lunes, 21 de julio de 2014

La cifra de muertos en la ofensiva sobre Gaza asciende ya a 330. Sólo el último día han fallecido más de 70 personas


La cifra de muertos en la ofensiva sobre Gaza asciende ya a 330. Sólo el último día han fallecido más de 70 personas 
“Hasta ahora, han muerto más niños en los ataques israelíes que militantes palestinos”, indicó el comunicado de los grupos, entre los que se encuentra la organización War Child and Defence for Children International (Defensa Internacional de los niños).“Desde el 8 de Julio hasta el 19 de Julio han muerto al menos 73 niños palestinos como consecuencia de los bombardeos y ataques de las fuerzas aéreas, navales y de tierra israelíes”, dijo Catherine Weibel, de Unicef, a la AFP.
Un total de 53 eran niños y 20 niñas. Más de la mitad eran menores de 12 años.

LA CULTURA NO PUEDE TAPAR LOS CRÍMENES DEL APARTHEID ISRAELÍ

Convocamos a todas la población solidaria con el pueblo palestino a concentrarse el jueves 24 de julio a las 20h, frente al Teatro Jovellanos en el Paseo de Begoña -Gijón para denunciar la complicidad del Ayuntamiento con las políticas ilegales de Israel. 


LA CULTURA NO PUEDE TAPAR LOS CRÍMENES DEL APARTHEID ISRAELÍ
Convocamos a todas la población solidaria con el pueblo palestino a concentrarse el jueves 24 de julio a las 20h, frente al Teatro Jovellanos en el Paseo de Begoña -Gijón para denunciar la complicidad del Ayuntamiento con las políticas ilegales de Israel. Esta concentración solo será desconvocada si el Ayuntamiento responde a las demandas previamente detalladas.
Carta a la atención de
Carta a la atención del Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón.

A la atención del Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón.

La convocatoria de un boicot Cultural y Académico a Israel (http://www.bdsmovement.net/) se extiende por el mundo seguida por numerosas Universidades e Instituciones, por intelectuales y artistas que piden el fin de la ocupación y rechazan la política israelí de apartheid y la violación de los Derechos Humanos en Palestina. Se hacen protestas por la presencia oficial de Israel en festivales de cine, conciertos y otros eventos culturales que nos quieren presentar con total "normalidad" a un estado que, desde su creación en 1948, incumple todas las resoluciones de Naciones Unidas y no acata la condena del Tribunal Internacional de La Haya.

Con el régimen de apartheid en Sudáfrica, ya se aplicó el boicot cultural, económico, deportivo y turístico. Las sanciones impuestas por la ONU y la respuesta internacional propiciaron el cambio democrático. El boicot no va dirigido a los artistas israelíes como individuos, ni a un pueblo; va dirigido a las instituciones estatales y oficiales que sustentan la política segregacionista de Israel. El boicot responde al llamamiento de profesores, cineastas y artistas palestinos.

En 2005, la Asociación de Profesores Universitarios del Reino Unido votó en Asamblea el boicot a las Universidades de Haifa y Bar-Ilam y a las Instituciones Académicas israelíes. Esta decisión sentó precedente. En diciembre de 2006, John Berger y otros 93 autores y académicos apoyan el boicot; Brian Eno, Leon Rosselson, Elia Suleiman, Cornelia Parker, Sophie Fiennes, Eduardo Galeano, Miguel Littin y Arundhati Roy, entre otros. y actualmente se han unido otros intelectuales, artistas y científicos de la talla de Stephen Hawking, Mira Nair, Emma Thompson, Naomi Klein, Iain Banks, Elvis Costello, Pixies o el guitarrista Santana.

Ken Loach declaró que no participará en el Festival de Cine de Haifa ni otros eventos institucionales de Israel. Roger Waters respaldó esta forma no violenta de resistencia. Hay que destacar que importantes figuras públicas israelíes también se adhieren a esta campaña. En febrero de 2007 hubo protestas ante la actuación de la Orquesta Filarmónica de Israel en Los Ángeles. En Sevilla se denunció la presencia oficial israelí en el Festival Womax y en el Festival de Cine 2006.

El Comité de Solidaridad con la Causa Árabe y la Red Estatal contra la Ocupación de Palestina nos sumamos al boicot y pedimos a las instituciones asturianas y estatales que excluyan a Israel de estar oficialmente representado en eventos culturales, deportivos y artísticos; asimismo pedimos que nuestro país, de forma oficial, no participe ni mantenga intercambios de esta índole con el estado israelí. No aceptamos que, en nombre de la Cultura, se legitime la ilegalidad de Israel.

Hoy, celebrar, representar o invitar oficialmente a un estado que no se atiene a las normas de Derecho Internacional y viola los Derechos Humanos es una clara connivencia con ese estado.

Israel necesita una legitimidad política y moral que no merece; necesita un reconocimiento que, precisamente, el profesorado, los intelectuales y el mundo de la cultura no debe darle.

Apelamos a universitarios, profesores, músicos, artistas, intelectuales y trabajadores de la cultura (incluidos ministros, consejeros y concejales del ramo) a seguir el boicot y llevar un claro mensaje de solidaridad al pueblo palestino.

El Comité de Solidaridad con la Causa Árabey solicita y La Red Solidaria Contra la Ocupación de Palestina (RESCOP) http://boicotisrael.net/ que atendiendo al llamamiento de artistas palestinos e internacionales al boicot cultural contra el sistema colonial y de Apartheid que es hoy en día el Estado israelí,el Ayutamiento de Gijón suspenda el contrato con el grupo israelí "Rhythm in motion". http://www.teatrojovellanos.com/eventos/show/28491-rhythm-in-motion-sheketak

- ¿Por qué el boicot a "Rhythm in motion"?

· Por formar parte de la cortina de humo que oculta los crímenes del estado sionista de Israel y que le permite aparecer ante el resto del mundo como un país “normal”, joven, dinámico, democrático, culto, divertido, amable, multicultural… mientras continúa pisoteando la legalidad internacional y los derechos de la población palestina.

Aunque "Rhythm in motion" se define como grupo independiente y no se consideran embajadores de Israel, de hecho se han convertido en un instrumento, quizás involuntario, de la propaganda israelí, que presenta a Tel Aviv y "Rhythm in motion" como símbolos del cosmopolitismo y la diversidad de Israel.

- Por vivir en una burbuja que les impide ver la limpieza étnica y el apartheid que sufre la población palestina.

"Rhythm in motion" ha declarado: “Nuestro arte no tiene nada que decir a nivel político. Tomamos una carretera diferente, no venimos de un frente político o religioso".

¿Es posible que ignoren lo que su país está haciendo?, ¿es posible callar en un lugar donde las violaciones de los derechos humanos, asesinatos y torturas incluidos, son continuas y masivas, y además en tu nombre y por tu seguridad?, ¿se le puede llamar a esto política?, ¿ puede ser el arte algo puro?, ¿es posible actuar como si no pasara nada?

Como recordó el arzobispo sudafricano Desmond Tutu: “Si eres neutral en situaciones de injusticia has elegido el lado del opresor”.
Formamos parte de la comunidad internacional y no queremos ser neutrales, nos negamos a ser cómplices. Por ello, pedimos el boicot a "Rhythm in motion". Israel es uno de los principales peligros para la seguridad mundial.

Gijón, a 24 de Junio de 2.014

Comité de Solidaridad con la Causa Árabel Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Gijón.

Declaración institucional de apoyo al pueblo palestino enviada a la Junta despues de haber tenido una reunión con los cinco grupos parlamentarios de Junta General del Principado de Asturias




Con motivo de la declaración del 2014 como el Año Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino por la Asamblea General de Naciones Unidas, el Parlamento Asturiano reclama:
-          El cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas.
-          El respeto absoluto de los derechos humanos de palestinas y palestinos.
-          El principio de retorno de las personas y comunidades a las tierras y casas de las cuales fueron expulsadas.
-          Que cesen los bombardeos y el bloqueo sobre la franja de Gaza, la situación en la Franja es insufrible dado que “Gaza ya está en una situación muy dramática, provocada por un estado de sitio que dura ya 12 años y haber sufrido tres guerras en ocho años, que se traduce en miles de muertos y heridos así como constantes cortes de energía y agua potable”.
Según la Cuarta Convención de Ginebra, todas las colonias israelíes son ilegales y constituyen crímenes de guerra, por esto se deben rechazar.
Apoyar los esfuerzos legislativos como el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea por el que los productos israelíes originarios de las colonias construidas en los territorios palestinos ocupados (TPO) no cumplen los acuerdos UE – Israel.
Estas decisiones son una respuesta a la creciente iniciativa internacional del movimiento por el boicot, desinversión y sanciones (BDS). El movimiento de BDS surge de una llamada por la justicia realizada por el propio pueblo palestino, similar al llevado a cabo en Sudáfrica. Es un movimiento no-violento, liderado por los palestinos, que busca forzar al gobierno israelí a cumplir con las leyes internacionales en lo que respecta al trato recibido por el pueblo palestino.
El Parlamento Asturiano no escatimará esfuerzos en contribuir desde Asturias a construir un orden internacional bajo el respaldo de la legalidad internacional, un mundo en el que la fuerza quede siempre sometida al derecho y realizamos un llamamiento a un arreglo negociado para una paz justa y duradera.


Asturias, 18 de Julio de 2014

El genocidio progresivo de Israel en el gueto de Gaza


Ilan Pappe
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

En un artículo publicado en septiembre de 2006 en The Electronic Intifada calificábamos la política israelí referente a Gaza de genocidio progresivo.

Por desgracia, el actual ataque de Israel a Gaza indica que esta política continúa con toda su furia. El término es importante ya que sitúa adecuadamente la brutal acción de Israel (la de entonces y la de ahora) en un marco histórico más amplio.

Se debe insistir en este contexto ya que la maquinaria de propaganda israelí intenta una y otra vez caracterizar sus políticas como políticas situadas fuera de contexto y convierte el pretexto para una nueva oleada de destrucción que en cada ocasión encuentra en la principal justificación para otra serie de matanzas indiscriminadas en los campos de la muerte de Palestina.

El contexto

La estrategia sionista de caracterizar sus políticas brutales como una respuesta ad hoc a tal o cual acción palestina es tan vieja como la propia presencia sionista en Palestina. Se utilizó continuamente como justificación para implementar la visión sionista de una futura Palestina en la que habría muy pocos palestinos originarios, si es que había alguno.

Los medios para lograrlo fueron cambiando con los años, pero la fórmula sigue siendo la misma: sea cual sea la visión sionista de un Estado judío, solo puede materializarse sin una cantidad significativa de palestinos y palestinas en él. Y hoy en día la visión es la de un Israel que se extiende sobre la casi totalidad de la Palestina histórica en la que todavía viven millones de palestinos y palestinas.

Como todas las anteriores, la actual oleada genocida también tiene unos antecedentes más inmediatos. Nació de un intento de frustrar la decisión palestina de formar un gobierno de unidad al que ni siquiera Estados Unidos pondría objeciones.

El fracaso de la desesperada iniciativa de “paz” del secretario de Estado estadounidense John Kerry legitimó el llamamiento palestino a las organizaciones internacionales de detener la ocupación. Al mismo tiempo los palestinos se ganaron una vez más el reconocimiento internacional debido al prudente intento del gobierno de unidad de crear una vez más una estrategia para coordinar las políticas de los diferentes grupos y agendas palestinos.

Ya desde junio de 1967 Israel buscó la manera de mantener los territorios que había ocupado ese año sin incorporar a la población palestina originaria como ciudadanos de pleno derecho. Al mismo tiempo participó en una farsa de un “proceso de paz” para encubrir sus políticas unilaterales de colonización a base de hechos consumados o para ganar tiempo.

Durante décadas Israel diferenció entre las zonas que quería controlar directamente y aquellas que controlaba indirectamente, y ello con el objetivo a largo plazo de reducir la población palestina al mínimo por medio, entre otras cosas, de la limpieza étnica y la asfixia tanto económica como geográfica.

La ubicación geopolítica de Cisjordania da la impresión, al menos en Israel, de que es posible lograr esto sin que se prevea un tercer levantamiento o demasiada condena internacional.

Debido a su excepcional ubicación geopolítica, la Franja de Gaza no se prestaba tan fácilmente a esta estrategia. Ya desde 1994 y todavía más cuando Ariel Sharon llegó al poder como primer ministro a principios de la década de 2000 la estrategia respecto a Gaza fue convertirla en un gueto y de alguna manera esperar que su población (que a día de hoy asciende a 1.800.000 personas) cayera en el olvido eterno.

Pero resultó que el gueto era rebelde y que no estaba dispuesto a vivir en unas condiciones de asfixia, aislamiento, hambruna y colapso económico. Por consiguiente, había que continuar con las políticas genocidas para volver a enviarlo al olvido.

El pretexto


El 15 de mayo las fuerzas israelíes asesinaron a dos niños palestinos en la ciudad cisjordana de Beitunia. Un vídeo grabó su asesinato a sangre fría a causa de los disparos de un francotirador. Sus nombres, Nadim Nuwara y Muhammad Abu al-Thahir, se sumaron a una larga lista de asesinatos similares en los últimos meses y años.

Puede que el asesinato de tres adolescentes israelíes, dos de ellos menores, que habían sido secuestrados en la ocupada Cisjordania en junio, fuera una represalia por el asesinato de los dos niños palestinos. Pero proporcionó a todas las depredaciones de la opresiva ocupación el pretexto para en primer lugar y sobre todo destruir la delicada unidad en Cisjordania, pero también para llevar a cabo el viejo sueño de eliminar a Hamás de Gaza con el fin de que el gueto recuperara la calma.

Desde 1994, incluso antes de que Hamás llegara al poder en Gaza, la muy peculiar ubicación geopolítica de la Franja hizo evidente que toda acción de castigo colectivo, como la que se está llevando a cabo ahora, solo podría ser una operación de asesinatos y destrucción masivos. En otras palabras, un genocidio progresivo.

El hecho de reconocer esto no impide a los generales que dan órdenes bombardear a la población por tierra, mar y aire. Reducir la cantidad de palestinos y palestinas de toda la Palestina histórica sigue siendo una visión sionista. En Gaza su implementación adopta su forma más inhumana.

Como en el pasado, el momento particular en el que se ha llevado a cabo esta oleada está determinado por otras consideraciones. Continúa el descontento social interno de 2011 y durante un tiempo el público israelí pidió recortar los gastos militar y dedicar a servicios sociales dinero del inflado presupuesto de “defensa”. El ejército calificó esta posibilidad de suicida.

No hay nada como una operación militar para acallar cualquier voz que pida a un gobierno que recorte sus gastos militares.

En la actual oleada también aparecen las típicas características de etapas anteriores de este genocidio progresivo. Se puede ver una vez más el apoyo generalizado judío israelí a la masacre de civiles en Gaza sin que haya una sola voz disidente significativa. En Tel Aviv las pocas personas que se atrevieron a manifestarse en contra de la masacre fueron golpeadas por fanáticos judíos mientras la policía se mantenía al margen y observaba.

Como siempre, las instituciones académicas se convierten en parte de la maquinaria. La prestigiosa universidad privada Centro Interdisciplinar Herzliya ha establecido un “cuartel general civil” en el que los alumnos se prestan a ejercer de altavoz de la campaña de propaganda en el extranjero.

Los medios de comunicación participan lealmente sin mostrar imagen alguna de la catástrofe humana que esta provocando Israel e informando a su público de que esta vez “el mundo nos comprende y nos apoya”.

Esta afirmación es hasta cierto punto válida ya que las elites políticas occidentales siguen concediendo al “Estado judío” la impunidad de siempre. Con todo, los medios no han concedido a Israel el mismo nivel de legitimidad que este buscaba para sus políticas criminales.

Entre las obvias excepciones encontramos a los medios franceses, especialmente France 24, y la BBC, que de manera vergonzosa siguen repitiendo como loros la propaganda israelí.

Esto no es sorprendente ya que los grupos de presión a favor de Israel continúan trabajando sin descanso para presionar a favor de Israel tanto en Francia como en el resto de Europa, como hacen en Estados Unidos.

El camino que tenemos por delante


Actos como quemar vivo a un adolescente palestino de Jerusalén, matar a tiros a otros dos solo por diversión en Beitunia o asesinar a familias enteras en Gaza son todos ellos actos que únicamente se pueden perpetrar si se deshumaniza a la víctima.

Reconoceré que por todo Oriente Próximo hay actualmente casos espantosos en los que la deshumanización ha cosechado horrores inimaginables como los de hoy en Gaza. Pero hay una diferencia fundamental entre estos casos y la brutalidad israelí: en todo el mundo se condenan los primeros por ser brutales e inhumanos, mientras que el presidente de Estados Unidos, los dirigentes de la Unión Europea y otros amigos de Israel en el mundo autorizan y aprueban públicamente los que comete Israel.

La única lucha fructífera posible contra el sionismo en Palestina es una lucha basada en un programa de derechos humanos y civiles que no diferencie entre unas violaciones y otras, aunque diferencie claramente entre la víctima y los victimarios.

Habría que juzgar con los mismos principios morales y éticos tanto a quienes cometen atrocidades en el mundo árabe contra minorías oprimidas y comunidades indefensas como a los israelíes que cometen estos crímenes contra el pueblo palestino. Todos ellos son criminales, aunque en el caso de Palestina llevan más tiempo actuando que ningún otro.

La identidad religiosa de quienes cometen estas atrocidades o en nombre de qué religión pretenden hablar en realidad no tiene importancia alguna. Ya se califiquen a sí mismos de yihadistas, judaístas o sionistas habría que tratarlos a todos de la misma manera.

Un mundo que dejara de utilizar un doble rasero en su trato con Israel sería un mundo mucho más eficaz en sus respuesta a los crímenes de guerra en cualquier otra parte del mundo.

Poner fin al genocidio progresivo en Gaza y restituir los derechos humanos y civiles básicos de los y las palestinas estén donde estén, incluido el derecho al retorno, es la única manera de abrir una nueva perspectiva de una intervención internacional productiva en Oriente Próximo en su conjunto.

Nota:

[1] “Genocide in Gaza”, http://electronicintifada.net/content/genocide-gaza/6397; en castellano traducido por Chelo Ramos, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=37450 

Ilan Pappe es autor de varios libros [entre ellos La limpieza étnica de Palestina], además de profesor de historia y director del Centro Europeo de Estudios Palestinos de la Universidad de Exeter.

Fuente: http://electronicintifada.net/content/israels-incremental-genocide-gaza-ghetto/13562

Situacion de gaza segun Caritas Jerusalen

"Gaza ya está en una situación muy dramática, provocada por un estado de sitio que dura ya 12 años y haber sufrido tres guerras en ocho años, que se traduce en constantes cortes de energía y agua potable, y una elevada tasa de desempleo. Esta guerra complicará aún las vidas ya de por sí miserables de sus habitantes y aumentará su sufrimiento", dice Cáritas Jerusalen

¡PAREMOS LA MASACRE DEL PUEBLO PALESTINO!

SÁBADO 12 DE JULIO A LAS 20h
SEMANA NEGRA 2014



miércoles, 9 de julio de 2014

La cronología de un incidente cotidiano


Santiago González Vallejo
Comité de Solidaridad con la Causa Árabe

Debo a mi amigo Manuel Fernández Cuesta,editor y colaborador de Mundo Obrero y rebelión.org ya fallecido, el ser consciente de los storytelling o los marco de referencia que señalaba Lakoff como elementos que son ideología y que, a su vez, construyen ideología.
Digo lo anterior porque, sin sorprenderme, he visto en estos días multiplicada una cronología en los medios de comunicación y en conversaciones inexacta e inundada de un marco de referencia o storytelling adecuada a la narrativa sionista.
Así, es común oír estos días que el adolescente palestino Mohamad Abu Jedir fue torturado y asesinado por aparentemente un grupo de sionistas como venganza del aparente secuestro y asesinato de tres israelíes sionistas, Eyal Yifrah, Gilad Shaar, y Naftali Frenkel. Todos estos crímenes se han producido en los Territorios Ocupados por el ejército israelí.
En el mejor de los casos, se dice que la búsqueda de los israelíes (uno de ellos con pasaporte estadounidense) hizo que ese ejército de ocupación asesinara a 7 palestinos. Esto sin cuantificar los bombardeos que se producen en Gaza y en la zona sur de la parte reconocida internacionalmente como Estado de Israel y que sólo ha ocasionado muerte a los palestinos gazatíes.
Esa cronología es falaz e interesada.
Unos días antes del aparente secuestro de los israelíes sionistas, hubo dos asesinatos racistas de dos palestinos que se manifestaban el día de Al Nakba, 15 de mayo. Los mataron aparentemente soldados francotiradores israelíes impunemente. Sin protestas ya sea del Cuarteto o de un tal Toni Blair. Estaban desarmados. Protestaban los palestinos contra los ocupantes de su tierra; contra un Muro ilegal que muerde Cisjordania y que la Comunidad Internacional tiene el deber, reiterado por la Corte Internacional de Justicia, de hacer lo posible para obligar a Israel a destruirlo y resarcir a sus víctimas; a favor del reconocimiento al derecho al retorno de los refugiados palestinos; a favor de la libertad de los más de 5.000 presos y presas palestinos; reclamando un derecho a la movilidad y a poder visitar o comerciar con los otros palestinos, sea cual sea el lugar donde se encuentren; por una autonomía personal y económica, esclavizada por esos guetos o bantustanes y los infinitos check point.En resumen la cronología se podía haber puesto en la ocupación israelí y las consecuencias de la lucha contra la ocupación y por un estado democrático palestino.
Esa es la cronología. La lucha constante del pueblo palestino. Conformada en múltiples formas, en estas décadas. Una lucha contra la ocupación. Y los incidentes no son aislados de la ocupación. No se puede hacer una cronología que su marcador de tiempo ‘cero’ sea el que quiera el ocupante y que algunos medios de comunicación repiten que facilita su narrativa o marco de explicación, como si no existiera lo que explica el porqué de cada incidente, unido al anterior y que explicará, mientras esta dure, el siguiente.

¡La ocupación estúpidos!

Desproporcion

Lo que eufemísticamente llamamos a veces “desproporción” de la respuesta israelí forma parte también de esta rutina constituyente. Esa “desproporción” sirve, desde luego, para ocultar la ocupación. La idea misma de “desproporción”, como la de “venganza”, presupone una acción agresiva anterior, siempre primera, la del enemigo al que se responde. Pero al mismo tiempo la “desproporción”, como he escrito otras veces, se justifica a sí misma, se “carga de razón” y parece tanto más legítima cuantos más medios emplea y más víctimas deja. Es tanta la “desproporción” militar que ella misma señala, con sus bombas de racimo y sus nubes de humo, una desproporción moral u ontológica: la que separa la justa sed de justicia o, al menos, de venganza, propia de los israelíes, cuyo mal se mantiene así en las fronteras de lo humano, y la inhumanidad inexplicable, gratuita y chapucera de los palestinos.
Santiago Alba Rico

Inhumanos palestinos





Tras el secuestro y asesinato de Mohamed Abu Khdeir, palestino de 16 años, la policía israelí -nos dicen los periódicos- “investiga si se debe a un ataque de venganza de extremistas por el asesinato de tres adolescentes israelíes” pocos días antes. Parece razonable investigar las razones de un asesinato y detener a sus autores, pero esta misma “investigación” revela la anomalía estructural sobre la que se asientan las prácticas policiales en Israel. Cuando hace dos semanas tres adolescentes israelíes fueron secuestrados y luego asesinados, ni la policía ni el gobierno israelí se tomaron la molestia de investigar si no se trataría quizás de un ataque de venganza por la ocupación, los derribos de casas, las humillaciones, las torturas, los arrestos masivos y los bombardeos. El gobierno israelí acusó inmediatamente a Hamas, a pesar de su rechazo de toda responsabilidad, y desencadenó una operación -digamos- rutinariamente policial en la que el ejército de ocupación encarceló a 420 palestinos, registro más de 2000 casas y mató a cinco personas, tres de ellas también adolescentes.Ni el gobierno israelí ni los gobiernos europeos ni la mayor parte de nuestros periódicos considerarán que esta “operación militar” pueda justificar una respuesta “legítima”; peor aún: ni siquiera considerarán que esta “operación” pueda provocar a su vez una bárbara venganza. La idea de venganza -como la que han cometido esos “extremistas” israelíes en la persona del chiquillo Mohamed Abu Khdeir- implica asumir que se ha sido víctima de un agravio o una injusticia anteriores; y si la reacción puede considerarse irracional e incluso delictiva, presupone en cualquier caso un dolor inmenso y una arrebatada sed de justicia. Incluso la “bárbara venganza” está reservada, por lo tanto, a los israelíes, sensibles al dolor y capaces de distinguir entre el bien el mal y por eso mismo de cometer a veces un pequeño mal cegados por la ira, el sufrimiento y el -digamos- “exceso de bien”. Los palestinos no es que no puedan defenderse legítimamente de una ocupación ilegal; es que ni siquiera son los suficientemente humanos para vengarse. ¿Vengarse de qué? Eso supondría admitir actos anteriores, y responsabilidades aurorales, y entonces la “investigación policial” se convertiría en una investigación histórica muy peligrosa para la existencia misma de Israel.
En definitiva, los palestinos ni se defienden ni se vengan. Cada ataque palestino es siempre el primero, el que inaugura todas las respuestas, y sólo se funda en el mal radical de sus autores -antisemitismo o simple nihilismo tautológico. Reconocer en los palestinos un “deseo de venganza” sería lo mismo que introducir la historia en Israel, que es por definición autógena y eterna. Pero negar a los palestinos incluso el más irracional y hasta delictivo “deseo de venganza” implica asimismo negarles la más elemental humanidad. Al contrario de lo que se pretende a menudo, la negación de humanidad de los palestinos no es racismo o no es sólo racismo. Es un imperativo técnico-político: reconocer su humanidad obligaría a los israelíes a cuestionar la propia y a cuestionar también, en la raíz, la fundación e historia de su Estado. Los palestinos no pueden ser ni siquiera “vengativos”. Son sencillamente el mal metafísico y animal: la negación radical, como las células cancerosas (metáfora frecuentemente utilizada por los sionistas). La inhumanidad palestina esta inscrita, como el carácter “judío” del Estado, en la declaración de independencia de Israel. No se puede renunciar a una cosa sin renunciar a la otra.
Lo que eufemísticamente llamamos a veces “desproporción” de la respuesta israelí forma parte también de esta rutina constituyente. Esa “desproporción” sirve, desde luego, para ocultar la ocupación. La idea misma de “desproporción”, como la de “venganza”, presupone una acción agresiva anterior, siempre primera, la del enemigo al que se responde. Pero al mismo tiempo la “desproporción”, como he escrito otras veces, se justifica a sí misma, se “carga de razón” y parece tanto más legítima cuantos más medios emplea y más víctimas deja. Es tanta la “desproporción” militar que ella misma señala, con sus bombas de racimo y sus nubes de humo, una desproporción moral u ontológica: la que separa la justa sed de justicia o, al menos, de venganza, propia de los israelíes, cuyo mal se mantiene así en las fronteras de lo humano, y la inhumanidad inexplicable, gratuita y chapucera de los palestinos.
Olvidada la “desproporción” original de la ocupación, aceptada por todos la “desproporción” militar como una señal de la humanidad, tal vez excesiva, de los israelíes y de la inhumanidad de los palestinos, a los que no se reconoce ni el dolor humano suficiente como para desear vengarse, nada tiene de raro que hayamos visto y leído en todos los periódicos las fotografías y los nombres de los adolescentes israelíes asesinados y hayamos tenido que ir a buscar trabajosamente la imagen y el nombre de Mohamed Abu Khdeir. Estoy seguro de que hasta hace años esta “desproporción” era el resultado de consignas expresas y manipulaciones conscientes. Hoy probablemente no hace ya falta y esto da prueba de la victoria simbólica de Israel. Hoy sencillamente la mayor parte de los occidentales, periodistas, analistas y ciudadanos normales, precisamente porque entienden el concepto de justicia y lo defienden, consideran normal que los israelíes tengan nombre, cara y sentimientos -pues son de “los nuestros”, es decir humanos- mientras que los palestinos no pueden tenerlos, ni siquiera a los 16 años, porque la declaración de independencia del Estado judío de Israel -y las “desproporciones” con que se afirma cotidianamente- excluyen esta posibilidad. La madre, el padre, los tíos, los hermanos de Mohamed no se vengarán: se excluirán, y con ellos a todos sus connacionales, de la humanidad.
La condición misma de la liberación de Palestina -en una versión u otra, incluso haciendo concesiones en términos de justicia histórica- es la rehumanización mediática de los palestinos. Porque son responsables de su deshumanización, a los medios de comunicación occidentales hay que exigirles que colaboren en su rehumanización. Sólo cuando los palestinos tengan nombre y cara y la muerte de uno de sus niños nos resulte tan inaceptable como la de un israelí (qué digo: bastaría con que la muerte de diez, de cien palestinos nos pareciera tan inaceptable como la de un único israelí), sólo cuando nos revolvamos en nuestros asientos viendo el rostro limpio y hermoso de Mohamed, idéntico al de cualquier español de esa misma edad, habremos avanzado algo hacia una solución de la “cuestión palestina”. Porque entonces empezaremos a comprender que la verdadera cuestión que hay que solucionar es en realidad la “cuestión israelí”. Eso es lo que Israel más teme: la humanidad de los palestinos. Eso es lo que todos, por el más elemental sentido de la decencia y la empatía humanas, por el más responsable de los pragmatismos políticos, debemos hacer brillar bajo el sol.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

jueves, 3 de julio de 2014

Actualidad de Palestina


NACIONAL/INTERNACIONAL
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NOTA  DE PRENSAMadrid, 1 de Julio 2014
La Red de Solidaridad contra la Ocupación de Palestina siente mucha indignación y una gran preocupación ante la escalada de las operaciones militares  lanzadas contra población civil palestina desde la suspensión por Israel de las llamadas negociaciones de paz a finales de abril y la creación de un gobierno de unidad nacional entre Fatah y Hamas.
Estos ataques se intensificaron con la desaparición el pasado 12 de junio de 3 colonos israelíes menores de edad cuando hacían autostop en una carretera de Cisjordania, al lado de la colonia de Gush Etzion y cerca de la ciudad cisjordana de Hebrón. Durante la operación de búsqueda, el Ejército israelí mató a 8 civiles palestinos, arrestó a más de 500 personas y asaltó casas, instituciones, universidades y sedes de ONG y revistas.
El hallazgo el 30 de junio por el Ejército de los cuerpos de los jóvenes asesinados aparentemente poco tiempo después de su desaparición, ha dado lugar a más actos de violencia contra población palestina por parte de colonos israelíes y a una operación militar de castigos colectivos de envergadura. La misma tarde del  30 de junio, el Ejército inició la operación de castigo contra las familias de los dos palestinos al que el gobierno israelí imputa el triple asesinato, y demolió sus casas. También sometió a la Franja de Gaza a más de treinta bombardeos, en el que murió un joven palestino.
El ejército israelí cerró anoche la ciudad de Hebrón que suele ser considerada como la máxima expresión del Apartheid israelí por el acoso y la violencia que los colonos fundamentalistas que residen allí infligen a los habitantes autóctonos.  En los ataques en Hebrón, un palestino ha sido asesinado por disparo del Ejército. Mientras los discursos que animan a las represalias contra los palestinos se extienden entre la población colona y la derecha israelí, Netanyahu ha anunciado que Israel le haría pagar un precio alto a Hamas, al que acusa de estar detrás del secuestro, responsabilidad que este partido ha negado rotundamente. 
El gobierno de Israel parece no asumir la responsabilidad que le corresponde en la muerte de los tres menores israelíes al ser el arquitecto de la política colonial que utiliza a civiles israelíes como instrumento de anexión territorial. El transfer de población civil israelí a los territorios ocupados constituye una violación de la IV Convención de Ginebra y ha sido condenada por el Tribunal Internacional de Justicia de la Haya el 9 de julio 2004.
Este mes justamente, hace 10 años que este tribunal ordenó a Israel desmantelar el Muro de Anexión y Apartheid así como los asentamientos construidos ilegalmente, restituir las tierras anexionadas a Palestina y a reparar a los palestinos y palestinas por los daños causados. También exigía de la comunidad internacional que no reconociera ni prestara ayuda o asistencia a las colonias, y que actuara para poner fin a la situación creada por el Muro de Anexión y al régimen colonial asociado.
Para el bien de todos y todas, ya es hora de que Israel abandone definitivamente sus políticas coloniales, de Apartheid y de limpieza étnica contra el pueblo palestino. Con este fin y consciente de la voluntad de muchas personas de solidarizarse con el pueblo palestino, el movimiento de solidaridad ha lanzado una campaña global durante el mes de julio contra la impunidad de Israel. En este marco, la RESCOP lanzó el pasado 9 de junio una campaña de firmas #YoNOComproApartheid para poner fin a la complicidad comercial con el régimen colonial y de Aparheid israelí (www.boicotisrael.net/yonocomproapartheid).

La RESCOP también llama a los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil condenar los castigos colectivos y expresar su solidaridad con el pueblo palestino y a garantizar al fin, el cumplimiento de la sentencia del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya del 9 de Julio de 2004. 

Yo no compro apartheid, ¡firma por Palestina!

El 9 de julio 2014, hará 10 años que el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya exigió el desmantelamiento del Muro de Anexión y Apartheid construido por Israel en territorio palestino. Pero Israel se niega a acatar esta sentencia y sigue apropiándose impunemente tierras, recursos y vidas palestinas.
Con motivo del décimo aniversario de esta sentencia histórica, la Red de Solidaridad contra la Ocupación de Palestina lanza una campaña de adhesión ciudadana al boicot de los productos israelíes en señal de protesta contra las políticas de Apartheid, ocupación, despojo, colonización y asedio impuestas por Israel al pueblo palestino. Al adherirme a la campaña #YoNOcomproApartheid, afirmo que no quiero que mi cesta de la compra beneficie al Apartheid israelí.

¿Por qué #YoNOComproApartheid?

Yo no compro apartheid
Campaña #YoNOComproApartheid. Descarga aquí en máxima calidad.
  •  Porque 66 años desde la expulsión de entre 700 y 950 mil palestinos y palestinas y la confiscación de sus viviendas, tierras y propiedades, ningún refugiado o refugiada ha podido retornar a sus casas ni ha recibido reparación.
  •  Porque han transcurrido 47 años desde la ocupación de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este, y estos territorios siguen bajo control militar israelí.
  •  Porque 10 años después de la Sentencia del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya que exigió el desmantelamiento del Muro, Israel mantiene impunemente esta infraestructura de Apartheid.
  •  Porque desde el inicio de las supuestas conversaciones de paz iniciadas en agosto 2013 y suspendidas a finales de abril por Israel, este país ocupante ha autorizado la construcción de 14.000 nuevas viviendas israelíes en asentamientos ilegales, 3226 de ellas en Jerusalén Este; ha asesinado a 61 personas palestinas y herido a 1751; ha demolido 508 viviendas, escuelas, fábricas y demás construcciones palestinas; ha desplazado a 899 y arrestado a 3300 palestinos y palestinas.
  •  Porque Israel no ha cesado de colonizar la tierra palestina y de expoliar al pueblo palestino de sus recursos, negando su autodeterminación y violando sus derechos fundamentales, con total impunidad.
  •  Porque sus políticas discriminatorias contra los palestinos y palestinas han sido comparadas con las que los Boers aplicaron a la población sudafricana, y el Tribunal Russel sobre Palestina, en su audiencia en Ciudad del Cabo en 2011, las calificó de Apartheid.
  •  Porque la Unión Europea es el primer destinatario de las exportaciones israelíes, y gran parte de estos productos son fabricados ilegalmente en territorio ocupado palestino, y porque las empresas que los comercializan en nuestro país nos engañan, vendiéndolos como si fueran fabricados en territorio israelí.
  •  Porque no quiero ser cómplice de esta violación del Derecho Internacional Humanitario, y me resisto a comprar productos israelíes.
  •  Porque a través de la campaña global no-violenta de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel, puedo además contribuir a detener la injusticia, las violaciones de Derechos Humanos y los crímenes de guerra cometidos por Israel contra la población palestina.
  •  Porque quiero que en nuestros pueblos y ciudades, se vayan abriendo espacios libres de apartheid israelí, en los que no se vendan productos fabricados en este país o en las colonias construidas ilegalmente en territorio palestino.
Por todo ello, apoyo esta campaña de firmas y te invito a que tú también hagas público tu deseo de consumir de forma responsable y solidaria con el pueblo palestino.

¡Firma!

#YoNOComproApartheid

 
 
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