La activista y defensora de derechos humanos saharaui Aminetu Haidar recibe el premio Right Livelihood en Estocolmo. Erik Simander / TT via AP.
Amnistía Internacional está en condiciones de revelar que la destacada activista de los derechos humanos Aminetu Haidar ha sido atacada con el programa espía Pegasus de NSO Group en los últimos meses.
El análisis efectuado por el Laboratorio sobre Seguridad de Amnistía Internacional concluyó que dos teléfonos pertenecientes a la defensora de los derechos humanos saharaui fueron atacados e infectados en fecha tan reciente como noviembre de 2021, sólo unos meses después de que las revelaciones sobre el Proyecto Pegasus causaran conmoción en el mundo.
“El hecho de que Aminatou Haidar haya sido atacada con el programa espía Pegasus hace sólo unos meses es una prueba más de que empresas como NSO Group seguirán facilitando la comisión de violaciones de derechos humanos a menos que sean objeto de una regulación adecuada”, ha afirmado Danna Ingleton, directora adjunta de Amnesty Tech.
“Esta última revelación muestra que las políticas de derechos humanos de NSO Group carecen de sentido en la práctica. En la investigación sobre el Proyecto Pegasus, Amnistía Internacional ha mostrado en repetidas ocasiones pruebas periciales de uso indebido de Pegasus desde 2019 en Marruecos y en más de una decena de países, pero NSO Group no ha tomado medida alguna para impedir que continúen las violaciones de derechos humanos causadas por sus herramientas en Marruecos.
“NSO Group debe rendir cuentas por el papel que ha desempeñado en los ataques de que han sido objeto Aminatou Haidar y otros valientes activistas de Marruecos y el Sáhara Occidental.”
Aminatou Haidar es una defensora de los derechos humanos del Sáhara Occidental, galardonada en múltiples ocasiones por su activismo pacífico, entre otros con el Premio de Derechos Humanos Robert F. Kennedy en 2008, el Premio al Coraje Civil en 2009 y el Premio Right Livelihood en 2019.
Tras recibir por correo electrónico alertas de seguridad de Apple en las que se advertía que sus teléfonos podían haber sido blanco de atacantes patrocinados por el Estado, Aminatou Haidar se puso en contacto con la Right Livelihood Foundation, que la remitió al Laboratorio sobre Seguridad de Amnistía Internacional para que realizara análisis periciales. El Laboratorio sobre Seguridad confirmó entonces los ataques y la infección con el programa espía Pegasus de NSO Group.
El análisis de Amnistía Internacional mostró que uno de los teléfonos de Haidar contenía rastros de ataques de Pegasus que se remontaban a septiembre de 2018, y otros rastros de infección de fechas tan recientes como octubre y noviembre de 2021 en el otro. Amnistía Internacional compartió la documentación pericial del teléfono de Haidar con personal de investigación del Citizen Lab de la Universidad de Toronto, que confirmó de forma independiente las infecciones de Pegasus de octubre y noviembre de 2021.
Esto indica claramente que la sociedad civil en Marruecos y el Sáhara Occidental sigue siendo blanco de ataques ilegítimos con software espía Pegasus, a pesar de la documentación por Amnistía Internacional de un amplio historial de uso indebido.
Estos ataques a defensores y defensoras de los derechos humanos forman parte de la intensificación de la represión de la disidencia pacífica en Marruecos. La continuidad del abuso de herramientas de NSO Group en el país indica que las autoridades marroquíes no respetan ni protegen el derecho a la libertad de expresión, de asociación y de reunión pacífica.
Además, la reiterada inacción de NSO Group a la hora de tomar medidas con respecto al uso indebido de sus herramientas indica que incumple sus responsabilidades en materia de derechos humanos de no contribuir a la comisión de violaciones de derechos humanos y que no ha obrado con la diligencia debida en materia de derechos humanos para mitigar los daños causados.
Amnistía Internacional proporcionó datos pormenorizados de estos abusos a NSO Group en múltiples ocasiones, primero en octubre de 2019 con los casos de Maati Monjib y Abdessadak El Bouchattaoui; en junio de 2020 con el caso del periodista Omar Radi; y en julio de 2021 con las revelaciones sobre el Proyecto Pegasus, incluido el caso del periodista marroquí en el exilio Hicham Mansouri y Claude Mangin, pareja de Naama Asfari, activista saharaui encarcelado en Marruecos.
Las autoridades marroquíes cuestionaron las últimas conclusiones y adujeron falta de “pruebas materiales”. NSO Group no respondió antes de la fecha de publicación, pero con anterioridad se ha negado a confirmar o desmentir que las autoridades marroquíes hagan uso de sus tecnologías.
Desde las primeras revelaciones sobre el Proyecto Pegasus, se han descubierto objetivos de países como Palestina, El Salvador, Polonia y Bélgica, lo que pone de relieve la amplia gama de abusos y violaciones de derechos humanos cometidos mediante el uso del programa espía Pegasus de NSO Group.
“No se puede confiar en que las empresas de software espía como NSO Group se regulen a sí mismas, y pedimos de nuevo la suspensión inmediata de la venta, transferencia y uso de tecnología de software espía hasta que se establezca un marco regulador de derechos humanos”, ha afirmado Danna Ingleton.
Información complementaria
El Sáhara Occidental es un territorio disputado por Marruecos, que se lo anexionó en 1975 y reclama su soberanía sobre él, y el Frente Polisario, que pide un Estado independiente allí y ha establecido un autoproclamado gobierno en el exilio en los campos de refugiados de Tinduf, en el suroeste de Argelia.
En un acuerdo de 1991, auspiciado por la ONU y que puso fin a los combates entre Marruecos y el Frente Polisario, se pidió un referéndum para que la población del Sáhara Occidental eligiera entre la independencia y la integración en Marruecos. El referéndum sigue sin celebrarse. En los últimos años se ha vuelto cada vez más difícil el acceso de observadores externos al Sáhara Occidental, a medida que la situación de los derechos humanos sigue deteriorándose.
No hay comentarios:
Publicar un comentario