Frente a la complicidad empresarial con el genocidio, solidaridad con la lucha del pueblo palestino
Conferencia de Santiago González Vallejo
El genocidio en Palestina no empezó el 7 de octubre de 2023
«Lo que sucede en Palestina se remonta al siglo XIX, no empezó el 7 de octubre del 2023». De esta manera Santiago González Vallejo, economista y miembro fundador del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe1, inició su exposición en la conferencia denominada «Empresas cómplices del apartheid y la colonización en Palestina» realizada el pasado viernes 31 de enero en el IES Santa Clara de Santander, evento organizado por Interpueblos2.
«Para entender lo que sucede es importante el contexto, no el último acontecimiento. Lo que presenciamos ahora sobre el genocidio en Palestina no empezó el 7 de octubre de 2023; sino que se trata de un proyecto colonial y supremacista en la que se disputa el control total del territorio, para lo cual nos debemos remontar hasta el siglo XIX con la disputa del territorio entre tres grandes potencias imperialistas: Inglaterra, Francia y el sultanato Otomano».
Haciendo un repaso histórico, González Vallejo destacó los principales hitos en la historia de ocupación de territorio palestino por parte del sionismo, los acuerdos internacionales que la han posibilitado y el uso del holocausto judío como justificación para acelerar, una vez terminada la II Guerra Mundial, la apropiación de tierras y la creación de un Estado israelí desplazando a palestinos de sus propios territorios.
Esa visión colonialista considera que la consolidación del Estado de Israel solo puede resolverse con la extinción de Palestina y del pueblo palestino, siendo un proyecto de segregación (apartheid), ocupación y colonialismo. En este sentido hay que identificar que el colonialismo sionista es un «colonialismo de asentamiento o poblamiento3» en el que además de ocupar los territorios palestinos e imponer sus leyes para apropiarse y explotar los recursos, también implica el desplazamiento de la población nativa o su aniquilamiento, para ser sustituida por colonos sionistas llegados de fuera.
El éxito de un proyecto de esta naturaleza solo es posible por el respaldo y financiamiento de corporaciones transnacionales con interés en el territorio, de tal manera que, tanto en el territorio israelí como en las tierras ocupadas, hay presencia de empresas españolas.
Empresas españolas cómplices del apartheid
Es importante señalar a las grandes empresas capitalistas como agentes de la colonización. No es sólo por la vía de las armas que el estado sionista actúa, también busca apropiarse del territorio por vías comerciales contando con millonarios acuerdos con empresas que alimentan la limpieza étnica.
Entre las empresas españolas señaladas de tener acuerdos comerciales con Israel y que con ello son colaboradoras necesarias están, por ejemplo: CAF, empresa ferroviaria y de autobuses que está «inmersa en la construcción y gestión de líneas de tranvía entre la ciudad ocupada de Jerusalén y las colonias próximas, al servicio de las autoridades israelíes de ocupación y facilitando la colonización». También está Edreams, una plataforma digital que cobra comisiones por ofrecer hospedaje y turismo de «bajo costo» que «se lucra con la ocupación y colonización de Palestina ofreciendo alojamientos en las colonias en los Territorios Ocupados por Israel», otra de ellas es OSSA, empresa de los sectores de construcción, energía y minería; por mencionar algunas.
Boicot, Desinversión y Sanciones
De muchas maneras, organizaciones sociales de todo el mundo y en particular del Estado español, vienen impulsando iniciativas para denunciar el accionar de esas empresas cómplices haciendo uso de los marcos jurídicos nacionales, de los Derechos Humanos y del derecho internacional.
Otra de las vías es la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS). Esta es una campaña global de resistencia civil que busca aislar al Estado de Israel y a su sistema de Apartheid a todos los niveles, hasta que cumpla con al menos tres requisitos:
- Poner fin a la ocupación y colonización de todas las tierras árabes y desmantelar el Muro de Anexión y de todas las colonias en territorio ocupado.
- Reconocer el derecho fundamental a la plena igualdad de las y los ciudadanos árabe-palestinos de Israel.
- Respetar, proteger y promover los derechos de las y los refugiados palestinos a regresar a sus hogares y propiedades (derecho al retorno), tal como fue estipulado en la Resolución 194 de la ONU.
De esta forma, las organizaciones palestinas, fundamentan su llamado a acuerpar amplias campañas de boicot comercial, cultural y académico; a llevar a cabo iniciativas de desinversión y a exigir al gobierno la adopción de sanciones contra Israel.
Para la población en general lo más inmediato es el boicot comercial dejando de consumir productos o servicios israelíes y de empresas cómplices -como las antes señaladas-; otras son el boicot deportivo en los campeonatos o escenarios donde participan equipos deportivos israelíes, el boicot cultural a artistas y eventos que persigan limpiar la imagen de Israel. Estas también son formas de solidarizarnos con Palestina.
Solidaridad con la lucha del pueblo palestino
Finalmente, Santiago hizo una reflexión sobre el sentido de la solidaridad con el pueblo palestino -extensivo a la solidaridad internacionalista- «el ruido que hacemos es importante, entiéndase las movilizaciones y concentraciones que se llevan a cabo en las localidades del Estado español para hablar de “lo que pasa allá”; pero también es importante realizar acciones desde acá».
En esa línea se encuentran la organización de grupos solidarios que, en conjunto con gremios de abogados, buscan denunciar a las empresas cómplices haciendo uso de los marcos legales y del derecho internacional.
Y por supuesto, también existen acciones y campañas coordinadas desde la Red de Solidaridad Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP). Una de ellas es la campaña de embargo de armas a Israel y otra las convocatorias estatales que se vienen realizando constantemente desde año y medio para exigir al gobierno español el fin de todo tipo de relaciones con Israel y la imposición de sanciones que sirvan para terminar con el genocidio.
Como podemos concluir, frente a la complicidad empresarial con el genocidio, es necesaria la solidaridad con la lucha del pueblo palestino y su legítimo derecho a resistir y a su autodeterminación «para vivir en paz, en su propia tierra, con todos los derechos».
Santander, 8 de febrero de 2025.
Para más información visita los siguientes sitios web:
BDS España
Interpueblos
Red de Solidaridad Contra la Ocupación de Palestina
Comité de Solidaridad con la Causa Árabe
1 Santiago González Vallejo es economista, cofundador del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (CSCA) hace 40 años. El CSCA es miembro de la Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) y participa contra el bloqueo de Gaza en el movimiento Rumbo a Gaza. Desde hace años realiza un trabajo para evidenciar a las empresas españolas que se lucran con la ocupación y colonización de Palestina y su intento de enmascarar su actividad bajo las fórmulas de Responsabilidad Social Corporativa.
2 Interpueblos es una asociación ligada al Comité de Solidaridad con los Pueblos, organización de solidaridad internacionalista fundada en Cantabria durante el año de 1979.
3 El historiador Jorge Ramos Tolosa, expone que el colonialismo de asentamiento tiene como objetivo fundamental «la creación en el territorio colonizado de una sociedad o patria propia, lo que supone el desplazamiento, la exclusión, la sustitución y/o la eliminación de la población nativa o de su mayor parte». Ramos Tolosa. (2020). Una historia contemporánea de Palestina-Israel. p. 17.
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