La campaña Banca Armada y el Movimiento de Solidaridad con Palestina intervienen en las Juntas de Accionistas del Banco Santander y de CaixaBank para denunciar sus inversiones en empresas armamentistas
Campaña Banca
Armada
El estudio demuestra que el Santander concedió, entre 2021 y 2023,
al menos dos mil millones de euros en préstamos a al menos 3
empresas armamentísticas que ahora contribuyen y se están beneficiando de la
guerra contra Gaza.
La campaña Banca Armada y el Movimiento de Solidaridad con Palestina, han
participado esta mañana en las Juntas de Accionistas del Banco Santander y de
Caixabank, en representación de 35 accionistas críticos que
previamente habían delegado el voto. Los ocho activistas han denunciado la
financiación de ambos bancos a empresas relacionadas con fabricación de armas,
también nucleares, y el negocio de las fronteras. Han destacado, además, la
vinculación del Banco Santander con el genocidio que está llevando a cabo
Israel contra el pueblo palestino.
Santiago González Vallejo,
interviniendo en representación del Movimiento de Solidaridad con Palestina, ha
señalado el Banco Santander como financiador de empresas armamentistas que
producen y venden a Israel, que les hace corresponsables y cómplices
necesarios “no solo de la confiscación de tierras, destrucción de
hogares, desplazamiento forzoso y encarcelamiento de palestinos, sino también
del genocidio que actualmente está perpetrando el proyecto sionista en Gaza.”
Aunque Banco Santander asegura
apoyar la inversión siguiendo criterios ASG que sería realizada atendiendo a
valores sociales, ambientales y de desarrollo sostenible, el activista ha
destacado el informe Untenable Investments publicado por
‘Don’t Bank on the Bomb’ en febrero de 2024. El estudio demuestra que el Santander
concedió, entre 2021 y 2023, al menos dos mil millones de euros en
préstamos a al menos 3 empresas armamentísticas que ahora contribuyen y
se están beneficiando de la guerra contra Gaza.
Según el informe, Santander ha
financiado Boeing con 1.567 millones de euros en
préstamos y créditos, uno de los principales proveedores de
armas de Israel, que la Fuerza Aérea israelí ha utilizado ampliamente para
cometer crímenes de guerra. También Rolls Royce, con
869.5 millones de euros, responsable de la fabricación de tanques
usados por Israel en la Franja de Gaza, incluso en sus ataques de noviembre
contra el Hospital Shifa y el Hospital Indonesio. Ha financiado
también, con 261.5 millones de euros en préstamos, a Leonardo que
fabrica los cañones navales Oto Melara instalados en los buques de guerra Sa’ar
de la Armada israelí, utilizados para disparar contra objetivos en Gaza.
González ha expuesto más datos a
los accionistas: “con 7.871 millones de euros en préstamos y
suscripciones entre 2020 y 2023, se encuentra en el séptimo lugar
(entre 674 entidades financieras) de financiación a 11 empresas que desarrollan
proyectos de infraestructuras y construcción en territorios palestinos ocupados
ilegalmente, y que colaboran con el ejército israelí en la construcción de
muros, puntos de control y otros dispositivos esenciales para la ocupación
armada”. Esta cifra se ha casi duplicado desde el último informe de 2018-2021
en el que se estimaba en 4.349 millones el número total de préstamos
concedidos. Entre 2018 y 2021, el Santander fue el segundo acreedor
europeo de Caterpillar, con 857 millones de euros, empresa que
produce los bulldozers blindados D9, cruciales para la invasión de Gaza.
También financió con 675 millones a MAN Group, que
proporciona piezas integrales de un arma antidisturbios (el Skunk) diseñada
específicamente para la ocupación militar israelí y utilizada en la represión
en manifestaciones y protestas.
En su turno, Eloi Gutiérrez, en
nombre de la campaña Banca Armada, ha vinculado el Banco Santander con empresas
fabricantes de armas nucleares, que llevan más de tres años prohibidas por el
Tratado por la Abolición de las Armas Nucleares ratificado a día de hoy por
hasta 70 países, pero que todavía se siguen produciendo. El Tratado además de
prohibir la producción y el comercio de armas nucleares y sus componentes,
también prohíbe que se asista o se ayude de cualquier forma para que esta
producción y distribución se produzca.
De nuevo, el informe de “Don’t Bank on the Bomb”, vincula el
Santander a empresas implicadas en la producción de armas nucleares como
Airbus, Honeywell International, Boeing, Safran, Peraton Rolls Royce, Leonardo
y Thales. “Concretamente, entre enero de 2021 y agosto de 2023 su banco
ha financiado a 8 de las 24 principales empresas de armas nucleares a nivel
mundial”, alcanzando los 5.987 millones de euros de financiación, lo que
representa un aumento de casi 35% desde el informe anterior. “En un
contexto como el que vivimos, se hace más necesario que nunca exigir que bancos
como el Santander dejen de financiar empresas que fabrican armas nucleares”, ha
añadido en nombre de la Campaña.
La activista ha resaltado el
récord anual de beneficios: Banco Santander ha pulverizado su récord anual de
beneficios, ganando 11.076 millones de euros el último año. Los activistas han
pedido a los presentes que dediquen parte de los beneficios a promover el
desarme y la paz. Con una advertencia: “no nos contesten que ya tienen una
política de RSC en materia de defensa que aplican con mano férrea. Los
datos demuestran que su política o no es aplicada o no sirve para nada de lo
que se propone.”
De Madrid a València, la Campaña
Banca Armada también ha estado presente en la Junta de Accionistas del
Caixabank. David Montesinos, activista de la campaña, ha puesto el foco en la
creciente militarización de fronteras, responsable de la muerte de miles de
personas. Ha señalado las cifras recogidas en la Frontera Occidental
Euroafricana, donde se encuentran algunas de las rutas migratorias más
mortíferas del mundo: “Según el último informe de la organización Caminando
Fronteras, solo en el año 2023 hubo 6.618 víctimas mortales, que equivale a 18
muertes diarias de personas migrantes y refugiadas”.
Según el activista, Caixabank
se encuentra en la cuarta posición del ránking español de la Banca Armada y la
militarización de fronteras, habiendo invertido entre 2020 y 2022 más de 182
millones de dólares en empresas del sector armamentista. Desde el año 2020,
CaixaBank ha adquirido 5 millones de euros en bonos de Indra,
empresa que dedica alrededor del 27% de su producción a desarrollar electrónica
militar, simuladores de vuelo y sistemas de tiro y de defensa electrónica que,
entre otras cosas, se utilizan para la militarización de fronteras. Indra
también se encarga del Sistema Integral de Vigilancia Exterior, que está
situado por toda la costa sur de España.
En estos últimos 3 años,
CaixaBank también ha concedido créditos y préstamos por valor de 49 millones de
euros al Grupo Eulen, empresa que gestiona los Centros de Estancia
Temporal de Inmigrantes de Ceuta y Melilla, donde, señala Montesinos, se
cometen graves violaciones a los derechos humanos como denuncian, entre otros,
Amnistía Internacional. Y por último, Accenture: Caixabank invirtió
16 millones de euros en acciones de esta empresa, que ha conseguido contratos
millonarios para desarrollar el sistema de control de fronteras de la Unión
Europea, el Sistema de Coincidencia Biométrica.
Javi Toca, a su turno, ha vuelto
a señalar la relación financiera que mantiene Caixabank con la industria de las
armas en general y, en concreto, con empresas fabricantes de armas
nucleares. “Durante el período 2021-2023 han facilitado préstamos por
un valor de más de 102 millones de euros a Boeing, quinto fabricante mundial de
armas”, responsable de componentes clave para misiles y sistemas de misiles
nucleares estadounidenses, como el Minuteman, el Trident y el Standoff, así
como para las bombas nucleares B-61.
El activista ha finalizado su
intervención con una llamada a frenar la espiral armamentista: “La existencia
de más armas nucleares no evita su uso, sino que hace más probable su
proliferación y la pérdida de control sobre su posible utilización por parte de
gobiernos o grupos armados. Dediquen los 102 millones que han destinado a la
proliferación nuclear y de armas de guerra a promover el desarme y la paz.”
La campaña de incidencia
empresarial, que empezó el 15 de marzo en la Junta de Accionistas del BBVA,
finalizará el 10 de abril con el turno del Banco Sabadell. Recordad
que, si eres accionista de una de esta entidad y no apruebas su política de
inversiones en la industria armamentista, puedes cedernos tus acciones para que
intervengamos en tu nombre el día de la junta. Puedes consultar cómo hacerlo aquí.
INTERVENCIONES COMPLETAS DE LAS
ACTIVISTAS DE LA CAMPAÑA:
– Intervención de Eloi Gutiérrez aquí
– Intervención de Santiago González
aquí
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