la Asociación Al-Quds de Solidaridad con los Pueblos del Mundo Árabe.
 Encuentra el artículo original en
 http://cristinarcs.wordpress.com/2014/01/13/algo-personal/

2014: Año Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino





Richard Falk
Znet
 Rebelión

En una iniciativa que recibió poca atención la Asamblea General votó el 26 de noviembre de 2013 por proclamar 2014 el Año Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Se solicitó al Comité de la ONU sobre el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino que organice actividades relevantes en cooperación con gobiernos, el sistema de las Naciones Unidas, organizaciones intergubernamentales, y significativamente, la sociedad civil. La votación fue de 110 a favor y 7 en contra, con 56 abstenciones, lo que refleja más o menos el sentimiento que prevalece actualmente en la sociedad internacional. Entre los siete oponentes a la iniciativa, fuera de Israel, no es sorprendente que hayan estado sus tres partidarios más incondicionales, cada uno otrora una colonia británica: EE.UU., Canadá, Australia, fuera de Estados con tanta influencia en la esfera internacional como Micronesia, Palau y las Islas Marshall. Europa y diversos Estados en todo el mundo, se contaban entre las 56 abstenciones, y virtualmente todo lo que no es Occidente apoyó sólidamente la idea de destacar la solidaridad con el pueblo palestino en su lucha por paz con justicia basada en el derecho internacional.

Tres observaciones iniciales: los gobiernos que están dispuestos a colocarse desvergonzadamente junto a Israel en oposición a la marea de la opinión pública mundial están cada vez más aislados, y esos gobiernos se encuentran bajo creciente presión pública de sus propias sociedades civiles que buscan un enfoque equilibrado que se base en derechos en lugar de estar dominado por el poder; Occidente, en general, está dominado por los gobiernos abstencionistas que buscan el perfil más bajo posible para ser vistos ni a favor ni en contra, y en esos países la sociedad civil debiera ser capaz ahora de movilizar más apoyo para la lucha palestina; y el no-Occidente, que está, como ha sido el caso desde hace tiempo, retóricamente en solidaridad con el pueblo palestino, pero donde es necesario hacer que sus palabras se conviertan en hechos, y parece estar listo para ser motivado.

También es reveladora la argumentación de UN Watch, y otros, que denuncian esta última iniciativa de la ONU porque culpa injustamente a Israel e ignora a países que tienen peores historiales de derechos humanos. Siempre se olvidan en este caso dos elementos del conflicto Israel/Palestina que justifican que sea individualizado: Israel debe su existencia, en un grado significativo, a la comunidad internacional organizada, comenzando por la Liga de las Naciones, continuando durante el Mandato Británico, y culminando con el Plan de Partición de 1947, como es establecido en la Resolución 181 de la Asamblea General. Esta última pasó por sobre el principio descolonizador de la autodeterminación con una solución urdida e impuesta desde el exterior; antecedentes semejantes de la actual situación en Israel/Palestina también sacan a la luz los fundamentos colonialistas de la actual lucha así como llaman la atención a los elementos coloniales que están asociados con la continua expansión de las demandas territoriales, de recursos y de etnia que van mucho más allá de lo que la comunidad internacional dominada por Occidente había propuesto y luego aprobado, después del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Sin duda hubo todo el tiempo temas delicados y complejos que hicieron que este problemático rol de la comunidad internacional fuera algo más comprensible. Hasta 1945 hubo una aceptación generalizada de la administración colonial europea, aunque en Medio Oriente, la legitimidad colonial fue equilibrada por primera vez mediante una obligación de las potencias coloniales de preparar a un pueblo dependiente para que llegara finalmente a manejarse por su propia cuenta, un reconocimiento ambivalente de los principios de autodeterminación aunque no todavía en la forma de una norma legal. Esta afirmación de autodeterminación, como alternativa al régimen colonial, fue el proyecto especial del presidente de EE.UU., Woodrow Wilson, quien insistió en que una actitud semejante era un imperativo moral, especialmente en el trato de la secuela regional del Imperio Otomano que había regido durante mucho tiempo sobre muchas etnias diversas.

Más allá de esto, la experiencia judía durante el reinado de regímenes fascistas en toda Europa, que culminó en el Holocausto, creó un fuerte impulso empático en Europa para apoyar el proyecto sionista para una patria judía en Palestina. Como se sabe, esa empatía, aunque era genuina en muchos sectores, también exhibía un sentido diferido de culpa por parte de democracias liberales occidentales que habían hecho tan poco por cuestionar las políticas genocidas de Hitler y los nazis, negándose a hacer nada hasta que sus intereses nacionales estuvieron directamente involucrados por la agresión alemana. El apoyo europeo también tuvo lugar porque la solución sionista propuesta para el problema judío, que había estado presente desde hace tiempo en Europa, podía realizarse en otro sitio, es decir, a costa de no europeos. Ese otro sitio estaba lejos de estar vacío y era codiciado por otros por diversos motivos. Palestina era un país en el que sobre todo los árabes habían vivido desde hace tiempo, pero también algunos judíos y cristianos, y estaba asociado centralmente con las tradiciones sagradas de todas las tres religiones monoteístas. Normalmente en el mundo moderno, la demografía de la residencia es de mayor importancia que reclamos bíblicos o de otra índole basados en demandas de tradición nacional, identidad étnica, y antigua presencia histórica. Sin embargo, a pesar de estos factores, había razones éticas después de una victimización tan extrema del pueblo judío para apoyar una versión razonable del proyecto sionista como se había desarrollado en los años desde la Declaración Balfour, incluso si desde una variedad de otras perspectivas era profundamente injusto hacia otros y disruptivo de relaciones pacíficas, y durante toda su implementación, produjo una catástrofe para la mayoría de palestinos no judíos.

Tomando en consideración esta complejidad histórica y moral, lo que parece evidente es el hecho de que las Naciones Unidas no cumplieron con su responsabilidad de una manera efectiva que respondiera a las circunstancias humanas prevalecientes en Palestina. El historial general de la ONU es bastante decepcionante si es considerado desde la perspectiva de ajustarse a esos sectores contradictorios de una manera que reflejara el derecho internacional y la justicia global. La gesta militar de las fuerzas sionistas en Israel infligió una importante derrota al pueblo palestino y a los gobiernos árabes vecinos, y al hacerlo expandió el dominio territorial de Israel del 55% decretado por la ONU en su plan de partición a 78% cuando la línea verde estableció un acuerdo de armisticio en 1948. Un resultado semejante fue gradualmente endilgado por un consenso político, mostrado a través de la admisión de Israel a la ONU sin ninguna solución para el conflicto subyacente, dejando desamparados a los palestinos y permitiendo que Israel se constituyera dentro de fronteras mucho más amplias que las que la ONU había considerado justas solo un año antes.

Esta situación fue agravada por la guerra de 1967 en la cual Israel ocupó todo el territorio restante de Palestina histórica, pretendiendo incluso anexar Jerusalén Este mientras expandía enormemente el área de Jerusalén municipal al incorporar tierras pertenecientes a Cisjordania. Desde 1967 este resto de territorio palestino ha sido reducido aún más por el masivo fenómeno del asentamiento de colonias, incluyendo su red de carreteras solo para colonos, realizado en flagrante violación del derecho humanitario internacional, por el muro de separación construido y mantenido desafiando la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia, y una serie de acciones para cambiar la demografía de Jerusalén Este. En otras palabras, las fuerzas israelíes en el terreno en lo que había sido Palestina han debilitado la visión contenida en el plan de partición que en sí constituía una solución controvertida de la ONU para el conflicto que fue rechazada por los palestinos y por los países vecinos.

A pesar de mucha propaganda en sentido contrario, la dirigencia palestina ha mostrado, durante la mayor parte del período de su lucha, una disposición poco usual a abandonar objetivos máximos, y presentó propuestas sinceras reconociendo las realidades de una situación que se había convertido en desfavorable para la realización de sus esperanzas anteriores. La disposición palestina, expresada formalmente desde 1988, de aceptar Israel como un Estado legítimo dentro de las fronteras de la línea verde de 1967 sigue siendo una importante iniciativa por la paz que no ha sido reconocida y correspondida más de veinticinco años después de su expresión. El que una propuesta semejante haya sido ignorada y continuamente menoscabada por Israel con la aquiescencia de facto de Occidente, y ante las débiles objeciones retóricas de la ONU, muestra la incapacidad de la ONU de cumplir sus responsabilidades ante el pueblo de Palestina.

Como era esperar, los palestinos se han desilusionado hace tiempo respecto a los beneficios de tener de su parte la autoridad de la ONU y el derecho internacional. Con el pasar de los años el respaldo de la autoridad internacional no ha producido una mejora en las circunstancias de vida y la posición política del pueblo palestino. La ONU es impotente, y convertida en impotente, cada vez que una posición de la ONU es efectivamente resistida por una combinación de fuerza militar y alineamiento geopolítico, las capacidades militares de Israel y la influencia geopolítica estadounidense han anulado por completo la voluntad expresa de las Naciones Unidas, pero no han superado el sentimiento de frustración o excusado a la Organización por no haber actuado responsablemente hacia el pueblo palestino.

A la luz de estos antecedentes, es un milagro que la ONU haya hecho tan poco por reparar el daño, no que haya hecho tanto, o más de lo que debiera en relación a Israel/Palestina. Posiblemente, sí, existe una variedad de otras situaciones en las cuales el abuso de los derechos humanos ha sido peor que lo que se atribuye a Israel, pero la justificación para concentrarse en Palestina no es solo por la negación de derechos, también es un problema de justicia fundamental, de la subyugación aparentemente permanente de un pueblo, en parte debido a medidas que fueron previstas y apoyadas durante mucho tiempo por la comunidad internacional organizada. Sin embargo, testimoniar la calamitosa situación de emergencia del pueblo de Gaza, hace que sea perverso afirmar que los desafíos a los derechos humanos que enfrenta esta gran y vulnerable comunidad palestina no es de las peores violaciones de los derechos humanos en todo el mundo, y hace que volvamos a preguntarnos por qué las Naciones Unidas no parecen dispuestas y capaces de hacer más.

Podemos esperar en el alba de 2014 que la ONU será vigorosa al otorgar al Año Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino un significado político que vaya más allá de palabras de compasión y apoyo. Existe una oportunidad de hacer más. La resolución de la ONU llama al trabajo con la sociedad civil. Recientes acciones en EE.UU. para sumarse a los boicots de instituciones académicas israelíes y en Europa para responsabilizar a corporaciones según el derecho internacional por comerciar con colonias israelíes son grandes éxitos del activismo de la sociedad civil, dirigidas por la campaña de BDS [campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones contra el sistema de ocupación, colonización y Apartheid israelí] que tiene la importante virtud legitimadora de la dirigencia y el respaldo palestinos. La ONU puede ayudar a crear un ímpetu en el movimiento global de solidaridad que alienta formas militantes no violentas de acción coercitiva que de por sí dará un buen nombre a la ‘solidaridad’.

Los palestinos comienzan a ganar la Guerra de la Legitimidad que está siendo librada contra políticas ilegales de Israel y por cuenta del logro de los derechos palestinos. Probablemente se puede atribuir el origen del momento decisivo en la opinión pública mundial a la manera cómo Israel libró la Guerra del Líbano de 1982, especialmente su dependencia confesa del uso de fuerza desproporcionada dirigida contra vecindarios residenciales, especialmente en el sur de Beirut, una táctica que llegó a ser conocida como Doctrina Dahiya. El momento clave en el cambio de la identidad colectiva israelí de la de víctimas y heroicos desvalidos a la de ilegales perpetradores de una guerra opresiva contra un pueblo totalmente vulnerable, tuvo lugar en la Operación Plomo Fundido, el continuo ataque con armamento de alta tecnología contra el pueblo de Gaza durante tres semanas a fines de 2008.Después de esos eventos, se comprendió mejor que los palestinos son un pueblo victimizado, involucrado en una justa lucha por ganar sus derechos según el derecho internacional, y necesitado y merecedor de un movimiento internacional de apoyo para compensar el poder brutal israelí y su dominación geopolítica.

Los dirigentes y los think-tanks israelíes hacen lo posible por desacreditar la Guerra de Legitimidad Palestina afirmando falsamente que va dirigida contra la legitimidad de Israel como Estado en lugar de oponerse a las políticas ilegales del Estado israelí. Es una diferencia crucial, y la distinción parece deliberadamente oscurecida por la propaganda israelí que ha inflado lo que buscan los palestinos para hacer que su activismo parezca ser hiperbólico, con demandas irracionales e inaceptables, lo que facilita desecharlas en lugar de encarar críticamente las quejas palestinas en su actual forma. Es de esperar que el Año Internacional de Solidaridad en su trabajo aclare esa distinción entre Israel como Estado y las políticas israelíes. Dentro de un marco semejante, la ONU merece crédito por contribuir a victorias en todo el mundo que hacen progresar la agenda de la Guerra de la Legitimidad que está siendo librada por y por cuenta del pueblo palestino, y al hacerlo, acercan en algo el debate a la realización de una paz justa y sustentable para ambos pueblos.

Publicado primero en: Richardfalk.com

* Richard Falk es Profesor Emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Princeton y Distinguido Profesor Visitante de Estudios Globales e Internacionales en la Universidad de California, Santa Bárbara. Es autor y editor de numerosas publicaciones a lo largo de cinco décadas, y recientemente editor de “El Derecho Internacional y el Tercer Mundo: reformulando la Justicia” (Routledge, 2008).

TRIBUNAL RUSSELL para PALESTINA. La película.

Vídeo resumen de las sesiones del Tribunal Russell para Palestina, celebradas en Barcelona, Londres, Ciudad del Cabo y Nueva York.

El Tribunal Russell es un Tribunal Popular o Tribunal de Conciencia que celebró las primeras sesiones en Estocolmo en los años 60 contra la Guerra de Vietnam.

En la primera década del siglo XXI se ha constituido para denunciar la tragedia Palestina y las constantes violaciones de los DDHH por parte del Estado de Israel con la población palestina.


lunes, 13 de enero de 2014

Handala, el icono de la amargura de Palestina

 

Handala, el icono de la amargura de Palestina
Handala aparece a menudo contemplando escenas de guerra y junto a símbolos de dolor y muerte (los cuervos y la paloma de la paz muerta) . NAJI AL ALI

05 de enero de 2014
11:01
        
Naji Salim al-Ali (1938-1987)
        

MADRID // Handala es ese niño feo y pelón, desharrapado y descalzo, que asiste, dando la espalda al lector y con las manos cruzadas por detrás, a la tragedia de Palestina plasmada en las viñetas del dibujante Naji al Ali, asesinado de un tiro en la cara en Londres en 1987. De ese personaje que se convirtió en su firma; de ese dibujo que representa al niño refugiado que el propio Al Ali fue, el artista decía que, bajo sus harapos, tenía un corazón puro lleno de “esencias de almizcle y ámbar”.
El pequeño palestino con pelo de erizo parido por “ese hombre que dibujaba con huesos humanos”– así describió la revista Time a Naji al Ali– aparece hoy por doquier en el mundo árabe: pintado en el muro de hormigón que recorre la tierra de Palestina como una cicatriz, como colgante al cuello de los jóvenes revolucionarios de Túnez y Egipto, o bien como recuerdo en los bazares de Jerusalén Oriental. Su figura ha quedado tatuada en la memoria colectiva de los árabes, que han hecho de él un símbolo del expolio que los palestinos sufren desde 1948 y, por extensión, de la lucha misma contra la injusticia.
Naji Salim Husain al Ali vio la luz en 1937 en una aldea a medio camino entre Nazaret y el Mar de Galilea. Su familia, como la inmensa mayoría de los palestinos de la época, vivía del pastoreo y de esa tierra que muy pronto tuvo que abandonar. Su éxodo lo marcó la fecha que los árabes conocen como la Nakba (catástrofe): la expulsión de sus tierras y el exilio de más de 700.000 palestinos, censados por Naciones Unidas, provocados por la proclamación del Estado de Israel y la primera Guerra árabo-israelí en 1948. La magnitud de esta catástrofe no se puede entender sin considerar que la población palestina ascendía entonces a sólo 1,2 millones de habitantes: más de la mitad de los palestinos quedaron ya entonces marcados por la diáspora. Al Shajarah (El árbol), la aldea de Al Ali, fue uno de los 480 pueblos palestinos que desaparecieron del mapa arrasados por el ejército israelí.

Camino al exilio

El artista tenía diez años cuando emprendió la vía del exilio, la misma edad con la que dibujó a Handala. Su infancia transcurrió luego en el campo de refugiados de Ain el Hilweh, en Líbano; sus muros sirvieron de lienzo para sus primeros dibujos. Gassan Kanafani, un novelista palestino que compartió el destino trágico de Al Ali (murió asesinado en 1971), se prendó de esos dibujos y consiguió que se publicaran en la revista Al Hurriya. Así empezó una carrera en la que el antiguo niño refugiado vertió su protesta contra la injusticia de la que los suyos eran víctimas. En una entrevista con la revista Index on censorship, en 1984, citada por el arabista Javier Barreda en un homenaje a Al Ali publicado en el nº 47 de Nación Árabe, el dibujante explica que su militancia política y su participación en manifestaciones –que lo llevarían a la cárcel y al exilio en varias ocasiones–, no le bastaban: “Los agudos gritos que sentía en mi interior necesitaban un medio de expresión diferente”. Aquellos gritos guiaron su mano al dibujar a Handala, parido en 1969 en Kuwait para la revista Al Siyyasa.
Al principio, el dibujo del niño representaba a su autor. Con una diferencia: el personaje está petrificado en el tiempo, es la imagen de un refugiado de diez años que no crece: “Handala nació con diez años y siempre tendrá diez años. Esa es la edad que yo tenía cuando dejé mi país. Handala sólo crecerá cuando retorne a Palestina. Las reglas de la naturaleza no se cumplen en él. Es una excepción, y las cosas sólo serán naturales cuando retorne a su tierra. Este niño es una representación simbólica de mí mismo y de todos los que viven y sufren la misma situación. Se lo ofrecí a los lectores y lo llamé Handala, como símbolo de la amargura”. Handala proviene de Al Handal, el nombre árabe de la coloquíntida o tuera (Tuera es tu voz para mi oído, tuera, dicen unos versos de Miguel Hernández), una planta de raíces tan profundas que vuelve a crecer aunque la arranquen, pero cuyo fruto es tan amargo que ni los hambrientos animales del desierto se alimentan de ella. El personaje del pequeño refugiado encarna “la amargura, la resistencia y la dignidad” de Palestina, explica el artista árabo-estadounidense Fayeq Oweis en uno de sus ensayos sobre la obra de Al Ali.
Microsoft PowerPoint - Handala-al-awda
En las primeras viñetas, el niño mostraba su rostro pero, a partir de 1973, su figura aparecerá de espaldas, un cambio que incrementó su carga simbólica. Con el tiempo, el dibujo llegó a encarnar a la propia conciencia de su autor. Naji al Ali explicaba: “Handala es un icono que me protege de ciertas conductas y del desarraigo. Es leal a Palestina (…), me protege de la cobardía y me impide echarme atrás. A pesar de su aspecto, tiene un corazón puro. Tiene las manos cruzadas a la espalda como señal de rechazo, en un momento en el que circulaban las soluciones propuestas por Estados Unidos y el sistema. Se las dibujé así tras la Guerra de Octubre de 1973 [la guerra del Yom Kippur], cuando comencé a olfatear el olor de lo que [Henry] Kissinger llevaba en su cartera”.
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Artículo completo en La Marea

Humor gráfico palestino. EXPOSICIÓN CSCA:

 Catálogo

domingo, 12 de enero de 2014

El laberinto de la guerra en Siria e Iraq


           

                 

 

La guerra contra el Estado Islámico de Iraq y Al Sham desde Al Anbar hasta Alepo

Mohamed Balut, Al Safir, 07/01/2014
Texto originaal: حرب ضد «داعش» .. من الأنبار إلى حلب 
Traducción: Mónica Carrión Otero
La organización del Estado Islámico de Iraq y Al Sham está siendo víctima de la decisión saudí-estadounidense de deshacerse del grupo y de preparar al Frente Islámico como alternativa definitiva al Ejército Libre. En las últimas horas el Estado Islámico ha perdido el control de la mayoría de las zonas del norte de Siria. El ataque contra la organización lo está ejecutando una coalición de diversas facciones, desde el Frente Islámico al Frente de los Revolucionarios de Siria, dirigida por los hombres de Arabia Saudí en Siria: Zahrán Alush y Yamal Maaruf. Los combatientes del Estado Islámico han retrocedido ante este ataque coordinado con el Frente Islámico en sus posiciones en Atmeh y Al Dana, dos poblaciones estratégicas en Idlib, y han abandonado sus posiciones en Sarmada, cerca de la frontera turca. Además los combatientes del Frente Islámico les han expulsado del paso vital de Bab al Haua que atraviesan los convoyes de combatientes extranjeros, el suministro occidental y las armas saudíes. El Estado Islámico también ha abandonado los alrededores de ese paso.
 
Los estadounidenses han logrado con éxito hacer estallar un gran frente de combate entre los yihadistas presentes en Siria y se han decantado por apoyar a «quienes hacen un llamamiento a la yihad únicamente en Siria» en contra de la tendencia yihadista regional e internacional que representa el Estado Islámico. El ataque del Frente Islámico y del Frente de los Revolucionarios de Siria contra el Estado Islámico en el norte de Siria coincide con un contraataque al grupo lanzado por el Ejército iraquí y los revolucionarios de las tribus que cuenta con un claro respaldo (más claro que en el caso sirio) de EEUU. John Kerry, titular de Exteriores estadounidense, afirmó desde Jerusalén, antes de viajar a Riad para entrevistarse con el monarca saudí y con su homólogo saudí, que «esta batalla no se limita solo a Iraq; la lucha en Siria es parte de lo que desestabiliza a la zona, y esa es la batalla que al final hay que ganar». En una rueda de prensa conjunta con Saud al Faisal, ministro de Exteriores saudí, Kerry, quien se entrevistará el 13 de enero en París con su homólogo ruso, dijo que Irán desempeñará un papel pero no tendrá plena participación en la conferencia de Ginebra 2 cuya celebración está prevista el 22 de enero. La semana pasada Kerry, a través de un comunicado hecho público por la Embajada de EEUU en Bagdad, elogiaba que los países vecinos de Iraq y Siria no estuvieran permitiendo que armas y combatientes atravesaran sus territorios.
 
Los preparativos de EEUU y Arabia Saudí para sustituir al Ejército Libre por el Frente Islámico comenzaron hace semanas, cuando el embajador Robert Ford intentó en Antioquía, en encuentros celebrados con el primer mando de Ahrar al Sham, Suqur al Sham y el Batallón Al Tawid así como con los mandos más destacados del Frente Islámico, convencer a esos grupos de volver al redil del Estado Mayor del Ejército Libre, de cuya sede y almacenes cercanos al paso del Bab al Haua se habían apoderado, y de incorporarse al proceso político en Ginebra. Los servicios secretos saudíes dirigieron una reunión celebrada el pasado mes de diciembre en La Meca a la que asistieron los predicadores salafistas Mohamed al Arifi, Saad al Barik, Saad al Muhaimid y Naser al Amr. Este grupo de predicadores es conocido por su apoyo a las fuerzas de Al Sahua contra la organización Al Qaeda en Iraq. De esa reunión no surgieron fatuas contra el Estado Islámico de Iraq y Al Sham pero sí preparó el terreno para combatir a este grupo.
 

Raji Sourani: "El asedio criminal de Gaza cuenta con el beneplácito de la comunidad internacional"


Ene 8, 2014 - P.R. / Disopress
 
 
 
 
Madrid, 8 de enero de 2013. El presidente del Centro Palestino de Derechos Humanos, Raji Sourani, ha ofrecido esta tarde una conferencia en el Ateneo de Madrid con motivo de su visita a España. Recientemente galardonado con el Premio Nobel Alternativo de Derechos Humanos y tras 37 años trabajando en este área en el país árabe, el palestino habló a los presentes sobre la situación actual de Gaza y Cisjordania, haciendo especial hincapié en el incumplimiento de los derechos humanos en dichos territorios. En el acto también estuvo presente la profesora de Estudios árabes e islámicos la Universidad Autónoma de Madrid y traductora, Luz Gómez, quien presentó el libro 'Palestina vive'. También tomó la palabra Magali Thill, integrante de la Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RSCOP), quien explicó brevemente la campaña Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) a Israel. La cita estuvo organizada por la RSCOP, BDS Madrid y la Sección de Derechos Civiles y Políticos del Ateneo de Madrid.
 
La jornada comenzó con un análisis del contexto socio político general en el que se encuentran los derechos humanos en Gaza a cargo de Sourani. “El año 2013 ha sido el peor, ya tengo 60 años y nunca pensé que iba a ver un período en el que íbamos a pasar por tanta penuria”, comenzó el activista. En su discurso denunció que “nadie habla de ocupación ni de independencia, y por el contrario la vida se basa en taeras más básicas”. Tras 47 años de ocupación, Sourani indicó que la población ha alcanzado “un pico de sufrimiento”. “Hace 20 años de los acuerdos de Oslo, que iban a garantizar los derechos del pueblo palestino, y hace cinco de la operación contra Gaza, y desde entonces nadie ha rendido cuenta por los crímenes de guerra que allí se cometieron”, sostuvo.
 
La comunidad internacional también fue blanco de sus críticas, y Sourani acusó a occidente de apoyar el “asedio criminal por parte de Israel” contra los territorios palestinos, asegurando que se trata de una estrategia dedicada a perjudicar a Hamás. Sin embargo, explicó que desde el Centro Palestino de Derechos Humanos constatan que el aislamiento de la Franja sólo perjudica a los civiles, estando el Movimiento de Resistencia Islámico en su momento más fuerte. Así, dio algunos datos de la situación en Gaza, como el 65% de tasa de desempleo que padece. “Nos hemos convertido en una nación de mendigos, y no porque seamos gente vaga, sino porque se trata del mayor desastre causado por humanos en el siglo XXI, a pesar de que tenemos una de las clases trabajadoras más cualificadas del área”, sentenció.
 
Para el responsable se trata de una situación sin precedentes: “Gaza ha sufrido dos conflictos de importancia en los últimos años y toda la destrucción de casas, colegios y hospitales no ha podido reconstruirse. Tampoco han rendido cuentas por los civiles muertos y no ha se ha encausado a aquellos que llevaron a cabo estas agresiones”. Así, en su opinión, “el asedio criminal de Gaza ha sido institucionalizado y cuenta además con el beneplácito de la comunidad internacional”. Respecto a los procesos judiciales llevados a cabo tras la operación Plomo Fundido, en la que Israel atacó Gaza por aire, tierra y mar entre diciembre de 2008 y enero de 2009, Sourani indicó que, tras 1.047 demandas presentadas en las cortes israelíes, tan sólo cuatro personas han sido juzgadas, “y una de ellas por robar una tarjeta de crédito a un palestino, lo que nos da una idea de la situación”, ironizó.
 
Limpieza étnica y "judaización"
 
El responsable dio algunas notas además del contexto en Cisjordania. “En Jerusalén estamos hablando ya en términos de limpieza étnica y judaización de la ciudad”, relatando además la continua creación de nuevos asentamientos judíos y la desconexión de la población con el resto del West Bank. “En Cisjordania hay en torno a 500 puntos de control, lo cual significa la asfixia completa de cualquier posibilidad de movimiento social o económico y hace además que desplazarse sea misión imposible”. Asimismo, explicó cómo avanzan las obras del “muro del apartheid, que ya está casi terminado”, la ampliación de los asentamientos judíos, las confiscaciones de tierras, los derribos de viviendas y los ataques “casi diarios” contra aldeas palestinas. Tampoco olvidó la situación de los más de 5.000 prisioneros palestinos en cárceles israelíes, que son sometidos, según apuntó, a torturas, tratos inhumanos o períodos sin atención médica.
 
Sin embargo, Sourani se mostró optimista de cara el futuro: “No vamos a hacer de buenas víctimas, la resistencia no es sólo un derecho, es una obligación, tenemos derecho a llevarla tal como se establece en la legalidad internacional, porque lo contrario sería recompensar a los criminales”. El organismo que preside seguirá trabajando para velar por el cumplimiento de los derechos humanos en Palestina. “Como activistas de los derechos humanos queremos continuar con este deber de llevar a cabo asistencia a las víctimas y llevar ante la justicia a los culpables de los crímenes, especialmente de los de guerra”.
 
Por su parte, Luz Gómez presentó el volumen 'Palestina vive', un libro que, según relató, nace tras la decisión de los responsables de la Feria del Libro de Guadalajara (México) de elegir a Israel como país invitado de honor al evento. Se trata de la feria más grande del sector en habla hispana, con 270.000 asistentes en su edición de 2013. “Integrar a Israel en toda esta panoplia de países responde claramente a la política de normalización que ha llevado a cabo el estado de Israel para lavar su imagen y poner en marcha lo que ellos llaman la marca de Israel, llevando a la feria toda una serie de conferencias y actividades donde ese Estado hacía gala de una total normalidad”, explicó. Al no contar con presencia palestina, ni literatura en árabe (Israel cuenta con un 20% de población árabe y este idioma es oficial en el país), Gómez, junto a algunos de sus compañeros, decidió crear el libro, que contiene literatura palestina creada tanto dentro como fuera de las fronteras de Israel y Palestina.
 
 
La velada terminó con un turno de preguntas en el que el público pudo interactuar con los ponentes, siendo Sourani el más solicitado.
 
 

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