martes, 25 de octubre de 2011

A pesar del trueque de presos, Gaza sigue encarcelada

Raji Sourani y Eyad el Sarraj
Al-Yasira

Traducción para Rebelión de Loles Oliván
El acuerdo de intercambio de presos concluido entre Israel y Hamas ha supuesto alivio a miles de familias impacientes por que sus seres queridos volvieran a casa. En medio de la prolongada y beligerante ocupación de Israel, somos testigos de un singular momento de celebración unificada de Israel y Palestina. Sin embargo, este acontecimiento, y la resultante fanfarria de los medios, no deben distraer la atención de la trágica realidad subyacente.

Los problemas reales que exigen atención se centran en los 63 años de ocupación beligerante de Israel y en la rutina de las violaciones del derecho internacional perpetradas por las fuerzas de ocupación. El ejemplo más claro de ello es el cierre absoluto impuesto por Israel a la Franja de Gaza.

Israel inició por vez primera su política de cierre en la Franja de Gaza en 1991. En los últimos años la reforzó progresivamente tras la elección del presidente Abbas, la detención de Gilad Shalit y la toma de posesión [del gobierno] por parte de Hamas de la Franja de Gaza. Hoy en día, el cierre es absoluto.

1,8 millones de palestinos en Gaza están separados del resto de Palestina y del mundo exterior. Esta asfixia económica y psicológica ha diezmado la economía de Gaza, situando la dependencia, el desempleo, la pobreza y la ayuda a niveles récord. Toda una generación ha quedado aislada y sin acceso al mundo exterior.

Los civiles se han colocado en el ojo del huracán. Las repetidas incursiones, ataques y la ofensiva israelí en 2008-2009 contra la Franja de Gaza han ido dirigidas contra la población civil: sus casas, sus bienes y sus medios de subsistencia económica. Miles de casas y decenas de miles de hectáreas de tierra agrícola han sido sistemáticamente arrasadas. Hoy en día, el 35% de la tierra agrícola de Gaza está fuera del alcance de los agricultores, aislada en una ilegal “zona de amortiguación” impuesta por Israel.

Mediante su cierre, Israel ha atentado públicamente y sin rubor contra civiles, las denominadas por el Derecho internacional humanitario “personas protegidas”.

Israel se ha referido explícitamente a su política de cierre como una forma de “guerra económica” diseñada para presionar a Hamas a través de la población civil. Uno de los objetivos declarados del cierre ha sido la liberación de Gilad Shalit, y la operación de los pasos fronterizos ha estado vinculada a su situación.

El cierre de la Franja de Gaza es, sin duda, ilegal. Es una forma de castigo colectivo prohibido explícitamente por el Derecho internacional consuetudinario y por el artículo 33 de la Cuarta Convención de Ginebra. Uno no necesita ser abogado para entender la ilegalidad y la inhumanidad del cierre. Es abiertamente y sin ambigüedades, ilegal, y los que participan en su creación y su aplicación son responsables penalmente.

Hasta la fecha, la comunidad internacional ha hecho la vista gorda frente a este castigo colectivo. Se han emitido declaraciones anodinas que se refieren al cierre como “insostenible”. El resultado ha sido la institucionalización de la ilegalidad. Mientras Tony Blair comprueba en la actualidad las cuotas de café y mayonesa, 1,8 millones de personas siguen siendo castigadas ilegalmente y viendo cómo se socava su propia dignidad.

Que se intensifique y se perpetúe esta realidad implica que el imperio de la ley está absolutamente ausente. La historia de la ocupación se ha caracterizado por persistentes violaciones del Derecho internacional y por la total impunidad por tales crímenes. Ni una sola vez un alto dirigente militar o político israelí ha tenido que rendir cuentas de acuerdo con lo que claramente exige el Derecho internacional.

Las consecuencias han sido más violaciones del Derecho internacional y la continuación del sufrimiento de civiles. La impunidad se ha vuelto tan omnipresente y las violaciones del Derecho internacional tan rutinarias, que hoy por hoy, Israel se siente cómodo admitiendo públicamente que su política de cierre está dirigida contra la población civil.

Lo que se requiere es la aplicación y el cumplimiento del Derecho internacional. Esto no es una invención de Gaza o de Palestina. Se trata de un derecho humano fundamental. También es una necesidad urgente: si se nos niega el imperio de la ley, los palestinos estamos condenados a la ley de la selva. Ello no constituye únicamente una violación de nuestros derechos humanos, sino que allana el camino para un futuro sin justicia, sin paz y sin seguridad.

Saludamos la liberación de los presos, pero se trata de una medida puntual. 1.8 millones habitantes de Gaza permanecen encerrados en la cárcel a cielo abierto más grande del mundo. La comunidad internacional no puede permitir que continúe este delito. Los palestinos deben ser tratados como iguales y sus derechos humanos deben ser respetados y protegidos.

El pretexto de la detención de Shalit ya no existe como motivación (aberrante) del cierre. La ilegalidad de este castigo colectivo ha sido confirmada por todas las organizaciones de derechos humanos y por el Comité Internacional de la Cruz Roja. No se trata de una cuestión política sino que atenta contra la esencia de la humanidad que compartimos y exige una acción inmediata.

No hay alternativa a la justicia.

*Raji Sourani es director del Centro Palestino para los Derechos Humanos, con sede en Gaza. Eyad Sarraj es psiquiatra palestino y fundador y director médico del Programa Comunitario de Salud Mental de Gaza.

Fuente: http://english.aljazeera.net/indepth/opinion/2011/10/20111021103340280648.html
Publicado en Rebelión-25-10-2011

jueves, 13 de octubre de 2011

Puede que Israel no sobreviva al actual Despertar árabe-musulmán

Information Clearing House
Traducción para Rebelión de Loles Oliván
Tres semanas después de ser nombrado decimonoveno Director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) por el presidente Obama, en enero de 2009, y durante su primer día en el cargo, que fue el 12 de febrero de 2009, Leon Panetta, en la actualidad secretario de Defensa estadounidense, firmó un informe “solo para la CIA” que acababa de concluir su nueva agencia.
Como se supo en aquel momento, el informe de la CIA predecía la desaparición de Israel en 20 años en caso de que las tendencias políticas del momento en la región continuasen. Los analistas de inteligencia de la CIA concluían que era poco probable que los dirigentes israelíes garantizasen siquiera concesiones mínimas para lograr un acuerdo con sus vecinos, que integraban a poblaciones cada vez más desilusionadas las cuales, de manera rápida y creciente, buscarían dignidad y justicia.
El informe de la CIA señalaba que los responsables israelíes se sentían envalentonados apoderándose de tierras palestinas por el enorme respaldo que Israel recibía de la dirección de Egipto, de Túnez, de Arabia Saudí, de Bahréin, de Jordania y de otros tres líderes árabes.
Israel y sus dos grupos de presión más poderosos de Estados Unidos, el Congreso estadounidense y el AIPAC, silenciaron rápidamente el Informe de 2009 y con el tiempo, únicamente se reconocieron siete copias, una para el AIPAC y las demás para miembros selectos de entre los partidarios de Israel en los comités claves del Congreso.

En el curso de las reuniones que tuvieron lugar la semana pasada con responsables israelíes, ambas partes eran conscientes que el estudio de 2009 de la CIA estaba presente incluso aunque Panetta no fuera el primero en referirse a él.

El presidente Obama envió a Panetta a participar en una discusión franca que incluía el desagrado de la Casa Blanca por las repetidas humillaciones de Netanyahu al presidente durante los últimos 18 meses y las amenazas israelíes de cortar la ayuda judía a la campaña de la reelección de Obama en 2012.
Panetta emitió declaraciones públicas que permitieron a Netanyahu poner el mejor rostro hasbara en las reuniones y agradecer al secretario de Defensa de Estados Unidos que “ayude a mejorar las relaciones de Estados Unidos e Israel”.
Panetta repitió en una conferencia de prensa con su homólogo israelí, el ministro de Defensa Ehud Barak, algunas generalizaciones señaladas. “En este tiempo dramático para Oriente Próximo, cuando se han producido tantos cambios, no es una buena situación que Israel se quede cada vez más aislado. Y eso es lo que está ocurriendo”, declaró.
En privado, según fuentes de Washington, la atmósfera fue muy diferente. Panetta dejó claro que habida cuenta de los recientes cambios en los países de Oriente Próximo y Norte de África, refiriéndose a la Primavera Árabe y al Despertar Islámico, a Israel se le está acabando el tiempo vertiginosamente. Y que su única opción era hacer la paz con los palestinos y con sus vecinos, o perecer.
Durante el franco y a veces acalorado debate, Panetta dijo a los israelíes que se estaba acabando el tiempo para la solución de dos Estados, lo que significa que se acaba el tiempo de un Israel sionista, y que al igual que el apartheid en Sudáfrica tras los años de Reagan, la época del apuntalamiento estadounidense de Israel se acerca a su fin.

Aparentemente dando vueltas al tema de que Estados Unidos es incapaz de seguir financiando a Israel en términos reales con más de 6 mil millones de dólares anuales y que pueda seguir garantizando la Ventaja Militar Cualitativa de Israel (QME, en sus siglas en inglés), Panetta dijo a los israelíes que estaba fuera de cuestión dados los problemas internos de Estados Unidos y el proceso estadounidense de una considerable aunque parcial retirada de la región.

En discrepancia con la incapacidad y creciente falta de voluntad estadounidense de seguir apuntalando la “Ventaja Militar Cualitativa” de Israel surge la supuestamente inocua Ley Naval de transferencia de buques de 2008 promovida en el Congreso un mes antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2008 por uno de quienes ejercen un lobby permanente a favor de Israel, el representante Howard Berman.
En su esencia, esta ley encadena a todo presidente estadounidense con la obligación legal de garantizar que Israel mantenga su dominación militar en Oriente Próximo.

Está diseñada para asegurar que la hegemonía regional de Israel lo sea por mandato legal a través de la “Ventaja Militar Cualitativa” de Israel. El Gobierno de Estados Unidos debe garantizar que “la venta o exportación de artículos o servicios de defensa no afectará a la superioridad militar cualitativa de Israel por encima de cualquier amenaza militar para Israel”.
La expresión “ventaja militar cualitativa” significa la capacidad de combatir y derrotar a cualquier amenaza militar convencional creíble que provenga de cualquier Estado individual, posible coalición de Estados, o de actores no estatales, al tiempo que garantiza daños y bajas mínimas mediante el uso de medios militares superiores que se posean en cantidad suficiente, incluyendo armas, comandos, control, comunicación, inteligencia, vigilancia, y la capacidad de reconocer que sus características técnicas son superiores a las de tal coalición, Estado individual o actores no estatales.
Según lo informado, Panetta recordó a Ehud Barak durante las acaloradas discusiones entre los dos ministros de Defensa, la declaración de un general egipcio en 1973 según lo contó entonces el presidente Nixon. Según Nixon, un responsable israelí preguntó a un general egipcio convaleciente en el hospital: “A ustedes los árabes, les hemos derrotado en tres ocasiones (1948, 1967 y 1973) ¿por qué siguen resistiéndonos?” El egipcio respondió: “Puede que nos hayan derrotado tres veces, y puede que lo hagan once veces más. Sin embargo, a la decimo segunda vez ganaremos y Palestina será liberada”.

Las inevitables señales vistas tanto por Panetta como por su predecesor, el secretario de Defensa Robert Gates, incluyen cerca de un docena de levantamientos en la región que comparten el objetivo, entre otros, de devolver Palestina a sus legítimos habitantes.
El pueblo egipcio está reclamando la orgullosa posición árabe de Egipto y contribuir a liderar la causa de liberar Palestina como lo demuestra su intención de expulsar la Embajada de Israel, abolir Camp David y derogar los acuerdos de capitulación, incluido el regalo de gas natural de Egipto a Israel subvencionado por el pueblo egipcio y ofrecido por la familia Mubarak cuando hacía negocios con responsables israelíes. Panetta y un creciente número de responsables de Estados Unidos así como la opinión pública estadounidense saben que el genio ha sido liberado y que los árabes, los musulmanes y todas las personas de buena voluntad seguirán haciendo frente inexorablemente a lo que queda de la empresa colonial del siglo XIX, que no es sino la artificial e ilegítima implantación sionista en la tierra de Palestina.
Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article29350.htm

martes, 11 de octubre de 2011

Israel aprueba 1100 viviendas nuevas en Jerusalén este

Domingo 02 de Octubre de 2011 13:29 Ajla Helem para el Centro de Información Alternativa (AIC)
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El pasado lunes Israel aprobó la construcción de 1100 viviendas nuevas en la zona ocupada de Jerusalén Este. Concretamente, las viviendas serán construidas en el asentamiento de Gilo, situado más allá de la Línea Verde y que forma parte de un estratégico anillo de asentamientos que rodea Jerusalén.
Jerusalem-map 
Mapa de asentamientos que rodean Jerusalén (Fuente: New York Times)

Este anuncio aparece pocos días después de que la ANP presentara la iniciativa de reconocimiento del estado palestino ante Naciones Unidas. Es por esto, que algunos ven este acto como una represalia a la iniciativa. Mientras en el Consejo de Seguridad se está debatiendo el reconocimiento del estado palestino y Netanyahu declara apostar por las negociaciones de paz, su gobierno sigue construyendo en los asentamientos.

Pero este anuncio no es un hecho extraordinario. El pasado 11 de agosto se aprobaron 4300 viviendas en Jerusalén Este, como respuesta al movimiento de los indignados ya que de este modo se ofrecían viviendas a bajo coste en un intento de calmar las protestas. Una semana antes también se habían aprobado 930 viviendas más en un asentamiento cerca de Belén. Y esta dinámica está en constante crecimiento. En 2010 el número de casas construidas aumentó cuatro veces respecto a 2009, a pesar de que el gobierno israelí hubiera declarado una congelación de la construcción en asentamientos durante 10 meses.

Israel, con el 49'4% de la población controla el 85% del total de la Palestina histórica. Actualmente hay cerca de 500.000 colonos viviendo en diferentes asentamientos. Concretamente en Jerusalén Este, son 190.000 los que residen en este territorio en el que viven 270.000 palestinos. Según la ley de construcción y planificación israelí de 1965, Israel regula la construcción en Jerusalén Este. Pero el hecho es que Jerusalén Este se encuentra ocupado unilateralmente desde 1967, violando la ley internacional.

A nivel internacional ya se han generado diferentes críticas: Por un lado, Estados Unidos declara que los asentamientos son un problema para las negociaciones de paz. Así mismo, Richard Miron, enviado de Naciones Unidas en Oriente Medio, dijo que esta decisión es muy preocupante y que dificulta la posibilidad de reanudar las negociaciones y hacer viable la solución de dos estados. Turquía, además, también ha dicho que Naciones Unidas aprueba resoluciones que nunca se llevan a cabo. A pesar de estas críticas, Israel sigue estando por encima de la ley.

Por otra parte, recientemente se ha sabido que la ocupación israelí cuesta 5000 millones de euros a los territorios palestinos. Según el Ministro de Economía de la ANP, si no existiera la ocupación el PIB se triplicaría. Esto es debido a la falta de infraestructuras, la limitación de movimiento, el escaso acceso a los recursos y al bloqueo de Gaza.

En el plazo de 60 días se pueden presentar objeciones al plan ya que pasados estos 60 días empezará la construcción de estas viviendas.

Centro de Información Alternativa (AIC), Jerusalén.

domingo, 9 de octubre de 2011

Expulsión de los beduinos palestinos.

El Gobierno israelí reubicará a 30.000 beduinos

 

Por ERB 
Comienza a dar la impresión que Israel está “tensado la cuerda en varios frentes” para ser atacada y tener la excusa para “defenderse”. Ya saben, guerra de 4ª generación de cara a la opinión pública. “Nosotros no empezamos, solo nos defendemos”
JERUSALÉN, 11 (EUROPA PRESS) El Consejo de Ministros israelí ha aprobado este domingo la reubicación de unos 30.000 beduinos que viven en asentamientos no reconocidos oficialmente en la región del desierto del Neguev.
Las organizaciones de beduinos ya han rechazado la iniciativa, que consideran “una declaración de guerra”.
“Este Gobierno estúpido va a ser responsable de una intifada beduina en el Neguev“, ha afirmado el diputado árabe-israelí Taleb al Sana, uno de los participantes en la manifestación. La iniciativa ha sido muy criticada por la minoría árabe-israelí, pero también por las organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.
Al mismo tiempo Israel sigue promoviendo la construcción de asentamientos para colonos judíos, llegados de cualquier parte del mundo, en la tierra Palestina. Colonia judía en Jerusalen Este.


Fracasa la negociación por la huelga de hambre de los presos palestinos

Gaza, 3 oct (EFE).- Las negociaciones entre representantes de prisioneros palestinos e Israel para poner fin a la huelga de hambre que mantienen desde hace una semana en cárceles israelíes han fracasado, informaron hoy fuentes oficiales palestinas en Gaza.
El encuentro mantenido en la penitenciaría de Rimón (sur del país) entre los representantes de los reos y altos funcionarios de la Autoridad Israelí de Prisiones finalizó esta mañana "sin resultados", informó hoy a los medios en un comunicado Isa Qaraquea, ministro de Asuntos de los Prisioneros de la ANP (Autoridad Nacional Palestina).
Los reclusos palestinos anunciaron por tanto que seguirán adelante con su protesta para reclamar la mejora de las condiciones que tienen en prisión.
"Durante el encuentro se utilizaron amenazas y los oficiales israelíes dijeron a los representantes de los presos que el fin de la huelga de hambre es una condición para poder hablar de sus demandas", explicó en un comunicado Jamal Al Rayub, uno de los representantes de los presidiarios.
En distintos puntos de Cisjordania y Gaza tuvieron lugar ayer manifestaciones de apoyo popular a los presos palestinos y a sus demandas de mejora de las condiciones carcelarias.
Los manifestantes entregaron cartas a representantes de Naciones Unidas y del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en las que exigían a ambos organismos internacionales su intervención para frenar las duras medidas que soportan los presos, o su completa libertad.
Unos 2.500 de los 7.000 presos palestinos encarcelados en prisiones israelíes comenzaron el miércoles pasado huelgas de hambre de diferente grado con el fin de denunciar las restricciones que sufren por parte de las autoridades penitenciarias israelíes, según datos del Club de Presos Palestinos.
El Servicio de Prisiones israelí rebate estas cifras y su portavoz, la teniente coronel Sivan Weitzman, dijo a Efe que el número total de presos en huelga completa de hambre desde el pasado martes es de 160, y que éstos son sometidos a exámenes médicos por el personal de prisiones para vigilar su estado de salud.
La portavoz aseguró que a ese número se suman presos que ingieren una comida al día o que ayunan uno o dos días a la semana.



COMITÉ DE SOLIDARIDAD
CON LA CAUSA ÁRABE http://www.nodo50.org/csca/

viernes, 7 de octubre de 2011

Humor gráfico político en Palestina

Publicado por Pedro Rojo Nº28 - Diciembre 2010
Director del Boletín de Prensa Árabe (www.boletin.org)
en la revista AFKAR/IDEAS 
 
Las viñetas de humor político son un elemento básico en las sociedades del último medio siglo para reflejar ideales, situaciones idílicas, criticar injusticias y ridiculizar al opresor de los más desvalidos. Los dibujantes humorísticos suelen erigirse en la voz de los oprimidos y en la conciencia de la nación que representan, sobre todo en casos extremos como el del pueblo palestino. Expertos como Roger Fisher creen que el humor gráfico es “mejor vehículo para una irreverencia iconoclasta y una enconada sátira, que para santificar iconos patrióticos”. También lo entienden así algunos caricaturistas palestinos como Baha Bujari, aunque la mayoría se reconocen como dibujantes comprometidos, asumiendo el papel de reforzar los símbolos nacionales, la historia de su pueblo y de denunciar las constantes injusticias sufridas a las que les somete Israel. De esta forma, crean mecanismos de evasión y resistencia social a través de unas viñetas con pocas dosis de humor pero repletas de amargura y dramatismo.
Analistas del humor político como Victor Raskin o Charles Press resaltan, además de estos aspectos, la importancia de las viñetas políticas como vínculo de unión entre la sociedad anónima y sus líderes políticos más reconocidos. Raskin divide los objetos de la sátira política en aquellos personalizados y los que cargan contra un colectivo o régimen político como entidad. El dibujante premio Pulitzer Patrick Oliphant  defiende que las viñetas “necesitan de villanos”, pero a pesar de que los palestinos tienen en abundancia, la historia del humor político palestino comenzó afianzada en el segundo concepto de Raskin. Se optó por el objeto colectivo, para ir evolucionando hasta nuestros tiempos al primer concepto en el que las viñetas tienen como objeto a “villanos” concretos. Esta evolución no ha llegado a los personajes árabes ridiculizados, que en su mayoría siguen siendo abstractos o colectivos, por miedo a la censura. Hace décadas, tanto Israel, como el apoyo que recibe de Estados Unidos, eran representados como entes colectivos. El precursor del humor gráfico palestino, Nayi al Ali, dibujaba a Israel en forma de soldado con la cruz de David en el casco, a los regímenes árabes como un hombre regordete y anodino, vestido a la occidental, o a EEUU en forma de retrete o como una botella de alcohol con las siglas USA. Sólo en casos puntuales utilizó caricaturas de Ronald Reagan, Isaac Shamir o una del asesinado presidente egipcio Anuar al Sadat sobre cuya lápida se puede leer: “Cayó defendiendo Camp David”, mientras varios líderes árabes le miran pensando: “Nosotros somos los siguientes”. Según va discurriendo el conflicto y la situación se vuelve más compleja, los dibujantes palestinos empiezan a diferenciar entre ejército israelí, políticos y personajes concretos como Ariel Sharon o George W. Bush. Sin duda este último ha sido el personaje más satirizado en los últimos años por los lápices palestinos.
La creación de personajes es un tema crucial para muchos caricaturistas. No sólo en el lado opuesto, como blanco de sus dardos, sino para encarnar valores y situaciones propias. El caso de las viñetas palestinas es también peculiar en este punto, pues la presencia del niño palestino Hándala, de Nayi al Ali, ha traspasado el ámbito del humor gráfico para convertirse en un símbolo de la lucha del pueblo palestino. A pesar de que su creador fue asesinado en su exilio de Londres en julio de 1987, Hándala sigue presente en Oriente Próximo y en la diáspora como símbolo en campañas políticas, en forma de llaveros, pegatinas, camisetas, pero sobre todo porque hoy siguen reproduciéndose sus viñetas, con la misma actualidad que hace varias décadas.
Nayi al Ali, precursor del humor gráfico
Nayi al Ali (Naji al Ali en transcripción inglesa), nacido en 1936 en Galilea, se trasladó con su familia al campo de refugiados de Ain el Helua (Líbano) en 1948, huyendo de las tropas judías. Desde su infancia dibujaba de manera compulsiva personajes que casi siempre tenían como sujetos a los desarraigados refugiados palestinos. En una visita al campamento, el escritor Gassán Kanafani conoció su trabajo y decidió llevárselo para que trabajase en la revista kuwaití Al Hurriya. Desde entonces hasta su asesinato, su popularidad no dejó de crecer. Sus críticas demoledoras tanto a Israel como al aparato palestino de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), han dejado abierta la incógnita sobre la identidad de sus asesinos. Su marca de identidad es Hándala, un niño palestino pobre, descalzo y con ropa remendada, que sólo descruza sus brazos de la espalda que da al lector en contadas viñetas. Sólo en dos imágenes de 1987, inéditas hasta su publicación en 2008 en el libro Karikatir Nayi al Ali 1985-1987, se da la vuelta Hándala, acabando con la leyenda que circula por la calle árabe de que sólo se vería su cara cuando Palestina fuese libre. Al Ali fue claro en su justificación sobre la elección de sus temas, como explica en el libro Al Hadiya lam tasil baad que recoge algunos de sus escritos: “Prefiero hablar de condiciones y actitudes sociales que de líderes y jefes”. Su compromiso con la causa palestina no dejó resquicios para una sonrisa o una viñeta cuyo humor no fuese destructivo. De hecho, su estilo particular se basa exclusivamente en el blanco y negro “para resaltar el sentido dramático, de forma que su contundencia descansa sobre la masa negra, siempre muy poderosa y bien compensada con el blanco, y no tanto en el trazo” opina el dibujante Javier Carbajo, segundo premio en el World Press Cartoon de 2009.
Es difícil ser categórico sobre una obra que su hijo estima en cerca de 12.000 viñetas, pero en la parte pública de sus caricaturas no hay respiro para las escenas que observa Hándala: niños fantasmagóricos con la boca abierta de hambre rodeados de ruinas, mujeres con las piernas heridas que intentan levantarse con unas muletas mientras llevan en el otro brazo a Hándala, complots de líderes árabes contra los palestinos, combatientes palestinos mutilados, división interna entre los políticos palestinos, el mapa de la Palestina histórica mermando con el paso de los años… Sólo las escenas de Hándala y otros niños tirando piedras a Israel, o las figuras de los resistentes palestinos dejan entrever un débil halo de esperanza en sus oscuros dibujos.
La determinante influencia de Nayi el Ali sobre los caricaturistas que le sucedieron puede explicar la profusión de personajes propios creados por dibujantes palestinos. Coetáneo a Al Ali, Baha Bujari (Baha Boukhari en transcripción inglesa) es considerado el otro gran fundador del humor gráfico palestino. Nacido en Jerusalén en 1944, ha publicado ininterrumpidamente a diario desde 1964 en los principales periódicos árabes como los palestinos Al Quds o Al Ayam donde aparecen sus dibujos desde 1995. Bujari usa los mismos trazos redondeados de Nayi al Ali, comunes en los años sesenta, para dar forma a sus personajes entre los que destaca Abu al Abed. Aunque el colorido de sus viñetas y la temática más social de las historias donde está involucrado este personaje marcan una clara distancia con Al Ali. Abu al Abed busca una mejor situación económica para su familia entre las trabas de la ocupación, mientras que Al Ali dibuja siempre a su personaje masculino por excelencia, Al Zalame (palabra en dialecto palestino para hombre o compañero), en situaciones relacionadas con la lucha del pueblo palestino, ya sean positivas o negativas, pero rara vez en tareas domésticas o familiares. Bujari prefiere la personalización y las alegorías a la hora de criticar los desmanes de la ocupación. Siempre de una forma más sutil y menos descarnada, como muestra la viñeta en la que Abu el Abed comenta lo que le han dicho por teléfono, mientras él y su mujer, Um el Abed, ven cómo una escabadora derruye su casa: “Dicen que pongamos una queja al señor ministro”. La parsimonia y la paciencia que transmite este personaje, personificada en el pitillo que cuelga irremediablemente de sus labios, no se altera ni en estas situaciones, y contrasta con la desesperación y la angustia que transmiten las imágenes de Al Ali.
Pero quizá sea Abu Mahyub (Abu Mahjoob en inglés) el personaje árabe de humor de más éxito de los últimos años. Su creador Emad Hayach (Hajjaj en inglés), jordano pero nacido en Ramala en 1967, es más radical que Bujari al acotar a Abu Mahyub al ámbito social donde es objeto de todo tipo de calamidades y situaciones cómicas, más satíricas y corrosivas que las vivencias de Abu al Abed; en cambio nunca aparece involucrado en la faceta política de la creación de Hayach. Esta dicotomía se puede apreciar en los dos periódicos en los que publica actualmente: Al Quds al Arabi, el diario internacional árabe más crítico con los líderes árabes, la comunidad internacional o la situación del pueblo palestino. Su director, el palestino Abdelbari Atuán, es una de las figuras más influyentes de los medios árabes y aunque, como reconoce Hayach, también tiene temas tabúes, existe más libertad para hacer humor político que en el diario jordano Al Gad, donde suelen tener más cabida las peripecias de Abu Mahyub.
Un caso peculiar es el de Omaya Yuha (Joha en inglés) quien al principio de su carrera en 2001 creó a su personaje Abu Aid, influida por Nayi al Ali, pero, como cuenta en una conversación telefónica desde Gaza, enseguida se arrepintió: “Abu Aid empezó a limitarme, quería dibujar a cualquier persona, sin estar limitada a ningún personaje”. Esa ha sido su constante desde entonces, con unos dibujos simples y contundentes, a la hora de mostrar las consecuencias de los bombardeos israelíes. Omaya Yuha reconoce que las duras condiciones que viven en Gaza y el haber perdido a sus dos maridos por culpa de la ocupación israelí ha tenido un efecto en su trabajo pero “antes ya dibujaba el sufrimiento de la gente (…), esta ocupación no tiene otra cara que la sangrienta, no quiere la paz, y mi canal para combatirla son las viñetas”.
A medio camino entre Abu el Abed y Abu Mahyub se sitúa Abu Fayek, el personaje del joven dibujante Mohamed Sabaaneh (Yenín, 1979). Presente tanto en escenas cotidianas, donde denuncia las difíciles condiciones de vida de los palestinos, como también exalta la fuerza de los palestinos de a pie para salir adelante y sobrellevar su situación con ingenio y esfuerzo. Al mismo tiempo, Abu Fayek es objeto de la violencia de la ocupación o incluso es llevado a prisión. Sabaaneh representa el éxito de una nueva generación de creadores que rompe con el estilo uniforme, simple y algo naif de sus predecesores. Además de una admiración sin tapujos por Nayi al Ali (en su página web hay una animación en la portada de Hándala sobre la que se lee “No ha muerto”), en su trabajo se percibe que es hijo de la era digital donde el diseño gráfico tiene peso en su obra, así como autores internacionales como Joe Sacco o movimientos pictóricos como el realismo soviético que usa en una viñeta sobre el último bombardeo a Gaza donde una madre palestina y su hijo alzan sus puños contra las bombas que caen del cielo.
Simbología, temas y censura
La simbología, importante para todo caricaturista, es llevada al extremo en el caso de los palestinos. Al Ali marcó una profunda impronta en este sentido que ha sido mantenida por sus compañeros. La kufiya palestina que cubre la cabeza de los hombres está presente entre otros en Abu Mahyub, el vestido tradicional de las campesinas que viste Fátima (el personaje femenino de Al Ali) es también la vestimenta de Um al Abed, la llave que simboliza el derecho al retorno de los refugiados palestinos forma parte de la firma de Omaya Yuha, la bandera palestina, la figura del combatiente palestino, el AK-47 como símbolo de resistencia, el mapa de la Palestina histórica, entre otros símbolos forman parte del proceso de abstracción de los sentimientos, señas de identidad, ideas y principios que conforman la conciencia del pueblo palestino y que con su aparición repetida en sus dibujos, los caricaturistas palestinos asumen el papel de afianzarlos.
La forma de abordar los temas también es variada y ha evolucionado con el tiempo. Emad Hayach reconoce que muchos de sus lectores dicen estar cansados de la política, que Palestina está perdida por lo menos para esta generación, y que mejor concentrarse en sobrevivir el día a día. Por eso, los caricaturistas palestinos actuales alternan los campos social y político. Más allá de utilizar a Israel y EE?UU como “villanos”, los caricaturistas palestinos no han cejado en su empeño de criticar tanto a los líderes árabes como a los propios palestinos. Desde el mencionado hombre regordete de Al Ali hasta el personaje Abu Arab de Bujari (que usa para ridiculizar a los líderes árabes), el mismo Abu Fayed o los árabes con cara de tontorrones de Omaya Yuha, la crítica ha sido demoledora, pero siempre en abstracto. El peso de la censura árabe les obliga a dibujar sin poder personalizar. Esta presión llega tanto de los gobiernos como de los medios, que también tienen unas líneas rojas conocidas por los dibujantes, quienes, ya sea consciente o inconscientemente, practican la autocensura. La solución para ese tipo de viñetas suelen ser las páginas web personales de los dibujantes, donde muchos de ellos tienen un apartado para viñetas censuradas.
La división palestina de Gaza y Cisjordania también ha tenido su efecto en el humor gráfico. Las viñetas de Yuha que acompañaban a las de Mohamed Saabaneh en el periódico de Ramala Al Hayat al Yadida dejaron de publicarse al acusarla de ser afín a Hamás. En una viñeta censurada de Baha Bujari aparece Abu el Abed mirando por unos prismáticos, mientras su mujer ve en la televisión las noticias sobre la Conferencia Internacional de Gaza.
La evolución de la situación internacional tras el 11-S está haciendo aparecer otro tipo de censura más peligrosa por su anonimidad. La tensión entre Occidente y el islam y la mal entendida y peor ejecutada “guerra contra el terrorismo” es percibida por muchos musulmanes de a pie como una guerra contra el islam. El cambio de presidencia en Washington sin que la práctica política en este aspecto haya cambiado más que en la vertiente dialéctica, no ha ayudado a relajar la susceptibilidad religiosa del mundo árabe. Pero esta susceptibilidad no sólo se dirige hacia Occidente, sino que también ejerce una presión anónima, difícil de combatir, en forma de correos electrónicos o mensajes amenazadores a las redacciones, por ejemplo de cristianos ofendidos porque se use el símbolo de la cruz para representar el sufrimiento, como ha ocurrido de forma reiterada desde los tiempos de Nayi al Ali, o como cuenta Emad Hayach, la presión que ha recibido recientemente para que cambie de nombre al compañero de Abu Mahyub, llamado desde hace años Abu Mohamed, porque es indecoroso usar el nombre del Profeta en una viñeta.
Si bien es cierto, como asegura Joe Szabo, que la caricatura “es quizá el único medio que ha competido con éxito con la televisión, al menos cuando hablamos de eficacia comunicativa y provocación intelectual de la mente”, en el caso palestino, y en el árabe en general, podemos estar ante la cercenación de las alas creativas de sus dibujantes si se tienen que atener a los límites de la censura gubernamental, los tabúes sociales y lo religiosamente correcto.

jueves, 6 de octubre de 2011

¿Por qué los judíos antisionistas están en contra de Israel?



Porqué estamos en contra de un Estado de Israel “Judío”

miércoles 5 de octubre de 2011

Sra. Ministra, Trinidad Jiménez García-Herrera


Nosotros, ciudadanos judíos del Estado español o residentes en él, miembros de IJAN (International Jewish Antizionist Network y de JUNTS (Associació Catalana de Jueus i Palestins), deseamos expresarle nuestra máxima preocupación por las declaraciones que Vd., realizó en la Asamblea de Naciones Unidas, y en particular cuando habló de la necesidad de garantizar el carácter judío del Estado de Israel.

Ante todo queremos aclararle que lo que nos une es una lectura política del llamado conflicto en Oriente medio, y que cuestionamos tanto la interpretación étnico-religiosa, como la narrativa oficial sionista del Estado de Israel.

Somos ciudadanos españoles o residentes en el Estado español, y por lo tanto participamos en la vida política, social y cultural de este país, y no de Israel, cuyo gobierno no nos representa, ni su embajador en España, así como tampoco nos representan las instituciones oficiales de las Comunidades judías, ni sus portavoces religiosos. Y aunque seamos una voz minoritaria, compartimos dicha postura con otros judíos de EEUU, Francia, Reino Unido, Argentina, Australia, Marruecos, Turquía o del mismo Israel, y deseamos aportar una visión diferente al debate sobre dicho conflicto.

Ahora bien, ¿Por qué estamos en contra de la proclamación de Israel como Estado judío?

Más allá de la ambigüedad de la terminología –todavía no hay consenso sobre lo que es ser judío, ni siquiera en el propio Israel- el hecho de que el gobierno extremista de B. Netanyahu, establezca que la Autoridad Palestina, así como los Palestinos del interior deban reconocer el carácter judío del Estado de Israel para retomar las negociaciones aconseja prudencia, por no decir rechazo.

Por otra parte, a nuestro entender, es justamente el carácter “judío” del Estado de Israel, o sea su excepcionalidad, la que constituye un obstáculo a la paz.
¿Por qué?

¿En que se basa este carácter excepcional? ¿Tiene una base histórica real?
Para nosotros, es más que cuestionable. El retorno a Sión de un pueblo exiliado después de 2000 años es el producto de una narrativa política y religiosa nacida a finales del XIX cuya legitimidad ha sido puesta en tela de juicio por algunos historiadores israelíes.

Los gobernantes e ideólogos del Estado apelaron al relato bíblico para reivindicar el carácter excepcional del pueblo judío y la pertenencia de una tierra que Dios habría proclamado como propiedad eterna de dicho pueblo.

No es el objeto de esta carta, pero incluso los términos “pueblo judío” son cuestionables, pues los judíos fueron y son todavía parte de otros pueblos y naciones del mundo, manteniendo o no sus tradiciones y religión, y la diversidad étnica que impera en el propio Israel también lo demuestra.

Son varios los problemas planteados por la naturaleza o carácter “judío” del Estado.

El primero que viene a la mente es ¿Y que pasará con los que no son judíos? ¿Pasarán a ser ciudadanos de segunda clase, como ya lo son los ciudadanos israelíes árabes, según la terminología oficial, que representan el 20% de la población dentro del Estado de Israel?

¿Es esto aceptable en una democracia de tipo occidental en pleno siglo XXI? (Por comparar, ¿sería aceptable hoy que, como en la Atenas de la Antigüedad, las mujeres y los esclavos no tuvieran derecho a voto?)

La segunda inquietud concierne a los mismos judíos israelíes que ven cómo la sociedad cede cada vez más protagonismo a grupos ultrarreligiosos, para quienes su derecho sobre esta tierra proviene del derecho divino, constituyendo dichos grupos armados un peligro real para la convivencia con sus vecinos palestinos por una parte, y por otra una deriva derechista radical de la sociedad en su conjunto, pues ellos son la vanguardia de las fuerzas de conquista y anexión apoyadas por el gobierno y el ejército.

La tercera reflexión concierne a los ciudadanos judíos de otros países del mundo.

¿Por qué, si se supone que Israel es un hogar seguro para todos los judíos del mundo, la inmensa mayoría de los judíos de EEUU, Francia, Inglaterra o Argentina no emigran en masa a Israel?

Porqué evidentemente, se sienten más en seguridad en sus respectivos países a los que se sienten pertenecer como ciudadanos de pleno derecho y no tienen ninguna intención de cambiar ¿Qué pasaría con los judíos si se declarara que Israel es El Estado Judío, El Hogar del Pueblo Judío? ¿Se les plantearía la obligación de “volver a su país”, como a menudo oímos decir a los inmigrantes que trabajan aquí en Europa? Después de lo ocurrido en Europa en el siglo XX, esta pregunta no es baladí.

Queda claro pues que la formulación del “Estado judío” tiene un carácter excluyente hacia lo que no lo es, sea cual sea el contenido de la palabra o concepto de judeidad y esto es un problema para alcanzar una solución viable y para la paz y convivencia futuras.

Y de paso le señalemos que hay ciudadanos y organizaciones judías, que dentro del Estado de Israel ejercen de oposición real, reclamando justicia para Palestina y cuestionando los axiomas o dogmas de fe del sionismo y con quienes estamos en sintonía.

Entendemos que, Ud. ha querido decir que Israel debe ser un Estado mayoritariamente judío, desde el punto de vista demográfico, sin embargo la demografía es un factor variable.

¿Pero tiene sentido, ahora, hablar del derecho de los Palestinos a disponer de un Estado propio cuando uno examina cual es la situación in situ?

Sea cual sea la solución adoptada por ambas “partes”, en este momento existe una población palestina importante que vive en Israel, es decir dentro de las fronteras de 1948, en ciudades como Nazaret, Haifa, Ramla y sobre todo en Galilea. Por otra parte, son mas de medio millón los colonos israelíes que viven en Cisjordania, y sobre todo alrededor de Jerusalén Este, separando ésta de su entorno palestino.

¿Ud. Cree como el Sr. Lieberman que la única solución es de veras la segregación y el intercambio de dichas poblaciones? ¿Cree que esto es factible? ¿Deseable?

¿Se imagina Ud. los agravios, el dolor, la ira de las poblaciones que tengan que dejar su casa? -y pensamos por supuesto en la población árabe de Israel que siempre ha vivido allí, así como en el destino de todos aquellos refugiados, expulsados desde 1948 dejando tras de si tierras, bienes, recuerdos y que residen en campos, ya hace mas de 60 años...Queremos recordarle que las leyes de Israel impiden su retorno a pesar de la resolución 194 de las NNUU.

Pero incluso desde el punto de política interior, es improbable que un gobierno israelí fuerce la retirada de los colonos, como hizo Sharon en su momento.

Seamos serios: a la luz de lo que pasa en el terreno, Israel no tiene la mínima intención de retirarse y mantiene un férreo control militar sobre toda la zona, así como sobre la economía y los recursos de la mermada Cisjordania (menos de 20% de la Palestina histórica).

La moneda en vigor en los territorios palestinos no es otra que el Shekel israelí y los israelíes controlan el recurso más importante de toda la región: el agua, abriendo y cerrando el grifo a discreción.

Por no hablar de la cárcel a cielo abierto que es Gaza.

Y mientras los EEUU y la UE se nieguen a presionar a Israel e incluso asumen como propios los argumentos ligados a su seguridad y a su derecho a existir, no cambiará nada.

¿Porqué en lugar de hablar de la seguridad de Israel, no hablamos de la seguridad de la población palestina y de su derecho a vivir en paz y con dignidad, cuando de manera cotidiana sufre la humillación de los check-points y el acoso de los colonos y militares, con muertes casi cotidianas? ¿O no deberíamos pensar que ya hubo bastante dolor, desarraigo, expulsión? ¿No deberíamos decir basta ya a la continua colonización y anexión llevada a cabo por Israel, con la total impunidad hasta la fecha?

Sra. ministra, nuestra preocupación va más allá del contenido de sus palabras.

Éstas son simbólicas pero tienen su importancia, porqué en el mundo árabe, hasta hoy, España tenía una buena imagen, la de un país que defendía los derechos de los Palestinos a tener un estado propio y viable, mediante la aplicación de las resoluciones de Naciones Unidas.

Pero en realidad, ni la Unión europea, ni el Estado español han conseguido hacer avanzar el dossier, bloqueado por la intransigencia israelí.

Al contrario, dentro del Proceso de Barcelona y ahora dentro de la UpM se ha hecho todo lo posible para “normalizar” la situación israelí, preparando incluso un acuerdo preferencial como el que tiene la UE con Marruecos, así como acuerdos de seguridad y militares de vital importancia, haciendo caso omiso del Tratado de Lisboa que obliga los países socios de la UE a respetar los derechos humanos y aplicar la legalidad internacional.

A nuestro entender, éste no es el camino para que Israel se sienta presionada a aplicar dichos acuerdos y a poner fin a su política colonial.

Por esta razón, nos parece importante que rectifique sus declaraciones y aclare la posición del Estado español ahora que la Autoridad Palestina presenta su demanda de admisión ante el Consejo de Seguridad de la ONU y que este delibera dicha propuesta.  



Carta a Trinidad Jiménez. Red de Solidaridad con Palestina

3 de Octubre de 2011


Sra. Ministra, su discurso en Naciones Unidas nos preocupa y nos indigna.

Nos preocupa y nos indigna que el Gobierno de España no haya conseguido asumir protagonismo en la defensa del derecho del pueblo palestino a tener un Estado que sea miembro pleno de la Organización de Naciones Unidas y, sin embargo, que Usted haya realizado una serie de afirmaciones ante la Asamblea General que parecen dictadas desde Israel, que buena parte de la ciudadanía española no comparte y que han desconcertado a los palestinos y palestinas.

  • Veinte años de negociaciones han demostrado que las conversaciones bilaterales son insuficientes para llegar a un acuerdo. Y su fracaso, mientras la política de hechos consumados en el terreno sigue avanzando, nos lleva a afirmar que Israel sólo cumplirá con sus obligaciones con una presión externa decidida. Sin ir más lejos, el 26 de septiembre, tan sólo unos días después de la reciente Asamblea General de NNUU en la que Usted pronunció el discurso objeto de nuestra inquietud, Israel aprobó y anunció la construcción de 1.100 viviendas en el Jerusalén Este ocupado. Con semejante actitud resulta difícil imaginar que la paz pueda construirse de manera cooperativa entre vecinos dispuestos a convivir.

  • Consideramos que conceder el estatuto de Estado observador a Palestina no es una “señal clara” de la Comunidad Internacional de reconocimiento y de apoyo; es más bien la constatación de la debilidad de Europa y de la supremacía de Estados Unidos en Naciones Unidas. El hecho de que ni siquiera mencionara la posibilidad de que el Consejo de Seguridad respalde la admisión del Palestina como Estado de pleno derecho en la NNUU prueba este fracaso.

  • El reconocimiento del estatuto de Palestina como Estado observador no es un estímulo para que los palestinos se sienten a negociarr. Lo sería, en cambio, que el Gobierno español y la Unión Europea reclamaran a Israel la congelación real de la expansión de asentamientos así como otras condiciones que la legalidad internacional y los acuerdos adoptados desde Oslo marcan, en vez de imponer nuevas y cambiantes exigencias a la población palestina.

  • La mención de Israel como “hogar nacional para el pueblo judío” hace olvidar a un veinte por ciento de su población actual, más de un millón y medio de palestinos y palestinas que viven allí donde lo hicieron sus antepasados y antepasadas y que sufren políticas sistemáticas de discriminación por el hecho de no ser judíos. La historia judía de España no tiene nada que ver con Israel, e Israel no representa a los judíos. El proyecto de “hogar nacional para el pueblo judío” fue en su origen un proyecto colonial y su resultado, el estado de Israel, que se deslegitima día a día cuando lleva a cabo las políticas de discriminación, limpieza étnica y ocupación ilegal de territorios de Estados vecinos.

  • La resolución del conflicto no puede satisfacer a ambos por igual cuando una parte es ocupante y la otra es ocupada, cuando un lado dice negociar para simplemente legitimar más de sesenta años de políticas de fuerza. La Historia muestra que hay conflictos que se resuelven imponiendo la justicia y el derecho.

  • Según sus palabras ante la Asamblea de NNUU, el problema de la población refugiada palestina sólo se resolverá de manera negociada y justa “permitiendo la preservación del carácter actual de Israel”. Dicha afirmación no sólo contradice las resoluciones de la ONU respecto al derecho al retorno de los refugiados, sino que puede ser interpretada como un aliento a la política de discriminación y racismo que practica el Estado israelí y que, sin duda, no favorece la consecución de una paz justa y duradera.

Sus palabras han sido recogidas en las primeras planas de los periódicos israelíes como una señal clara de que “España reconoce por primera vez a Israel como Estado del pueblo judío”. Siguiendo la tradición colonial con respecto a Oriente Medio, y recordando la Declaración Balfour, la Ministra se arroga el derecho de adjudicar ámbitos que no le pertenecen y en flagrante oposición a la voluntad del pueblo originario. Otorgar una parte de Palestina al control único de los judíos, y no solo los que son habitantes de estas tierras, sino a los judíos ciudadanos de otros países (y nuevamente, sin consultarlos) es una violación de los derechos humanos y del  derecho a la autodeterminación de los pueblos. Dicho sea de paso la posición española no tiene nada a deber con los judíos ni con su expulsión de la península, al igual que ocurrió con la población musulmana, a causa de la historia inquisitorial y depuración por motivos religiosos durante su proceso de construcción como estado.

Repudiamos esta tentativa del gobierno del estado español de encausarse en este enfoque que asocia la idea de ciudadanía con la de confesión religiosa

Le exhortamos a que muestre la voluntad firme del Gobierno español con el pleno reconocimiento bilateral de Palestina como miembro de pleno derecho de Naciones Unidad, y que deje de estimular políticas de colaboración y normalización con un estado ocupante. Es lo quiere la mayor parte de la población española, es lo más coherente con más de tres décadas de apoyo diplomático a la OLP y lo más congruente ante el volumen ingente de ayuda dedicada a apoyar a la sociedad palestina. No hacerlo sería aceptar el status quo actual e, indirectamente, estar financiando la ocupación al liberar a Israel de sus obligaciones como potencia ocupante.

Firmado: 

Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina - RESCOP

Asociación Al Quds, (Málaga),  Asociación Hispano Palestina Jerusalén (Madrid), Asociación Paz Ahora, Asociación Paz con Dignidad, Asociación pro Derechos Humanos de Andalucía, Boicot Preventiu (Barcelona), Castelló per Palestina, Comité de Solidaridad con la Causa Árabe (CSCA), Comunidad Palestina de Canarias, Comunidad Palestina de Cataluña, Coordinadora de apoyo a palestina rioja (La rioja), Ecologistas en Acción (Madrid, Valladolid), Acsur Las Segovias, Fundación IEPALA, Fundación Mundubat, Interpueblos (Cantabria), ISM Cataluña / Valencia, Izquierda Anticapitalista, Komite Internazionalistak (Euskadi), MEWANDO (Euskadi), Mujeres en Zona de Conflicto - M.Z.C., Mujeres por la Paz - Acción solidaria con Palestina (Canarias), Palestinarekin Elkartasuna (Euskadi), Plataforma Palestina Ibiza, Plataforma Solidaridad con Palestina (Sevilla), Red de Jóvenes Palestinos, Red de Judíos Antisionistas - IJAN, Sodepau , Sodepaz, Sodepaz Balamil - Valladolid, Taula Per Palestina (Baleares), Xarxa d’enllaÇ amb Palestina (Barcelona), Xarxa Solidaridad Palestina (Valencia).

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