lunes, 25 de enero de 2016

Únete al BDS: Qué productos boicotear

¿Por qué unirme al boicot a Israel?

Los gobiernos del mundo no han logrado proteger a la población de Gaza de los últimos bombardeos israelíes, que han dejado más de 2.160 personas asesinadas y más de 10.000 heridas. La comunidad internacional ha faltado a su obligación de impedir las vulneraciones del derecho humanitario internacional y de derechos humanos cometidas por Israel en Palestina a lo largo de las últimas décadas.
Ante esta pasividad gubernamental, el boicot contra el apartheid israelí ha surgido como campaña ciudadana global no violenta y antirracista para obligar a Israel a que cumpla con la legalidad internacional. En todos los países del mundo, la sociedad civil se ha organizado para parar la injusticia que sufre el pueblo palestino. La campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) es una herramienta poderosa que también busca sensibilizar a la población israelí para que se una a la lucha contra el Apartheid sionista y la ocupación de Palestina.
Los boicots, desinversiones y sanciones dirigidas contra Sudáfrica ayudaron a poner fin al apartheid en ese país. Hoy, tú puedes ayudarnos a acabar con la ocupación ilegal de Palestina, la violación del derecho de retorno de los y las refugiadas y el racismo institucional de Israel contra el pueblo palestino.
Con el fin de mostrar que no queremos que nuestra cesta de la compra beneficie al Apartheid israelí, hemos lanzado la petición #YoNOComproAparteid. Si aún no has firmado, no dudes en hacerlo en boicotisrael.net/yonocomproapartheid.

¿Qué productos puedo boicotear?

Existen muchos productos de consumo vendidos por empresas israelíes y por empresas internacionales directa o indirectamente cómplices de las violaciones del derecho internacional cometidas por Israel.
Desde el movimiento BDS, recomendamos seguir unas pautas claras y centrar nuestros esfuerzos en unas marcas determinadas. Los boicots de consumidores son más efectivos cuando son coordinados, bien pensados y basados en información precisa y actualizada.
Por eso, te sugerimos boicotear los productos identificados por el movimiento BDS:

Bienes de consumo fabricados en Israel y en las colonias israelíes en territorio palestino ocupado

Frutas, hortalizas frescas, pipas, etc. “Made in Israel”

En nuestras ciudades, se venden muchas patatas y hortalizas israelíes. Las frutas y verduras vendidas por Israel a menudo se cultivan en colonias israelíes, usando tierra y agua palestinas robadas, y cuyo acceso es denegado sistemáticamente a la población palestina, que de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario, es quien debería explotar y hacer uso de esos recursos.
Los supermercados tienen la obligación de señalar el origen de los alimentos. Fíjate en la etiqueta “made in” (“fabricado en“) que indica el origen de estos productos, y no tanto en que el código de barras empiece por 729 (que sólo indicaría que la empresa distribuidora está registrada en Israel).
Las marcas a evitar incluyen Jaffa, MehadrinEDOMHadiklaim, Jordan, Jaffa, Alesia, Coral y Carmel. También algunas marcas españolas como Lázaro (LZR)han importado patatas israelíes en el pasado que se vendían en Mercadona y otros supermercados.

Dátiles medjoul israelíes

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Los dátiles son una fuente gran de inversión para muchas colonias.
Israel exportó en 2012 dátiles por valor de 45 millones de euros. La mayor parte de ellos se cultivan en las colonias sionistas de Cisjordania, sobre tierras expropiadas por la fuerza a la población palestina, principalmente en el Valle del Jordán. Aproximadamente la mitad de las colonias cultivan estos dátiles, que les proporcionan grandes beneficios y contribuyen a su viabilidad.
Los dátiles israelíes suelen ser de la variedad medjoul, también llamada jumbomás grandes, oscuros y caros de lo habitual. Israel es el mayor productor mundial de dátiles medjoul, un 80% de los cuales se exporta a Europa. Todos los que se venden en el Estado español son importados de Israel.
Si eres vendedor, no vendas dátiles israelíes y explica a tus clientes por qué. Si eres comprador, no los compres y exige que se ponga fin a su venta, de palabra o mediante cartas u hojas de reclamaciones: comprar este producto contribuye de una manera clara y directa al régimen de ocupación que sufre el pueblo palestino y al robo de sus recursos naturales.
Las marcas incluyen Jordan River, King Salomon y Hadiklaim. Se venden en muchos supermercados, como Ahorramas y Consum.

Agua Eden
Eden Springs expolia agua de los Altos del Golán sirios ocupados.

Eden Springs

Eden Springs Ltd. es una empresa israelí que se beneficia directamente de la explotación ilegal de los recursos hídricos del Golán sirio, territorio ocupado ilegalmente por Israel desde el año 1967 y cuya anexión no reconoce ningún país del mundo.
Eden Springs embotella, comercializa y distribuye el agua de un territorio ilegalmente ocupado, vulnerando de esta forma la legislación internacional, las resoluciones de las Naciones Unidas y la Convención de Ginebra.
Universidades, instituciones y empresas de toda Europa han dejado de vender el agua embotellada Eden Springs después de que activistas destacaron el hecho de que la empresa opera con una planta en un asentamiento ilegal israelí.
Fíjate en la marca de los dispensadores de agua en tu oficina, ayuntamiento, sindicato y administraciones públicas y pide que cambien de marca.

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Sodastream fabrica sus productos en la colonia Mishor Edomim.

SodaStream

Una de las marcas más visibles de Israel, SodaStream vende máquinas para preparar bebida carbonatada a domicilio. La compañía opera en una colonia israelí en territorio palestino ocupado, en violación del derecho internacional. Maquilla sus políticas de colonización marcando los productos como ‘ecológico’.
SodaStream planea abrir una planta en Israel cerca de Rahat, un municipio planeado en el desierto de Naqab (Negev), donde los beduinos palestinos se están siendo transferidos a la fuerza en contra de su voluntad. Sodastream, como beneficiario de este plan, es cómplice de esta violación de los derechos humanos.
Un número de minoristas han dejado de vender SodaStream como resultado de la presión BDS.

Fármacos genéricos Teva

Teva Pharmaceutical Industries es la empresa más grande de Israel en términos de cifras de negocios. Proporciona enormes ingresos fiscales al gobierno israelí.
La empresa también se beneficia de las políticas israelíes de cerco a Cisjordania y bloqueo a la Franja de Gaza, las cuales convierten al mercado palestino en un mercado cautivo para las medicinas israelíes. Así, después de haber dejado a 10.000 personas heridas este verano y decenas de miles de personas en estado de estrés postraumático, se va a beneficiar de la ayuda internacional a Gaza, porque Israel controla qué productos entran y cuáles no, poniendo tasas más altas a los medicamentos que proceden de Europa y otros países árabes para favorecer que la población palestina compre medicamentos israelíes, más baratos.
Las y los farmacéuticos en el Reino Unido y en otros lugares han comenzado un boicot a Teva. Siempre que sea posible, informa a tu farmacéutica o a tu médica que prefieres utilizar una alternativa a la medicina Teva.

Premier Atocha
Acción de boicot en el puesto de cosméticos Premier en la estación de Atocha.

Cosméticos Premier

Los productos cosméticos israelíes de la marca Premier, que se venden en muchos lugares del Estado español y en puestos muy vistosos, son producidos en el kibutz Kalia, una colonia israelí en Cisjordania, al borde del Mar Muerto. Esta explotación se realiza en total violación del derecho internacional y de las resoluciones de las Naciones Unidas que reconocen la soberanía palestina sobre estos territorios.
Gracias a la presión de muchas personas solidarias y activistas que defienden los derechos del pueblo palestino, los productos Premier han sido retirados ya de muchas tiendas, por ejemplo en Irlanda y Gran Bretaña. Ayúdanos a que eso también pase en tu ciudad.
No compres estos productos y protesta por la presencia de los puestos de Premier lugares públicos de tu ciudad, como es el caso de los mercados y estaciones de trenes gestionadas por ADIF.

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Cosméticos Ahava producidos con materias expoliadas a Palestina.

Cosméticos Ahava

En su publicidad, esta empresa israelí promete venderte “Secretos de belleza del Mar Muerto”, pero los secretos de Ahava no tienen nada de bello ni de bonito. Lo que compras con Ahava es una fea realidad de expolio de recursos y ocupación ilegal en Palestina.
A pesar de su etiqueta “Made in Israel”, Ahava fabrica sus cremas con productos que provienen del robo de recursos naturales de la Cisjordania ocupada, concretamente en el asentamiento israelí ilegal de Mitzpe Shalem, a unos viente kilómetros de la milenaria ciudad palestina de Jericó.
No te hagas cómplice de este pillaje injusto y de la colonización y el apartheid israelíes. Si quieres comprar productos de belleza provenientes del Mar Muerto, los hay que se fabrican legítimamente, los puedes fácilmente encontrar en internet.
Ha sido boicoteada por una serie de grandes minoristas, como resultado de la presión BDS.

Epilady

Las depiladoras Epilady son fabricadas por la empresa israelí Mepro Epilady Ltd. en el kibutz HaGoshrim, establecido sobre las tierras robadas en 1948 a los habitantes del pueblo palestino de Al-Khisas.
Esta empresa también fabrica sistemas ópticos de uso militar para el ejército israelí. La colaboración de investigadores israelíes con las fuerzas militares israelíes ha sido denunciado por muchas universidades que han decidido romper relaciones con centros y universidades israelíes involucradas en este tipo de negocio de la muerte. Como consumidoras y consumidores, también podemos negarnos a ser cómplices de las masacres cometidas por Israel.
Las depiladoras Epilady se comercializan en muchos supermercados.

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La cadena Imaginarium vende juguetes fabricados en Israel.

Imaginarium

La juguetería Imaginarium nacida en Zaragoza, ahora con presencia en todo el mundo, vende juguetes musicales que han sido construidos en fábricas pertenecientes a Israel, un estado que comete crímenes de guerra y que imposibilita diariamente el derecho a la educación, el juego y, en definitiva, una vida digna para los y las niñas palestinas.
Solamente en la matanza que Israel perpetró en la Franja de Gaza en julio y agosto 2014, fueron asesinados más de 500 niños y niñas palestinas. Estos crímenes manchan la imagen que la cadena de juguetes pretende proyectar: convivencia, tolerancia, libertad, interculturalidad, solidaridad… Admirable declaración de principios que difícilmente se puede conciliar con las relaciones económicas y comerciales que Imaginarium mantiene con empresas israelíes.
Es imprescindible pedirle a Imaginarium que retire sus juguetes de procedencia israelí y que clausure sus franquicias en Israel para poder ser fiel a los principios que predica.

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El juego Rummikub es el más exportado por Israel.

Rummikub

El Rummikub es el juego más exportado de Israel, pues la mayoría de los tres millones que se producen anualmente se venden en el extranjero. Está presente en más de 54 países en todo el mundo y ha sido traducido a 26 idiomas.
En Israel este juego se vende bajo la marca Kod Kod. En el Estado español, bajo el nombre de Rummikub, lo distribuye la compañía estadounidense Hasbro, la segunda empresa de juguetes más importante del mundo.
En el año 2010 se consiguió un logro muy importante al conseguir que, tras una larga campaña en Catalunya, la cooperativa Abacus retirara este producto de todas sus tiendas, coincidiendo con el despiadado ataque de Israel sobre Gaza en la operación “Plomo Fundido”.
Si lo encuentras en jugueterías, no lo compres, e informa al vendedor o vendedora de lo que supone tener este producto en sus tiendas.

Tampoco deberíamos comprar productos fabricados y comercializados por empresas internacionales involucradas en los crímenes de Israel

HP
HP vende tecnología al ejército y al gobierno israelí.

Hewlett Packard (HP)

Hewlett Packard implementa diversos sistemas tecnológicos para el gobierno y el ejército israelíes, incluyendo el sistema de identificación instalado en puestos de control militares israelíes en territorio ocupado.
Estos puestos están insertados en el Muro del Apartheid construido en Palestina que fue declarado ilegal por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. También son utilizados por la marina israelí que impone el bloqueo a Gaza.
Porque HP es cómplice de la ocupación ilegal de Palestina y de los crímenes del Ejército israelí, la Iglesia Presbiteriana de EE.UU. y el Quaker Amigos Fiduciaria Corporation (FFC) han dejado de invertir en la compañía.
En el Estado español, ordenadores, impresoras y material informática de la marca HP se distribuyen en muchas tiendas, además de tener contratos de suministro a administraciones públicas, empresas, centros educativos… Pide que las retiren y sobre todo, busca una alternativa: las hay.

Caterpillar
Los buldóceres Caterpillar o Hyundai se utilizan regularmente para demoler hogares palestinos.

Caterpillar

Los buldóceres Caterpillar se utilizan regularmente en la demolición de casas y granjas palestinas y en los ataques de Israel en Gaza.
Una excavadora CAT también fue utilizada por Israel en el asesinato de la pacifista estadounidense Rachel Corrie en Rafah.
En 2003, la Iglesia Presbiteriana de EE. UU., los Amigos Cuáqueros Fiduciary Corporation (FFC) y la Iglesia de Inglaterra han dejado de invertir en Caterpillar.
¡No compres equipación Caterpillar!

¿No existen más marcas y productos que puedo boicotear?

Por supuesto, existen otras marcas que por una razón u otra, podrías descartar de tu lista de la compra.
Aunque recomendamos centrarnos en los productos señalados arriba, te proporcionamos en este listado información más exhaustiva de marcas y productos made in Israel. Puedes enriquecerla si encuentras nuevos productos que no están recogidos en ella, escribiéndonos a boicotisraelbds@gmail.com.
 

Además de boicotear productos israelíes, ¿qué otra cosa puedo hacer?

Los boicots comerciales han demostrado ser realmente impactantes.
Sin embargo, el movimiento BDS también hace alianzas para presionar a las instituciones, sindicatos, ayuntamientos, universidades, partidos políticos y empresas a unirse al boicot al apartheid israelí. Busca aislar a Israel desde el punto de visto académico, cultural, deportivo, económica y militar, como estrategia para operar un cambio real en las políticas israelíes.
Hacemos campaña para que bancos, empresas y fondos de inversión retiren sus inversiones en bancos y empresas israelíes, así como en las empresas internacionales cómplices de los crímenes de Israel. El movimiento BDS presiona a organismos públicos para no adjudicar contratos a estas empresas.
Las campañas de BDS ya han convencido a las principales empresas y fondos de inversión de desinvertir en empresas que participan en los crímenes israelíes, como VeoliaG4SAlstomAfrica-Israel y Elbit Systems. Veolia y G4S han reaccionado a la presión de la campaña diciendo que va a terminar algunos aspectos de su apoyo a Israel.
Este verano, Avaaz.org ha logrado casi 2 millones de firmas en una campaña de desinversión dirigida a las transnacionales ABP, HP, Veolia, Barclays, Caterpillar, y G4S.

¿El BDS también tiene como objetivo la imposición de sanciones económicas a Israel?

BDS también tiene como objetivo presionar a los gobiernos y organizaciones internacionales para imponer sanciones y un embargo militar a Israel.
Israel es un socio privilegiado de la Unión Europea. Sus instituciones y empresas reciben financiación europea para proyectos de colaboración con instituciones y empresas israelíes. Uno de los ámbitos donde la colaboración es más cuestionada por las implicaciones que tiene en la industria militar israelí, es la cooperación científica y académica entre universidades y centros de investigación.
En la Unión Europea, se pide la suspensión del Acuerdo preferencial existente entre la UE e Israel, para evitar que los productos israelíes entren libres de impuestos a nuestro territorio, y que Israel reciba financiación israelí para sus proyectos tecnológicos y comerciales.

¿Los códigos de barras en los productos israelíes comienzan con 729?

Los códigos de barras sólo indican el país en el que la empresa está registrada, y no la procedencia de los contenidos de dicho producto. Un código de barras que comience con 729 será siempre boicoteable, pues la empresa está registrada en Israel. Pero es también muy importante prestar atención a la etiqueta “Fabricado en Israel”, o preguntar a la distribuidora en caso de no aparecer dicha información.
Pero las empresas israelíes y los productos fabricados en Israel no son los únicos que pueden ser boicoteados. También lo son las transnacionales que participan en los crímenes israelíes, como HP, G4S, Caterpilar, Veolia, Elbit Systems, etc. La investigación precisa de fuentes fidedignas demostrando la complicidad de empresas con las violaciones del derecho internacional por Israel es una parte muy importante del trabajo del movimiento BDS.

¿El BDS llama a boicotear todos los productos israelíes o sólo productos y empresas de las colonias ilegales israelíes?

Al igual que se hizo para derrocar el régimen de Apartheid en Sudáfrica, el movimiento BDS llama a boicotear todos los productos israelíes. Por ejemplo, hacemos un llamado a un boicot de todas las frutas y verduras de Israel, independientemente de que se cultivan dentro de Israel o en un asentamiento ilegal israelí, sobre territorio palestino ocupado.
Cabe señalar que informes de Naciones Unidas han denunciado que las empresas israelíes etiquetan sus productos de las colonias ilegales como fabricados en territorio israelí, lo que vulnera el derecho a la información de los y las consumidoras y hace imposible diferenciar en muchos casos si los productos son originarios de Israel o de las colonias que tiene construidos ilegalmente en Cisjordania y en la Jerusalén ocupada.
Algunas de nuestras campañas van dirigidas a las empresas situadas o que operan en las colonias israelíes en territorio palestino ocupado (Sodastream, Premier, Ahava, Medjoul del Jordán, etc.). En estos casos, es más fácil presionar a los distribuidores o inversores a tomar medidas por las consecuencias legales que ello puede significar para ellos, como bien ha informado el Ministerio de Exteriores.

He oído que McDonald’s o Starbucks dan mucho dinero a Israel, ¿no debería también boicotear estas empresas?

La naturaleza global de la economía de hoy significa que hay miles de empresas que tienen vínculos con Israel y son cómplices en diversos grados de violaciones israelíes al derecho internacional.
Una campaña de BDS eficaz se basa en una investigación precisa. Hay una gran cantidad de información en línea alegando que grandes empresas dan dinero a Israel. A veces estos rumores resultan ser falsos.
Por ejemplo, algunos activistas llaman a un boicot a Starbucks, pero Starbucks no tiene ninguna tienda en Israel y afirma oficialmente que no apoya a Israel.
Empresas como McDonald’s no son prioridades para el movimiento BDS en esta etapa. Nos centramos en las empresas que tienen un papel claro y directo en el mantenimiento de violaciones al derecho internacional por parte de Israel y sobre las que podemos tener un efecto tangible.
Debemos actuar de manera estratégica y pensar en un impacto sostenido y a largo plazo al régimen de ocupación, colonialismo-colono y apartheid de Israel. Esta es la mejor manera que podemos contribuir a la libertad de Palestina, la justicia y la igualdad.

¿Y si me interesa involucrarme más en la campaña BDS?

El movimiento BDS ha ido creciendo gradualmente ante la incapacidad y falta de voluntad de la comunidad internacional de proteger al pueblo palestino contra las violaciones de la legalidad internacional cometidas por Israel, su Ejército y sus colonos.
La lista de victorias en estos 8 años del BDS se ha ido alargando. Para ello, son miles y miles de personas activistas que se solidarizan con el pueblo palestino y entran a formar parte de esta campaña ciudadana, independiente, no violenta, basada en el derecho internacional y antirracista.
Si quieres formar parte del movimiento, puedes escribir a boicotisraelbds@gmail.com y te redirigiremos hacia el grupo BDS más cercano de tu lugar de residencia.

Publicado por el Comité Nacional Palestino de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), la amplia coalición de partidos palestinos, sindicatos, ONG y movimientos sociales que dirigen y actúan como referencia palestina para el movimiento internacional BDS contra Israel.
El texto ha sido adaptado a la realidad del Estado por la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP-BDS).

Gijón se convierte en "espacio libre de apartheid israelí"




Las matemáticas del Pleno garantizaban de antemano que saliera adelante la propuesta compartida de PSOE, Xixón Sí Puede e IU de declarar Gijón "espacio libre de apartheid israelí". Una iniciativa que supone también reconocer el Estado de Palestina y apoyar el movimiento BDS (boicot, desinversiones y sanciones) a través del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe. PP, Foro y Ciudadanos se abstuvieron. 

Aviles, Espacio Libre de Apartheid Israeli



El Ayuntamiento de Avilés se acaba de declarar Espacio Libre de Apartheid Israelí. Es el 28 municipio del Estado español en apoyar el BDS ( Boicot,Desinversión y Sanciones ) Este movimiento es una campaña internacional no violenta lanzada por la sociedad civil palestina en 2005 que busca, mediante una estrategia similar a la que se usó exitosamente contra el apartheid en Sudáfrica, poner fin a la ocupación de Palestina, al problema de los refugiados y a la situación de discriminación que sufren los palestinos en su propia tierra, así como sensibilizar a la población israelí en la busca de una solución justa. El BDS ha adquirido una enorme relevancia en los últimos años, hasta el punto de que el primer ministro israelí ha reconocido que constituye la principal amenaza para su gobierno

La fallida revolución egipcia


Manifestantes lanzan piedras contra leales a Mubarak, durante los disturbios de la revolución, en febrero de 2011.  REUTERS
Hace cinco años, el pueblo egipcio derribó el muro del miedo y tomó las calles para reclamar el fin de la dictadura de Mubarak. Fue, ante todo, una movilización transversal en la que amplios sectores de la sociedad, independientemente de su clase, credo e ideología, unieron sus fuerzas para demandar pan, libertad y justicia social. La revolución fue una obra coral protagonizada no sólo por la juventud urbana, como se ha repetido hasta la saciedad, sino también por los movimientos sindicales que convocaron una huelga general indefinida que paralizó al país. Finalmente fueron los militares, principales víctimas del capitalismo de amiguetes de Mubarak, los que le dieron el golpe de gracia.
Pronto se evidenció que el tránsito del autoritarismo a la democracia no iba a ser un camino de rosas. A las fuerzas que apostaban por el cambio sólo les unía su voluntad de derribar a Mubarak, pero tan pronto como dio comienzo la transición se pusieron en evidencia sus diferencias. Los Hermanos Musulmanes sacaron provecho de esta situación y conquistaron el poder sin grandes dificultades, pero cometieron importantes errores de cálculo. En lugar de tender puentes hacia las fuerzas revolucionarias y progresistas que querían enterrar al antiguo régimen intentaron contentar a los militares preservando sus numerosas prerrogativas y gobernaron únicamente para su electorado. La fractura entre islamistas y seculares creció hasta hacerse abismal. Estos últimos denunciaron la existencia de una agenda oculta para imponer la sharía. En todo caso, el malestar popular no sólo se debió a la errática gestión del presidente Morsi, sino también a la sofocante presión a la que fue sometido por los sectores contrarrevolucionarios, encabezados por las élites económicas y políticas que habían medrado a la sombra de Mubarak.
Finalmente los Hermanos Musulmanes demostraron ser mucho más débiles de lo que aparentaban y fueron desalojados del poder en verano de 2013. Como todos temían, Al Sisi aprovechó el golpe militar para catapultarse como el nuevo hombre fuerte de Egipto. Quienes se movilizaron contra esta nueva vuelta de tuerca autoritaria fueron reprimidos y encarcelados. Bajo el pretexto de combatir al terrorismo, los Hermanos Musulmanes fueron perseguidos hasta la extenuación y sus líderes condenados a elevadas penas de prisión en juicios sumarios. Hoy en día, Al Sisi dispone de plenos poderes ejecutivos y cuenta con la complicidad de los aparatos legislativo y judicial.
Pese a que su liderazgo podría parecer sólido, lo cierto es que se ha erosionado a marchas forzadas. Lejos de afrontar los problemas estructurales que desde hace décadas arrastra Egipto, Al Sisi ha preferido esconderlos bajo la alfombra. Una de sus principales promesas fue restaurar la seguridad, pero los grupos yihadistas se han hecho fuertes en el Sinaí amenazando a un sector clave para la economía como es el turismo. La caída en picado del precio del petróleo obligará a reducir, tarde o temprano, las generosas ayudas ofrecidas por las petromonarquías del Golfo, lo que podría agravar la crisis económica y acentuar el malestar de la población.
Ignacio Álvarez-Ossorio es profesor de Estudios Árabes en la Universidad de Alicante y coordinador de Oriente Próximo y Magreb en la Fundación Alternativas.

¿Apoya Europa la contrarrevolución árabe? Eso parece


Luz Gomez
El terrorismo yihadista es, entre otras cosas, la consecuencia de la falta de democracia en el mundo árabe, de las injusticias que sufre su población, de la arbitrariedad de sus gobernantes y, también, de los sofismas de la política internacional. Si no se atajan estas causas, no hay seguridad posible ni en Europa ni en el Mediterráneo, por más tratados de cooperación antiterrorista que firmen nuestros gobernantes con los dictadores de turno. Las demandas de pan, libertad y justicia social que llevaron a millones de egipcios, tunecinos, yemeníes, sirios, libios o bahreiníes a la revolución en 2011 son hoy todavía más acuciantes que entonces. El insoportable número de muertos en el Mediterráneo habla asimismo de ello. Hacer oídos sordos a estas realidades es una vieja estrategia europea, muy cara en términos de vidas humanas y de futuro. Las lecciones de la historia calan poco o nada en los líderes de esta Europa, cada cual embarcado en políticas a corto plazo.
La semana pasada, el mariscal Abedelfatá Al Sisi, elegido presidente de Egipto con casi el 97% de los votos tras el golpe de Estado de 2013, prosiguió con sus visitas triunfales por Europa. Chipre y España fueron sus destinos. En Chipre, se reunió con el presidente Nikos Anastasiades y con el primer ministro griego, Alexis Tsipras: a buen seguro, la foto de los tres líderes molestó en Turquía tanto como gustó en Atenas. Turquía es en la actualidad el enemigo número uno de Egipto por el apoyo del Gobierno de Erdogan a los Hermanos Musulmanes y a Mohamed Morsi, el presidente depuesto. Tsipras, perdido en la renegociación de la deuda griega, no le hizo ascos a un poco de nacionalismo rancio al precio de “foto con dictador”: una pequeña demostración de que la “nueva política” se parece demasiado a la vieja.
En España, la visita de Sisi ha vuelto a demostrar que los negocios del IBEX 35 (en forma de armas, hidrocarburos y alta velocidad) están por encima de la demagogia que se nos sirve a diario sobre la democracia y los derechos humanos, que por barata ni siquiera estuvo presente en los discursos. A Sisi se le recibió con cierto alborozo, y se aceptaron sus condiciones: ni rueda de prensa conjunta ni encuentro con los periodistas. Algún reportero podría haberle preguntado por Walid Abdel Raouf Shalaby, periodista perteneciente a los Hermanos Musulmanes condenado a muerte a mediados de abril, o por sus 13 colegas condenados a cadena perpetua. En el Palacio Real de Madrid Sisi brindó tras escuchar del Rey que los egipcios «pueden contar con nosotros». Horas antes, la delegación egipcia había firmado contratos sonrojantes (como un AVE El Cairo-Luxor para turistas inexistentes, cuando el 44% de los egipcios vive con menos de 2 dólares al día) y, según el ministro García-Margallo, Sisi se comprometió a garantizar la reanudación del suministro de gas a la planta que Unión Fenosa tiene en Damietta, paralizado desde hace 3 años. El gas procederá de Israel, parte interesada como la que más en la perpetuación del viejo orden árabe.
Sisi prometió tras el golpe de Estado una hoja de ruta a la democracia. Fue la excusa retórica para que Occidente aceptara su interrupción del proceso democrático. Por lo pronto el expresidente Morsi ya ha recibido una condena a veinte años de cárcel, y tiene pendientes varios procesos que le auguran condenas a muerte, mientras que Hosni Mubarak está en libertad y más de una vez ha pedido públicamente el apoyo a Sisi: «Todos los egipcios deben respaldarle para que Egipto supere esta difícil etapa», declaró la semana pasada telefónicamente a un programa de televisión. En el nuevo Egipto no queda medio de comunicación que no sea vocero del régimen. La censura, que ha alcanzado límites desconocidos en la era Mubarak, es, junto con la judicatura, la mejor aliada interna de la contrarrevolución. Sin embargo, Felipe VI le dijo a Sisi que «en estos momentos de guerras y turbulencias en vuestra región, Egipto destaca por ser clave para la estabilidad y el equilibrio de Oriente Próximo». Y cinco días después, Pedro Morenés, ministro de Defensa, recaló por unas horas en El Cairo para sellar el primer acuerdo de cooperación militar entre España y Egipto, cuya negociación llevaba paralizada más de diez años. 
Junto a la contrarrevolución que representan Sisi, Al-Asad o el rey de Bahréin, Hamad bin Isa Al-Jalifa, hay que analizar también como contrarrevolucionario el papel de los yihadistas del ISIS, de Al-Qaeda o de cualquiera de sus sucursales. Si bien repiten el esquema ya ensayado por el yihadismo en Afganistán e Irak en la “guerra contra el terror”, ahora incorporan variaciones acordes con el mundo 2.0 del que se nutren (más horizontalidad virtual, más espectacularidad, más extraterritorialidad). Los yihadistas ofician el caos que justifica la invocación europea a la estabilidad y la seguridad a cualquier precio, incluido el que se está empezando a barajar en Bruselas: la negociación con Bachar Al Asad. Pero sin la financiación de las petromonarquías, ni yihadismo ni contrarrevolución proseguirían hoy su marcha triunfal. Y en ello la Europa oficial no sólo hace de comparsa sino que está directamente involucrada.  
Con descarado pragmatismo, Gran Bretaña vuelve la vista a sus sueños imperiales, al viejo East of Suez que la desasía de Europa. Su Gobierno ya ha ofrecido apoyo logístico en la operación militar en curso contra Yemen, liderada por Arabia Saudí. Y el pasado diciembre David Cameron anunció el proyecto de una base naval en Bahréin, con el beneplácito del rey Hamad. El activista Dominic Kavakeb, del Movimiento por la Justicia y el Desarrollo de Bahréin, ha calificado la iniciativa de «bofetada a todos aquellos que en Bahréin luchan por la democracia y los derechos humanos». Bahréin es el patio de atrás desconocido de Arabia Saudí, no como Yemen, que siempre lo ha sido a la vista de todos. Bahréin es el escenario de una sutil guerra subsidiaria en la que está en juego el futuro de esa forma de gobierno sui generis llamada “petromonarquía”: siendo la única monarquía árabe que tuvo que hacer frente a un levantamiento popular masivo en 2011, también es el único país en que la sublevación pacífica sigue plenamente activa, a pesar de la represión sistemática.
Y en medio de este sálvese quien pueda que es la política exterior europea, el presidente francés, François Hollande, ha viajado esta semana primero a Doha, para firmar el mejor contrato de venta de armamento francés en muchos años, y luego a Riad, para asistir a la Cumbre Consultiva del Consejo de Cooperación del Golfo. Francia es el tercer exportador mundial de armas, y los países del Golfo son los mejores clientes de los Rafale, los aviones de combate franceses que Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos han financiado al Gobierno egipcio. Hollande se ha convertido, según Le Figaro (4.5.15), en “el ojito derecho del Golfo”. Un juego peligroso para los pueblos árabes, que volverán a salir trasquilados en esta nueva fase colonial que tiene al yihadismo como excusa más reciente. Y para una Unión Europea que no deja de ahondar en su déficit democrático.

China apoya la creación de un estado palestino con capital en Jerusalén

China ha declarado que apoya la creación de un estado palestino independiente que tenga a Jerusalén Este por su capital, en consonancia con lo que establece el Derecho Internacional. 

Durante un discurso en El Cairo, el Presidente chino también anunció la concesión de 50 millones de yuanes (7,6 millones de dólares) para un proyecto de energía solar con el fin de mejorar el bienestar de los palestinos.
Hablando por primera vez en la sede de la Liga Árabe en la capital egipcia, Xi Jinping subrayó que el tema palestino no debe quedar marginado y mostró su apoyo a la creación de un estado palestino.
"China apoya firmemente el proceso de paz en Oriente Medio y el establecimiento de un estado palestino en las fronteras de 1967, que tenga plena soberanía y a Jerusalén Este como su capital", dijo Xi.
Israel se ha anexionado Jerusalén Este -un territorio palestino y reconocido como tal por las Naciones Unidas- en un movimiento no reconocido por la comunidad internacional. En mayo de 2015, el primer ministro Netanyahu reiteró que Israel "mantendrá siempre a Jerusalén unido bajo la soberanía israelí".
Al mismo tiempo, Israel continúa construyendo asentamientos en Jerusalén Este, que son ilegales, según la ley internacional.
Pekín ha prometido a los palestinos que no permitirá que su causa quede marginada.

Entrevista con Khaled Al-Sheikh, joven palestino encarcelado a los 16 años

“Nací el 27 de octubre de 1999, tengo dos hermanos y cuatro hermanas, soy el benjamín de la familia. A fines de diciembre de 2014 estaba en la cima de la colina Beit Annan, en nuestro pueblo. Mucha gente acostumbra a ir allí porque es un lugar hermoso desde el que se puede ver el mar (al que los alestinos no tenemos derecho a llegar). 

Mi amigo y yo queríamos jugar al fútbol y estábamos buscando a otros chicos para jugar un partido. En un momento dado me di la vuelta para hablar con mi amigo pero ya no lo encontré. En su lugar siete soldados israelíes se abalanzaron sobre mí. Uno de ellos me golpeó en la cabeza con su arma y perdí el conocimiento.
Cuando lo recuperé estaba en la calle con las manos engrilladas y una venda en los ojos. Veía algo por debajo de la tela que me vendaba, los soldados hablaban en hebreo y uno de ellos me amenazó con gestos de arrojarme desde lo alto de una montaña. Me tiraron en el piso de un jeep y me preguntaron mi nombre y mi edad.
El vehículo circuló una media hora. Los soldados me daban puntapiés y me insultaban en hebreo, pero les entendía. Luego me ataron los pies (además de las manos) y me sentaron en una silla. Al principio rechazaba beber el agua que me ofrecían, los soldados se burlaban de mí. Pero luego de doce horas sentí verdaderamente hambre y sed. Me dieron entonces un pequeño sándwich y un jugo de un cuarto litro.
Luego me llevaron a un centro de investigaciones. Había allí cuatro o cinco inspectores que me insultaban.
Un soldado me había hecho sentar en una silla. Cuando llegó su superior se enojó y me hizo caer al suelo. Fue entonces cuando me sacaron la venda de los ojos.
Fui interrogado por dos policías y un soldado. Me reclamaron mi identidad, mi edad y lo fueron anotando en una computadora. Decían que yo pertenecía a una familia de “saqueadores”. Querían saber por qué, cuando me detuvieron, estaba en la cima de la montaña.
Otro de los soldados me arrojó sobre una silla y amenazó con golpearme si le mentía. Me tomaron las huellas digitales y me fotografiaron.
Un soldado me dijo: “Voy a traer a un israelí que habla el árabe mejor que tú, que hablas como un campesino”. Me trajeron un papel en el que estaban escritas tres líneas en árabe que decían que yo tenía derecho a un abogado. Firmé. Pero además había otras tres hojas en hebreo que me era imposible entender. Comprendí luego que había firmado una confesión.
El abogado no vino.
Mi padre llegó con algunos amigos. Dijeron que yo era un niño y que no había hecho nada malo. Vi a mi padre unos diez minutos pero luego los soldados no me dejaron despedirme de él. Los israelíes me encarcelaron en la prisión de Ofer (cerca de Ramallah, N. de T.) Éramos diecisiete personas de entre 15 y 18 años.
En mi celda éramos diez. A los cinco días de detenido me condujeron ante un tribunal militar. Era la primera vez que veía a mi abogado. Me dijo que me liberarían pronto porque era un niño y estaba enfermo.
Una semana antes de mi arresto los exámenes habían revelado que estaba anémico.
Estuve cuatro veces en el tribunal antes de cambiar de abogado. La quinta vez mi nuevo abogado dijo al tribunal que mi familia estaba preocupada porque los israelíes rechazaban darme medicamentos u hospitalizarme.
Hablé también de la herida que tenía en la cabeza a causa del golpe que me había dado el soldado en el momento de arrestarme pero el secretario del tribunal ignoró el tema.
Verdaderos criminales de guerra, los soldados israelíes no dudan en secuestrar, maltratar y a menudo matar a los niños palestinos. Cuando por quinta vez estuve ante el tribunal militar, los israelíes decidieron que debía permanecer cuatro meses en la cárcel y luego agregaron seis meses en libertad condicional y una multa de 2.000 shekels (alrededor de 482 euros, N. de T.).
Mi padre fue amenazado por el juez de ser arrestado por haber mediado en mi caso algo que está prohibido en los territorios de 1948 (también llamados Israel).
En la cárcel todas las mañanas a las seis nos despertaba una decena de soldados. Luego se podía seguir durmiendo o salir de la celda pero a las 8 se encienden todas las luces y es imposible dormir.
A las 10 y a las 15 horas vienen a llamarnos nuevamente y todos los presos deben estar en sus celdas. Los soldados llegan con matracas, golpean los barrotes de las ventanas y las paredes para asegurarse que no escondemos nada. Entre esos llamados se puede salir. Debemos limpiar las celdas todos los días y los adultos preparan la comida. A veces las cantidades no alcanzan para todos los prisioneros.
No pude estudiar durante el tiempo que estuve detenido porque era todavía muy chico y no había libros adaptados a mi nivel escolar.
A las 23 h. los presos adultos nos mandaban a dormir. Pero los soldados seguían haciendo mucho ruido para molestarnos. A menudo hacia medianoche o hacia la una de la madrugada los soldados nos obligaban a salir de la celda durante unos diez minutos y luego nos dejaban volver. Era solo para hacernos la vida imposible.
Durante el tiempo que estuve preso lo más duro era ver la lista con los nombres de las visitas familiares y no ver nunca mi nombre. Detestaba también el viaje entre la cárcel y el tribunal. Los soldados llevaban un perro al que excitaban para amedrentarme.
Muchas asociaciones de defensa de los derechos humanos reclamaron al Gobierno israelí y solo después de cuarenta y un días de detención pude hacerme hacer un examen sanguíneo para controlar mi estado de salud. Pero nunca tuve derecho ni a una aspirina. Jamás pude recibir una visita en la cárcel y aún ante el tribunal me estaba prohibido hablar con mi familia y saludar a mi padre y a mi madre. Fui liberado el 25 de abril de 2015 y los israelíes otorgaron el permiso de visita a mi familia el 7 de mayo de 2015.
Ahora que he sido liberado, desde luego estoy contento de hallarme nuevamente en familia pero hay otros chicos como yo, otras personas, algunas enfermas sin tratamiento, siempre encerradas.
Hay chicos de apenas diez años. Quiero ser periodista porque quiero describir la verdadera situación, quiero contar a todo el mundo lo que nos hacen los israelíes”.
Elsa Grigaut, periodista independiente ha escrito varios libros relacionados con Palestina: Femmes de Naplouse emprisonnées en Israël (2011), Vivre sous l’occupation (2012), Palestiniennes ! (2013) y Réfugiés (2014).
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y a Rebelión como fuente de la traducción
Fuente: Elsa Grigaut, Info Palestine / Rebelión (Traducido del francés para Rebelión por Susana Merino)