Las telecomunicaciones de Gaza: ocupadas y destruidas
Introducción
En el siglo XXI, las telecomunicaciones, en particular Internet, se han convertido en herramientas indispensables en la lucha mundial por la libertad y la dignidad. Para los palestinos de Gaza, que han soportado más de 17 años de bloqueo israelí y muchas más décadas de ocupación colonial israelí, Internet es un salvavidas fundamental: un canal para comunicarse con el mundo exterior y compartir su realidad vivida con una audiencia internacional. Consciente de su potencial, el régimen israelí ha buscado durante mucho tiempo dominar y suprimir el panorama digital palestino.
Los datos de la Oficina Central Palestina de Estadísticas revelan que el uso de Internet entre las personas de 10 años o más alcanzó aproximadamente el 88% en 2022: el 92% en Cisjordania y el 83% en Gaza. Estas estadísticas subrayan la creciente dependencia de los palestinos de Internet para la educación, el trabajo y el comercio, así como su papel vital para superar la fragmentación cada vez más profunda de la sociedad palestina al conectar a las familias a través de las divisiones geográficas y políticas. Aun así, los palestinos de Cisjordania y Gaza se enfrentan a importantes barreras al acceso digital impuestas por la ocupación israelí. En Cisjordania, el gobierno israelí impuso restricciones a las empresas de telecomunicaciones palestinas a las que solo se les concedió acceso a la tecnología 3G en 2018 y a la 4G a principios de 2023. Mientras tanto, atrapó a Gaza en el pasado, con solo acceso 2G, lo que la convirtió en una de las regiones más aisladas digitalmente del mundo. Desde el inicio del genocidio de Israel en Gaza, estos desafíos digitales se han intensificado hasta convertirse en una crisis en toda regla.
En el momento de la publicación de este artículo, ya estaba en marcha la primera fase del acuerdo de alto el fuego entre Hamás y el gobierno israelí. El acuerdo se produce después de que los palestinos de Gaza sufrieran una devastadora guerra genocida de 15 meses de duración que se cobró decenas de miles de vidas y dejó a muchos más heridos. El intenso bombardeo israelí de Gaza ha tenido un efecto catastrófico en su infraestructura, incluida la red de telecomunicaciones. La destrucción sistemática y generalizada de la infraestructura por parte de las fuerzas israelíes ha provocado una disminución alarmante del acceso a Internet y las telecomunicaciones, sumiendo a gran parte de la población en apagones prolongados de las comunicaciones. Sin conectividad, los palestinos de Gaza no han podido acceder a información crucial, solicitar ayuda o mantenerse en contacto con sus seres queridos. El régimen israelí también ha obstaculizado gravemente el sector de la salud, ya que la pérdida de las redes de comunicación interrumpe las respuestas médicas de emergencia. Aunque los municipios han podido realizar algunas mejoras en el acceso a Internet, la conectividad general sigue siendo limitada y ha caído al 80%.
Este informe de políticas examina el impacto devastador de las acciones del régimen israelí sobre la infraestructura de telecomunicaciones y el acceso a Internet en Gaza. Sitúa el ataque de Israel al sector de las comunicaciones en el marco más amplio del neocolonialismo. Explica cómo el dominio de Israel sobre la infraestructura digital palestina fortalece su hegemonía política y económica, que es una de las características más importantes del proyecto colonial sionista. También destaca la resiliencia de los palestinos que resisten los apagones forzados de las comunicaciones. Por último, ofrece recomendaciones prácticas para que la comunidad internacional apoye un mayor acceso digital en Gaza y rompa su dependencia tecnológica de Israel.
El control de Israel sobre el panorama digital de Gaza
El régimen israelí ejerce un amplio control sobre el paisaje digital de Gaza mediante una estrategia multifacética que limita la capacidad de los palestinos de mantenerse conectados entre sí y con el mundo exterior. Este dominio israelí sobre el paisaje digital de Gaza se logra manteniendo al mínimo los avances tecnológicos, destruyendo sistemáticamente la infraestructura de telecomunicaciones, obstaculizando las reparaciones y manipulando la conectividad para favorecer sus intereses. Al mismo tiempo, el gobierno israelí impulsa su discurso, silenciando a los palestinos para amplificar su mensaje y asegurarse la simpatía mundial. Estos esfuerzos interconectados tienen consecuencias de largo alcance para los palestinos, desde su vida cotidiana hasta su bienestar psicológico y su representación internacional.
Limitación de la conexión y manipulación de la conectividad
Desde que comenzó el asedio a Gaza en 2006, el gobierno israelí ha atacado deliberadamente la infraestructura de telecomunicaciones de la zona, bombardeando repetidamente estaciones de transmisión, torres de comunicación e instalaciones de telefonía móvil. Estos ataques, sumados a los apagones deliberados, han dejado la infraestructura de telecomunicaciones en completo desorden. Los proveedores de telecomunicaciones palestinos se enfrentan a severas restricciones para importar equipos de reparación esenciales, como cables de fibra óptica, lo que agrava aún más los daños causadospor los ataques israelíes.
Además, el gobierno israelí controla la esfera electromagnética de Gaza, lo que restringe severamente el acceso palestino a las frecuencias de radio y las conexiones a Internet. Al pasar todas las conexiones de fibra óptica de Gaza a través de su territorio, el régimen israelí garantiza una supervisión y un control completos del flujo de información. Este control permite la manipulación deliberada de la conectividad, lo que impide a los palestinos comunicarse de manera efectiva durante las crisis y suprime su capacidad de organizarse o resistirse a la ocupación.
El control de la infraestructura de telecomunicaciones como herramienta colonial central va más allá de atacar torres de telefonía celular o bloquear equipos esenciales. El gobierno israelí obliga a los palestinos de Gaza a depender de tecnologías obsoletas como las redes móviles 2G, que impiden su capacidad de comunicarse entre sí y conectarse con el mundo exterior. Este control técnico refleja la táctica de contención de la ocupación, manteniendo a Gaza lo suficientemente conectada para sobrevivir pero lo suficientemente aislada para restringir el movimiento de liberación. La restricción de las telecomunicaciones por parte de Israel constituye un elemento invisible de su ocupación, donde el ocupante controla no sólo las fronteras físicas sino también el espacio digital, transformando la tecnología de un medio de liberación en una herramienta de dominación. Esta táctica colonial redefine el concepto de censura, mediante el cual el régimen israelí la utiliza no sólo para silenciar las voces de los pueblos indígenas de la tierra sino también para imponer una realidad en la que los palestinos no pueden controlar sus medios de comunicación.
Ampliando la perspectiva distorsionada de Israel
Este dominio digital desempeña un papel fundamental en la estrategia mediática más amplia de Israel. Al interrumpir con frecuencia el acceso a Internet y a las comunicaciones, el régimen israelí manipula el flujo de información para reforzar las narrativas sionistas y ocultar al mismo tiempo sus atrocidades. Las políticas del gobierno israelí garantizan que los palestinos sean silenciados sistemáticamente, se les impida compartir sus experiencias con la comunidad internacional y se les obligue a un estado de dependencia de la información. Este bloqueo y aislamiento deliberados de Internet garantizan que las perspectivas israelíes dominen el discurso global , marginando las voces palestinas y protegiendo las acciones israelíes del escrutinio. El control de Israel del flujo de información no es sólo una política transitoria, sino más bien parte de una estrategia integral de ocupación digital que allana el camino para el control total del panorama mediático. El consiguiente apagón informativo impuesto a Gaza permite a la ocupación continuar con sus políticas genocidas sin cesar.
Las investigaciones revelan que, durante los momentos clave de las ofensivas militares, Israel no sólo interrumpe la comunicación dentro de Gaza, sino que también bloquea el acceso a plataformas digitales globales que podrían exponer sus violaciones. Al silenciar a los palestinos y moldear las percepciones globales, el régimen israelí utiliza el panorama digital para promover sus objetivos de colonización y ocupación, al tiempo que presenta al mundo una realidad distorsionada del asedio. En este contexto, el control sobre el flujo de información en la esfera digital es una extensión de la ocupación militar, ya que Israel utiliza su narrativa como un medio para remodelar la percepción que el mundo tiene del conflicto.
Mientras el régimen israelí implementa apagones digitales para oscurecer la narrativa palestina, también recurre a tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial para analizar el contenido y monitorear el discurso palestino en las plataformas digitales. Estas prácticas apuntan a controlar lo que se dice, cómo y cuándo se dice. Cabe destacar que esta estrategia se basa en las mismas herramientas tecnológicas a las que el gobierno israelí niega el acceso a los palestinos. Mientras Israel desarrolla su infraestructura digital para presentarse como un refugio de alta tecnología, mantiene a Gaza en un estado de encierro digital, donde las voces palestinas están bloqueadas y el acceso a las últimas tecnologías es limitado.
Las consecuencias: aislamiento, alienación y control narrativo
El control israelí de la conectividad digital de Gaza tiene profundas y múltiples consecuencias. En la práctica, la destrucción y manipulación de la infraestructura de telecomunicaciones altera aspectos críticos de la vida en Gaza, desde la atención sanitaria y la seguridad laboral hasta la capacidad de respuesta ante emergencias. En el plano psicológico, la falta de conectividad fomenta una sensación de miedo y aislamiento, que amplifica los sentimientos de desamparo y desorientación de la población. El régimen israelí utiliza los apagones de las comunicaciones como una forma de castigo colectivo, ya que refuerzan el aislamiento de los palestinos entre sí y del mundo exterior. Estos apagones los privan del contacto con sus familias y amigos que podrían ayudarlos a mitigar el impacto del asedio y la destrucción. Este fenómeno, a menudo denominado “alienación digital”, socava el tejido social esencial para la supervivencia y la resistencia colectivas bajo la ocupación. En consecuencia, los individuos quedan aislados de su sociedad y privados de herramientas cruciales de expresión. Después de todo, Internet es tanto una herramienta de comunicación como un espacio para la resistencia y la existencia. Cuando el régimen israelí niega a los palestinos sus derechos digitales, los priva de herramientas clave para la autodeterminación y la capacidad de desafiar las narrativas de la ocupación.
Hasta octubre de 2023, estos esfuerzos por mantener a los palestinos desconectados también contribuyeron a una narrativa colonial dominante. Al amplificar su propia posición y al mismo tiempo silenciar a los palestinos, Israel logró granjearse la simpatía internacional y evadir la rendición de cuentas por sus acciones, especialmente en una Gaza sitiada. El predominio de la narrativa israelí tiene implicaciones a largo plazo, ya que configura las percepciones de la ocupación y de la lucha palestina por la liberación en general.
Las telecomunicaciones en tiempos del genocidio
Desde el inicio del genocidio en octubre de 2023, Israel ha intensificado su estrategia de atacar la conectividad de Gaza, bombardeando deliberadamente la infraestructura crítica para profundizar el aislamiento y perturbar la resistencia palestina a la ocupación y la colonización. El Centro Árabe para el Avance de las Redes Sociales, 7amleh, estimó que las fuerzas israelíes destruyeron más del 50% de la infraestructura de telecomunicaciones de Gaza y dañaron un 25% adicional. Estas cifras probablemente subestiman el alcance de la devastación, ya que PalTel, la empresa de telecomunicaciones más grande de Palestina, informa que su red sigue estando fuera de servicio en un 80%. En medio de una disponibilidad mínima de energía y cortes constantes, los ataques israelíes y el embargo de materiales de reparación han frustrado los intentos de recuperar los servicios. En una escalada descarada, las fuerzas israelíes han atacado y asesinado repetidamente a los trabajadores de reparación, incluso cuando las organizaciones internacionales compartieron sus coordenadas con el ejército israelí en un intento de garantizar un paso seguro.
La infraestructura que sobrevive depende ahora casi por completo de generadores alimentados por el escaso suministro de diésel, lo que hace que los servicios de telecomunicaciones dependan precariamente de la disponibilidad de combustible. En marzo de 2024, se estimó que la reconstrucción del sector costaría al menos 90 millones de dólares, pero el costo financiero se extiende mucho más allá de la reconstrucción. El valor total de las pérdidas de infraestructura destruidas por las fuerzas israelíes en Gaza alcanzó aproximadamente los 18.500 millones de dólares. El director ejecutivo de la Autoridad Reguladora de las Telecomunicaciones Palestina anunció que las pérdidas directas e indirectas en el sector de las telecomunicaciones se estiman en 500 millones de dólares. Al mismo tiempo, la magnitud de la devastación amenaza la continuidad de los servicios incluso después de que termine el genocidio.
Los efectos de esta destrucción se extienden a sectores críticos de Gaza, en particular perturbando la asistencia sanitaria y las labores humanitarias. Las telecomunicaciones son esenciales para coordinar las operaciones médicas y de socorro, y las interrupciones del servicio han puesto en peligro innumerables vidas. Los hospitales y los servicios de emergencia no pueden comunicarse ni coordinar eficazmente la atención médica, lo que deja a los pacientes sin acceso a la asistencia vital. Médicos Sin Fronteras ha confirmado que los cortes de comunicación ponen en peligro las labores médicas y exacerban el sufrimiento de los civiles. Al mismo tiempo, la Organización Mundial de la Salud ha documentado múltiples muertes como resultado de la incapacidad de contactar a tiempo con los servicios médicos de emergencia.
En un mundo cada vez más digital, la crisis de las telecomunicaciones en Gaza también ha desestabilizado su sector financiero, empeorando las condiciones económicas. Los cortes de Internet han paralizado las transferencias internacionales y locales de dinero, impidiendo a los palestinos acceder a sus cuentas bancarias o realizar transacciones financieras esenciales.1 El cierre efectivo del sistema bancario de Gaza ha desencadenado una grave crisis de liquidez, dejando a las familias sin efectivo para satisfacer sus necesidades básicas.
Estas perturbaciones también han tenido un impacto devastador en el empleo, en particular entre los jóvenes palestinos que antes dependían del trabajo a distancia para mantener su sustento. Con tasas de desempleo superiores al 79% antes de octubre de 2023, el trabajo a distancia en programación, diseño y traducción ofrecía oportunidades de ingresos poco comunes en un territorio asediado donde los viajes y la movilidad están severamente restringidos. Sin embargo, desde que comenzó el genocidio, el acceso irregular a Internet ha obligado a muchos trabajadores remotos a quedarse sin empleo, eliminando una fuente de ingresos vital en un momento en que la hambruna inducida por Israel ha disparado el costo de los bienes esenciales.
La desintegración de las oportunidades de trabajo a distancia es particularmente perjudicial para los jóvenes de Gaza, que se ven desproporcionadamente afectados por la devastación económica. La incapacidad de obtener ingresos en un contexto de aumento vertiginoso de los precios de los alimentos ha provocado un aumento de la pobreza y la desesperación entre este grupo demográfico crítico. Esta profundización de las dificultades económicas entre los palestinos es una consecuencia deliberada de la estrategia colonial de Israel, que pretende controlar y aislar a la población de Gaza, agravando el sufrimiento infligido por el asedio y la violencia genocida.
Estrategias palestinas para afrontar la crisis
A pesar de los enormes desafíos que plantea la imposición por parte de Israel de un bloqueo de las comunicaciones, los palestinos de Gaza han demostrado una notable resistencia al aislamiento durante todo el genocidio. Han desarrollado estrategias innovadoras para comunicarse entre sí y con el mundo exterior, entre ellas:
- Uso de tarjetas SIM israelíes: Éstas ofrecen opciones de comunicación alternativas, pero están sujetas a prohibiciones o suspensiones periódicas por parte de la ocupación israelí, lo que pone de relieve la dependencia impuesta incluso en los esfuerzos por superar el aislamiento.
- Dependencia de tarjetas SIM egipcias: en el sur de Gaza, especialmente cerca de la frontera con Egipto, los palestinos han utilizado tarjetas SIM egipcias como Vodafone y Etisalat, lo que les permite una conectividad limitada.
- Tecnología eSIM: Los chips digitales permiten la conexión a redes externas sin necesidad de tarjetas SIM físicas. Sin embargo, esto requiere smartphones nuevos y costosos y la activación previa de Internet, lo que limita la accesibilidad.
- Redes WiMAX locales: las familias y las empresas han establecido pequeñas redes localizadas que utilizan tecnologías WiMAX para proporcionar acceso a Internet en una zona amplia. Sin embargo, estas redes no son totalmente fiables debido al control israelí de las líneas de Internet.
A pesar de estos esfuerzos de adaptación para sortear el apagón de las telecomunicaciones, los palestinos de Gaza siguen sin poder acceder libremente a Internet o a la información de forma estable. La infraestructura dañada y los cortes constantes revelan que estas estrategias de supervivencia son soluciones temporales, incapaces de proporcionar una conectividad duradera. Restringir el acceso a los servicios de telecomunicaciones forma parte de la estrategia de la ocupación para imponer un estado de deterioro permanente a los palestinos. En otras palabras, el gobierno israelí controla y debilita deliberadamente la infraestructura de telecomunicaciones para mantener a Gaza en un estado de dependencia técnica.
Sin embargo, la resistencia palestina a la hegemonía de Israel en los ámbitos de la tecnología y la información no consiste simplemente en superar obstáculos técnicos, sino que es esencial para contrarrestar los intentos de aislar a los palestinos y suprimir su derecho a la libre determinación. En ese sentido, los palestinos han venido utilizando la tecnología no sólo como medio de supervivencia, sino también como herramienta de firmeza y desafío a la dependencia tecnológica que les ha impuesto el régimen sionista.
Recomendaciones
Las siguientes recomendaciones tienen por objeto mitigar los efectos del aislamiento digital deliberado del pueblo palestino por parte del régimen israelí. Su objetivo es mejorar las capacidades de comunicación durante las crisis y amplificar la narrativa palestina a nivel mundial superando la dependencia tecnológica. También sugieren formas para que los palestinos recuperen sus derechos digitales en el marco de la lucha de liberación más amplia.
- Facilitar la entrega de equipos esenciales a través de organizaciones humanitarias: las organizaciones humanitarias internacionales con acceso a Gaza deben hacer todos los esfuerzos posibles para asegurar la entrada de equipos de telecomunicaciones esenciales, incluidos dispositivos de comunicación inalámbrica, teléfonos satelitales y baterías recargables. Estas organizaciones deben trabajar rápidamente para entregar estos equipos a Gaza. Dar prioridad a la distribución de estas herramientas a los grupos más afectados y vulnerables es esencial para mantener el flujo de información.
- Organizar redes y recursos de voluntarios: Ante la interrupción constante de los servicios de Internet y telecomunicaciones, resulta crucial organizar redes de voluntarios a nivel local y de barrio. Estas redes pueden ayudar a mantener la comunicación comunitaria mediante tecnologías básicas o tradicionales, como teléfonos móviles con Bluetooth, sistemas de mensajería inalámbrica, centralitas locales o redes de radio sencillas. Además, el establecimiento de centros de emergencia digitales equipados con baterías de larga duración y tecnologías de comunicación básicas puede proporcionar servicios esenciales durante las emergencias, asegurando que las familias reciban información oportuna sobre seguridad, distribución de ayuda y esfuerzos de socorro. Esta red de comunicación a nivel local puede reducir significativamente el impacto del aislamiento total durante los ataques.
- Evitar los algoritmos de las redes sociales: dada la censura y las restricciones algorítmicas que se aplican a los contenidos palestinos en las redes sociales, es fundamental implementar estrategias que eviten estas barreras y aumenten el alcance de las voces palestinas. Los métodos creativos, como el uso de símbolos alternativos como la sandía, pueden ayudar a evitar la detección automática. La distribución de contenidos en múltiples plataformas puede ampliar aún más su alcance, garantizando que la censura digital no silencie las narrativas palestinas.
- Aumentar la presión internacional para detener los ataques a la infraestructura de telecomunicaciones: los responsables políticos mundiales deben ejercer una presión constante para exigir el fin de los ataques israelíes a la infraestructura de telecomunicaciones en Gaza. Asimismo, deben dedicar recursos a documentar las violaciones israelíes y presentarlas a organismos internacionales como el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Estas iniciativas deben exigir medidas de rendición de cuentas por los ataques israelíes a las redes de comunicaciones esenciales. De hecho, la comunidad internacional debe exigir responsabilidades a Israel por la destrucción de infraestructura crítica para disuadirlo de volver a hacerlo en el futuro.
- Fortalecer la resistencia digital: fortalecer la resistencia digital es fundamental para empoderar a los palestinos que viven bajo el asedio israelí. Para ello es necesario capacitarlos en habilidades de trabajo a distancia, lo que les permitirá continuar con su empleo y sus estudios a pesar de las barreras físicas y tecnológicas impuestas por la ocupación. Apoyar iniciativas que proporcionen acceso a servicios de Internet y espacios de trabajo seguros ayudará a los palestinos a desarrollar una economía digital sostenible, que les ofrezca independencia económica y oportunidades de autosuficiencia. Fortalecer esta resistencia mejora la vida cotidiana de los palestinos y refuerza su capacidad para desafiar la ocupación a través de la tecnología.
- Recuperar la soberanía digital: La Organización para la Liberación de Palestina y la Autoridad Nacional Palestina deberían activar su membresía en las Naciones Unidas para exigir el derecho del pueblo palestino a beneficiarse del espectro electromagnético como recurso soberano vital para el desarrollo tecnológico y económico. Esto incluye plantear casos legales en foros internacionales, como la Unión Internacional de Telecomunicaciones, para obtener compensación por los daños sufridos por las empresas del sector privado como resultado de las restricciones israelíes y la destrucción sistemática de la infraestructura. Esto también requiere fortalecer los esfuerzos diplomáticos con los Estados miembros para adoptar resoluciones que condenen estas restricciones y documenten las pérdidas económicas sufridas por los palestinos. Los diplomáticos palestinos deberían cooperar con las organizaciones y los expertos internacionales para destacar la importancia de la soberanía digital palestina y su papel en la promoción del desarrollo sostenible.
- Invertir en tecnología: En cooperación con las instituciones educativas y el sector privado, cualquier futuro gobierno palestino debe adoptar una estrategia nacional integral de transformación digital que se ajuste a los requisitos de la Cuarta Revolución Industrial. Esto incluye la digitalización de los servicios gubernamentales y el uso de tecnologías de inteligencia artificial para mejorar la eficiencia y la velocidad de la prestación de servicios, así como el desarrollo de una plataforma nacional para apoyar el trabajo a distancia de los recién graduados y los desempleados. También se deben aumentar las asignaciones a la investigación científica para apoyar la innovación tecnológica y se deben establecer centros de capacitación técnica dirigidos a estudiantes de todas las edades. Las leyes y legislaciones deben estimular la inversión en el sector tecnológico, especialmente en las empresas emergentes, y fortalecer la ciberseguridad para proteger los datos y los sistemas digitales palestinos.
- Recurrir al software de código abierto: aumentar la confianza en el software de código abierto es un paso estratégico para lograr la independencia tecnológica y reducir la dependencia de la tecnología importada. Un futuro gobierno palestino, junto con las instituciones educativas, debería desarrollar un plan integrado para adoptar el software de código abierto en todos los sectores y, al mismo tiempo, ofrecer programas de capacitación para que los jóvenes desarrollen y modifiquen este software en lenguajes de programación abiertos. También debería haber cooperación con empresas internacionales especializadas en software de código abierto para adaptarlo a las necesidades del mercado palestino. Este paso requiere diseñar y desarrollar soluciones de software personalizadas para diversos sectores palestinos, centrándose en la creación de capacidades propias en gestión de redes e ingeniería de sistemas digitales.
Por último, en vista de los graves desafíos digitales que enfrentan los palestinos bajo la ocupación israelí, se ha vuelto imperativo adoptar estrategias a largo plazo encaminadas a lograr la independencia tecnológica y liberar a la economía y la sociedad palestinas de la dependencia impuesta. Las recomendaciones anteriores no se limitan a abordar las crisis actuales, sino que más bien presentan sugerencias para un futuro en el que los palestinos dependan de sus capacidades para construir una economía digital sostenible y una sociedad capaz de enfrentar los desafíos tecnológicos.
- Basado en una entrevista con empleados del Banco de Palestina el 8 de octubre de 2024.
- Ali Abdel-Wahab: Ali Abdel-Wahab trabaja como analista de datos y asistente de evaluación y seguimiento en el Instituto Tamer para la Educación Comunitaria en Gaza, con más de 7 años de experiencia en Monitoreo, Evaluación, Rendición de Cuentas y Aprendizaje (MEAL) en el sector humanitario. Tiene una licenciatura en informática y está muy interesado en los macrodatos y las ciencias sociales computacionales. Ali pretende aprovechar estas herramientas en su investigación sobre economía política, transformación digital, sociedad en red y dominio tecnológico e informativo, en particular en lo que respecta a Palestina. Ha publicado numerosos artículos y trabajos académicos y está comprometido con el desarrollo de soluciones innovadoras para respaldar la toma de decisiones y la gestión eficaz de políticas.
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