sábado, 26 de abril de 2014

Liga Árabe aplaude reconciliación nacional palestina

El secretario general de la Liga Árabe (LA), Nabil al-Arabi, ha saludado el reciente acuerdo de reconciliación alcanzado entre el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) y el Movimiento Palestino de Liberación Nacional (Al-Fatah). 

En una conversación telefónica mantenida este viernes con el presidente del Estado palestino, Mahmud Abás, Al-Arabi ha elogiado la acción de los dos grupos palestinos y ha manifestado el apoyo total de la LA al acuerdo.

A juicio de Al-Arabi, la reconciliación entre HAMAS y Al-Fatah ha reunificado la patria ancestral de los palestinos.

“El acuerdo resultará en la unidad de los palestinos ante los importantes retos que tendrán que afrontar sus anhelos”, según manifiesta en un comunicado la LA.

Las dos principales facciones políticas de Palestina, HAMAS y Al-Fatah, alcanzaron el miércoles un acuerdo histórico de Reconciliación Nacional que incluye la convocatoria de elecciones en enero de 2015 y la formación, antes del próximo 1 de julio, de un gobierno de unidad.

El proceso de reconciliación entre HAMAS y Al-Fatah se lleva a cabo, mientras los denominados diálogos de paz entre palestinos e israelíes, comenzados en julio pasado y que vencen el 29 de abril, están en un callejón sin salida, por la negativa del régimen de Tel Aviv a liberar al cuarto grupo de presos palestinos que, como habían acordado, se debió realizar el 29 de marzo. 

viernes, 25 de abril de 2014

Doscientos palestinos inician huelga de hambre en las cárceles israelíes

Doscientos palestinos encarcelados en prisiones israelíes comenzaron una huelga de hambre indefinida este Jueves para protestar por su encarcelamiento sin cargos, informó un grupo de derechos humanos palestino.

La Sociedad de Prisioneros Palestinos (PPS), dijo en un comunicado que 80 se encuentran detenidos en la prisión de Ofer, 55 están encarcelados en Naqab, y los restantes 65 en la prisión de Megiddo.
Jawad Boulos, abogado de la PPS, declaró a la agencia de noticias Anadolu que las autoridades penitenciarias israelíes han comenzado a trasladar a los internos a diferentes cárceles, en un esfuerzo "para separarlos y romper su unidad."
Los presos están protestando por su encarcelamiento bajo la política de "detenciones administrativas" que permite a los reclusos a ser encarcelados por períodos de seis meses renovables, sin siquiera haber sido acusados por un crimen por parte de Israel.
El año pasado el prisionero palestino, Samer Issawi, realizó una huelga de hambre sin precedentes de 277 días, para protestar contra su detención administrativa después de esta acción Israel accedió a liberarlo.
Su huelga de hambre fue inspirada en una anterior huelga de hambre masiva efectuada por unos 2.000 presos palestinos que se negaron a recibir alimentos para protestar por su detención administrativa.
Los prisioneros terminaron su huelga de hambre masiva a mediados de mayo 2012 después de llegar a un acuerdo con Israel, que prometió la liberación de dichos prisioneros. Pero algunos de ellos más tarde reanudaron la huelga de hambre, después de que Israel renovara su detención sin cargos, violando el acuerdo.
"El gobierno israelí y la administración penitenciaria no cumplieron con su promesa del 14 de mayo de 2012 para poner fin a la política de detención administrativa, sometiéndola a escrutinio legal y evitando la renovación de las detenciones administrativas sin ninguna justificación legal", dijo Boulos.
Amnistía Internacional y Human Rights Watch han criticado la política de detención administrativa de Israel como una violación del derecho internacional humanitario.
Al-Akhbar / Traducción: Palestinalibre.org

Acuerdo para pone fin a la división e iniciar la aplicación del los acuerdos de Reconciliación nacional Palestina

Traducción de Jalil Sadaka
El texto del comunicado emitido a raíz del encuentro entre la del OLP y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
Acuerdo para pone fin a la división e iniciar la aplicación del los acuerdos de Reconciliación nacional Palestina
Con el fin de afrontar, la intensificación de las embestidas contra la Causa Palestina, las agresiones contra la Mezquita de al Aqssa - primera Qibla musulmana- los planes de judaización de la ciudad santa al-Quds, los intentos de liquidación de su entidad árabe, la profanación de los lugares santos islámicos y cristianos, la aceleración de la colonización de las tierra de Cisjordania, la denegación por parte los ocupantes de todos los acuerdos su violación de los tratados internacionales, el incremento de los ataques indiscriminados su ejército, el menosprecio de los líderes israelíes hacia nuestro pueblo, las incesantes agresiones de sus colonos que ya no se limitan a hacer la vida imposible a nuestra gente sino, atacan sus propiedades y cultivos, el trato inhumano dado a nuestros presionaros sometiéndoles a todo tipo de tortura, la intensificación del bloqueo asfixiante contra la heroica Franja de Gaza y las consiguientes dificultades y penalidades que soportan con entereza nuestra gente, la angustiosa situación de nuestro pueblo dentro de la tierra ocupada y en la diáspora. Ante este dantesco panorama y cumulo de agravios, y en defensa del interés nacional. La superación de la divisan palestina, y la restauración de la unidad patriótica con todas las garantías y mecanismo que aseguran su continuidad, se ha convertido en una obligación nacional ineludible.
Los hermanos asistentes a las reuniones han hacho un repasado a la situación política, los desafía que afronta nuestro Cuestión Nacional y los cerrados horizontes de arreglo político, consecuencia de la inflexible política israelí, priorizando , en todo momento, los supremos intereses nacionales llegando a la conclusión de que ha llegado el momento de un trabajo en común y una asociación política que permita la toma de decisiones capaces de promover la marcha de nuestro pueblo hacia la libertad, el retorno y la creación del estado palestino independiente con capital en Jerusalén.
A partir de estas importantes premisas, se ha reunido delegaciones de la OLP y del Movimiento de la Resistencia Islámica Hamas, en los territorios de Gaza, símbolo de la resistencia, para abordar un plan de acción con tiempos establecidos, para poner fin a la división y el cumplimiento del Acuerdo de Reconciliación Nacional. A lo largo de los dos últimos días se celebraron sendas reuniones, en un clima de comprensión, responsabilidad, y afán de acuerdo, poniendo el interés de la nación por encima de cualquier otra consideración.
Acordando los siguientes puntos:
Primero: insistir en los compromisos alcanzados en los acuerdos del Cairo y los principios de entendimiento derivados y la declaración de Doha. Considerándolos un referente a la hora de poner en práctica todo los acordado.
Segundo: Formación de gobierno. El presidente de ANP, iniciará de forma inmediata las consultas para la formación de un gobierno consenso nacional. Este gobierno deberá ser anunciado en el plazo legamente establecido, cinco semanas, basándose en los acuerdos del Cairo y Doha.
Tercero: Las elecciones: se reitera el acuerdo de que simultanearse las elecciones legislativas, presidenciales y del Consejo Nacional. El presidente anunciar la fecha de las elecciones después de consultar con las fuerzas nacionales. Teniendo en consideración que las elecciones deberán realizarse, al menos, seis meses después de la formación del nuevo gobierno. Este asunto se debatirá en la próxima reunión de la Comisión de Dinamización de la OLP, en función los preparativos necesarios para dichas elecciones.
Cuarto: OLP: se ha acordado la celebración de la reunión de la comisión de dinamización de la Organización para la Liberación de Palestina, en el plazo de cinco días, para abordar las funciones determinadas en los acuerdos mencionados. Se ha acordado que sus reuniones serán regularizadas en adelante.
Quinto: Comisión para la reconciliación social: los trabajos de esta comisión y las subcomisiones, se reanudarán de inmediato, conforme a los acuerdos del Cairo.
Sexto: la Comisión de las Libertades. Se reitera la necesidad de poner práctica los acordados del Cairo, en relación con el dosier de las libertades públicas. Se insta a la comisión de libertades públicas a reiniciar sus trabajos en Cisjordania y Gaza simultáneamente y al cumplimento de sus decisiones.
Séptimo: Consejo Legislativo: Reiterar todo lo acordado alcanzados con anterioridad, en relación a la necesidad de dinamización del Consejo, y el desempeño de sus funciones.
Por último ambas delegaciones reafirman su estima por el papel jugado Egipto, en el patrocinio de la reconciliación y afirman la necesidad de proseguir este papel, con al apoyo árabe más amplio posible para la puesta en práctica de dicho acuerdo.
Gaza – Palestina 23 de abril 2014
Saludos a todos los martiries
A todos los prisioneros
A todos los heridos

Liberad a Marwan Barghouti. Puede ser el Nelson Mandela de Palestina

Martin Linton fue diputado laborista por Battersea entre 1997 y 2010 y periodista delFinancial TimesLabour WeeklyDaily Star o el  Guardian, y es director de Palestine Briefing,


La muerte de Nelson Mandela nos recuerda que a menudo el primer paso hacia la resolución de un conflicto es la liberación de la cárcel de un líder nacional que tiene la autoridad de unir, negociar y y aportar soluciones.  

Marwan Barghouti lleva en la cárcel desde el 15 de abril de 2002, cuando agentes de seguridad israelíes, fingiendo ser sanitarios de una ambulancia, le detuvieron a plena luz del día y se lo llevaron a Israel. En 2004, un tribunal israelí le sentenció como implicado en cinco asesinatos, algo que él niega.

A pesar de casi doce años entre rejas, Barghouti sigue siendo el político más popular de Palestina, capaz, según las encuestas más recientes, de vencer al presidente Mahmud Abbas o a su rival de Hamas, Ismail Haniya, si les disputara la presidencia.

Son muchos los que creen que podría salir de prisión, presentarse a las elecciones, alcanzar la presidencia, unir a las facciones palestinas, negociar un acuerdo, presentarlo a su pueblo, lograr su apoyo y dirigir un proceso de "verdad y reconciliación" en un país de independencia recién adquirida.

Con la liberación final de presos ligada a las conversaciones de paz que tendrán lugar el sábado [29 de marzo] y la conclusión de las conversaciones un mes después (el 29 de abril), este podría ser el gesto espectacular que acabara salvando a las negociaciones de concluir en  un total fracaso. Abbas se ha ofrecido a prolongarlas un poco, pero sólo si se libera a Barghouti y a los otros 12 parlamentarios.

Hasta Shimon Peres declaró, mientras hacía campaña por la presidencia de Israel, que firmaría el perdón de Barghouti. En ese caso, la Knesset nunca aprobó su perdón debido a la vehemente oposición de ministros como Silvan Shalom, que afirmó: "Ni hablar de liberar a un asesino que tiene sangre en las manos y fue debidamente condenado por un tribunal".

Pero si ha de llegar la paz, Israel tendrá que reconocer que Barghouti era un líder político y no militar, que nunca llevó armas y que siempre se opuso a las acciones que tomaban como blanco a civiles israelíes, aunque defendiera el derecho de resistencia de los palestinos.

Se ha lanzado una campaña internacional para liberar a Barghouti y a los 4.227 presos políticos palestinos en cárceles israelíes. Campaña que apoyan todos los partidos del parlamento palestino, con Fatah y Hamas por una vez unidos, así como por la abrumadora mayoría de los palestinos.

El lanzamiento de la campaña tuvo lugar en la vieja celda de la cárcel de Mandela a cargo del veterano político sudafricano Ahmed Kathrada, que inició la primera campaña por la liberación de Mandela en la década de 1960, fue después encarcelado y pasó luego 18 años en Robben Island con Mandela.

Estará en Londres la próxima semana para apremiar a los parlamentarios británicos a que firmen la "Declaración de Robben Island" en apoyo de los presos palestinos, junto al arzobispo Desmond Tutu, John Bruton, antiguotaoiseach [primer ministro de Irlanda], Mairead Corrigan Maguire, premio Nobel de la Paz, la activista política Angela Davis y muchas otras personas.

Para los políticos británicos, debería ser fácil captar el argumento esencial a favor de su liberación. No sobre la base de que es inocente (aunque pueda serlo), o de que su detención fuera ilegal (casi con certeza lo fue) sino debido a que se encuentra en una posición única para negociar un acuerdo de paz.

Gran Bretaña encarceló a Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nehru en 1942, pero liberó a Nehru en 1944 y dos años más tarde negociaba la independencia de la India. Se convirtió en primer ministro de una India independiente en 1947.

En Kenia, Jomo Kenyatta fue enviado a prisión por los británicos en 1952 y liberado en 1961. Un año más tarde, los británicos negociaban con él la independencia y en 1963 se convertía en primer ministro de una Kenia independiente.

En Sudáfrica, Mandela fue liberado de la cárcel en 1990 y en cuestión de meses negociaba la independencia con sus captores. Sólo hicieron falta cuatro años para que pasara de la celda de prisión al palacio presidencial y nuestra esperanza es que Barghouti, que tiene 54 años, pueda hacer otro tanto.

Entre agosto de 2013, un mes después del inicio de las conversaciones, y febrero de este año, 34 palestinos han sido asesinados y 1.535, heridos (en ese mismo periodo ha habido tres muertes de israelíes y 53 han resultado heridos). Mientras tanto, las autoridades israelíes han aprobado 10.509 viviendas en asentamientos ilegales. ¿A alguien puede sorprenderle que los palestinos no quieran continuar las conversaciones de  "paz"?

Puesto que se aproxima le fecha límite del 29 de abril, haría falta una iniciativa audaz por parte de los israelíes para demostrar que están interesados en la paz. Si liberan a Barghouti, el mundo reconocerá que son serios. Si se niegan, muchos sacarán la conclusión de que no lo son.



El CSCA insiste ante el Juez Ruz que la persecución de crímenes de lesa humanidad siguen siendo competencia de los tribunales españoles

Tras la modificación en España de la Ley Organica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial, relativa a la justicia universal, el Juez Ruz que lleva el caso de la Flotilla, pidió a las partes si consideraban que esa modificación legal supondría el archivo de esta causa.
El caso de la Flotilla se refiere al asalto del ejército israelí del buque turco llamado Mavi Marmara, cabeza de una flotilla de barcos, en mayo de 2010, cuando se dirigía a Gaza (Palestina) con víveres, materiales y pasajeros civiles para romper el bloqueo israelí. Ese abordaje causó 9 asesinatos, múltiples heridos, entre ellos una persona en situación de coma y el secuestro en un primer momento de todos sus pasajeros y tripulantes.
En enero de 2013, el fiscal del caso aceptó que los hechos de la demanda fueran calificados de crímenes de lesa humanidad.
Ante la cuestión de archivo solicitada por el Juez a todas las partes, incluyendo la fiscalía, la acusación particular (Laura Arau, Manuel Espinar Tapial y David Segarra, ciudadanos españoles, pasajeros en el Mavi Marmara) y populares (la Asociación Cultura y Paz y Solidaridad, Haydée Santamaría y el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe), han suscrito los escritos realizados por sus abogados, Gonzalo Boyé, Enrique Santiago y Antonio Segura donde se rechaza esa posibilidad de archivo y se reclama que España, al haber suscrito y estar vigentes y de superior rango legal a la norma modificada diferentes convenciones internacionales, como la IV Convención de Ginebra, el Tratado contra la Tortura y el Estatuto de Roma sobre la Corte Penal Internacional, es plenamente competente, por lo que el Juzgado del Sr. Ruz debe continuar con las diligencias del caso, proseguir las investigaciones e interrogatorios hasta concluir el sumario.
El caso de la Flotilla no ha sido juzgado. El auto del fiscal mencionado dice que Israel no ha realizado una investigación judicial, ni ha habido juicio por esos crímenes de lesa humanidad. 
El Gobierno del PP que ha realizado el cambio de la ley sobre la jurisdicción universal ha pretendido dejar impunes los graves crímenes cometidos contra cualquier ciudadano, incluyendo los españoles, con una aglomeración de restricciones y obviando las obligaciones impuestas en la suscripción de determinados Tratados internacionales. Es probable que varios jueces que están encargados de diferentes sumarios de crímenes de lesa humanidad eleven al Tribunal Constitucional estas contradiciones para que éste las dirima. Mientras, las víctimas seguirán reclamando justicia.
La postura del PP a favor de la impunidad se ve confirmada cuando antes de que se aprobase la modificación de la ley del poder judicial y sobre la jurisdicción universal ya invitó a un seminario militar a dos acusados israelíes en noviembre de 2013 (casos Gaza 2002 y Flotilla 2010) Abraham Dichter y Dan Meridor mostrándoles su apoyo a que no serían molestados judicialmente.

martes, 15 de abril de 2014

‏El senador de Izquierda Unida por Asturias Jesús Iglesias y José Antonio Martín Pallín el que ha sido fiscal del Tribunal Supremo asistirán al Congreso Internacional de Juristas que se celebra en Bruselas en relación al estudio de las responsabilidades jurídicas de los autores del genocidio iraquí.



La Asociación Internacional de Abogados Demócratas [IADL, en sus siglas en inglés], organización con estatuto consultivo en el Consejo Social y Económico de Naciones Unidas, celebrará su 18º congreso en Bruselas del 15 al 19 de abril de 2014.

Durante dos días los días 16 y 17 de abril de 2014, el Congreso se dedicará a temas específicos mediante el trabajo en comisiones. El Tribunal BRussells junto con la Red Internacional antiOcupación (IAON), de la que forma parte la organización a la que pertenezco, ha previsto una comisión sobre “Responsabilidad y Justicia para Iraq.”
Para que el trabajo de la comisión el Comité patrocinador está compuesto por personalidades de diversos campos profesionales. Por este motivo, me dirijo a usted en nombre del comité organizador, del que formo parte, para reiterarle nuestro agradecimiento por haber aceptado formar parte de dicho comité (al final de esta carta podrá encontrar más detalles sobre el comité patrocinador). Como bien sabe, la agresión contra Iraq lanzada por la Coalición de la Voluntad bajo el mando de Estados Unidos y Reino Unido no solo fue inmoral sino ilegal, según la definición de crimen contra la paz establecida por el tribunal de Nuremberg. 

De acuerdo con la legalidad internacional, una guerra como esta debe tener consecuencias legales para los agresores y derechos para las víctimas. Hasta el día de hoy, ningún responsable de esta acción bélica ha sido llevado ante la justicia por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o por haber emprendido una guerra ilegal. Es una obligación moral el cambiar esta situación. A todos aquellos que idearon y llevaron a cabo la invasión de Iraq se les ha de exigir su responsabilidad por la destrucción de la infraestructura del país, de su economía y de su sociedad; de su pasado histórico, de su sistema sanitario y de su sistema educativo. 

La acción legal es imprescindible y debe conseguir no solo la restauración del orden legal internacional, destruido con el inicio de la llamada guerra preventiva, sino además la defensa de las víctimas iraquíes en los tribunales, y el juicio con todas las garantías legales de quienes fueron responsables de la muerte de civiles y de la destrucción de un país. Si queremos restaurar el respeto y la aplicación de la legalidad internacional; si queremos garantizar los derechos de las víctimas de la guerra ilegal contra Iraq, debemos asegurarnos de que Iraq esté presente en las acciones y en los planes de las organizaciones de juristas, abogados y activistas en todo el mundo. Le agradecemos  su participación en el comité patrocinador dada la importancia de un encuentro en el que se reunirán más de 1000 personas personalidades del ámbito jurídico de todo el mundo. 

"Gaza. Seguimos siendo humanos", de Vittorio Arrigoni: en PDF para descargar


Si no has tenido todavía oportunidad de leer Gaza. Seguimos siendo humanos (Vittorio Arrigoni, 2010) y no consigues hacerte con ningún ejemplar en papel, puedes descargarte ahora desde aquí el PDF de la obra, cedido por la Editorial Bósforo.

El activista italiano del Movimiento de SolidaridadInternacional (ISM) Vittorio Arrigoni, de 36 años, fue asesinado en la Franja de Gaza el pasado 14 de abril. Arrigoni llegó a la Franja de Gaza en 2008, antes de la operación militar israelí Plomo Fundido, que mató a más de 1.400 personas. Colaboró con el diario italiano Il Manifesto enviando crónicas de la masacre y tenía un blog en el que iba narrando sus experiencias en la Franja. De este blog nació el libro Restiamo umani, traducido a numerosos idiomas y publicado en España con el título Gaza. Seguimos siendo humanos (Editorial Bósforo y Paz con Dignidad, 2010).
"Si la verdad es la primera víctima de toda guerra, para Israel es una prioridad absoluta asesinarla. Antes, durante y después de cada conflicto. Nuestra tarea como activistas, y más en general como seres humanos que buscan la libertad y la justicia, es ofrecerla como un banquete, lo más indigesto posible, a la opinión pública mundial". Vittorio Arrigoni.

altDESCARGAS:
AUTORÍA: Vittorio Arrigoni.
EDICIÓN ORIGINAL: "Gaza. Restiamo umani". 2009.
EDITORIAL Y AÑO DE PUBLICACIÓN EN CASTELLANO:Bósforo, 2010. Editado con el apoyo del Ayuntamiento de Córdoba y de la asociación Paz con Dignidad.
PÁGINAS: 180.

MÁS INFORMACIÓN:

lunes, 7 de abril de 2014

Yarmuk, vergüenza sobre vergüenza


  Luz Gómez es profesora de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid


A estas alturas, está claro que la barbarie de la guerra siria no tiene límites. Unos no quieren ponérselos, otros quizá no pueden. En las conversaciones de Ginebra II ha quedado de manifiesto que ni Rusia ni Estados Unidos lo van a hacer y que las potencias regionales (Arabia Saudí, Irán, Catar, Emiratos Árabes Unidos) siguen, con idéntica lógica, su propia agenda. En cuanto a que la solución venga del interior, si es que tal interior existe, resulta hoy por hoy tan quimérico como deseable. Al mundo parece que solo le queda contemplar el desastre y seguir degradándose. En un artículo reciente, ante la frialdad con que asistimos al horror que se acumula en Siria, Stephen Hawking se preguntaba qué ha sido de nuestra inteligencia emocional, de nuestro sentido de la justicia colectiva: «Hoy sabemos que Aristóteles estaba equivocado: el universo no ha existido desde siempre. Empezó hace unos 14.000 años. Pero estaba en lo cierto en que los grandes desastres suponen enormes pasos atrás en la civilización. La guerra en Siria puede que no signifique el fin de la humanidad, pero cada injusticia cometida es un arañazo en la fachada que nos mantiene unidos. El principio universal de la justicia puede que no se fundamente en la física, pero no es menos básico para nuestra existencia. Sin él, y más pronto que tarde, el ser humano seguramente dejará de existir». En Siria se han sucedido horrores de todo tipo que justifican por sí solos una reflexión como ésta. El último, y uno de los más llamativos por sus reminiscencias históricas, ha sido el del asedio de Yarmuk, un campamento donde residía la comunidad palestina más numerosa de Siria.
Progresando: por primera vez los palestinos se mueren de hambre
Nunca antes, desde que en 1949 se creó la UNRWA (la Agencia de Naciones Unidas para la Asistencia a los Refugiados palestinos), los refugiados palestinos habían muerto de inanición. A finales de febrero habían fallecido ya 128, según los datos facilitados por Amnistía Internacional, que también ha denunciado que el sitio con que Al Asad castiga a la población es responsable de que el 60% de las 20.000 personas atrapadas en Yarmuk sufra malnutrición (otro dato criminal: el kilo de arroz ha llegado a costar 75 €). Es una estrategia de exterminio deliberada, que se prolonga desde el verano pasado. Hasta entonces vivían en el campamento 180.000 personas, la mayoría pertenecientes a una clase media palestina (médicos, profesores, abogados, ingenieros) más algunos sirios de clase algo inferior, como pequeños funcionarios y obreros cualificados. Además, desde el comienzo de la guerra y hasta finales de 2012, Yarmuk había acogido a los sirios de Damasco y alrededores que huían de las zonas de combate. Era un lugar relativamente neutral, que no hacía presagiar la catástrofe.
En diciembre de 2012 el delicado equilibrio de Yarmuk estalló. Primero se reprodujo entre los palestinos el enfrentamiento armado de la guerra civil siria: de un lado, los izquierdistas del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General, partidarios del régimen sirio; de otro, los islamistas de Liwá al-Asifa, partidarios del Ejército Libre Sirio. A ellos se sumaron enseguida las contrapartes exteriores. En julio de 2013 las tropas de Al Asad cerraron el cerco e impidieron la entrada de personas y mercancías al campamento. El suministro eléctrico fue cortado tres meses después. De nada sirvió que en diciembre pasado la oposición al régimen anunciara que todos los grupos armados (desde el qaedista Frente al-Nusra a sus rivales yihadistas del Estado Islámico de Irak y Siria y las diferentes facciones del Ejército Libre Sirio) habían abandonado el campamento. Como con el uso de armas químicas, Al Asad ha pretendido demostrar en el cerco y asedio de Yarmuk hasta dónde llegan sus capacidades. Al igual que en otras poblaciones sirias controladas por los insurgentes, el arma preferida del dictador están siendo las baratas bombas de barril lanzadas desde helicópteros.
La historia de Yarmuk es singular. Oficialmente, no se trata de un campamento de refugiados palestinos, sino de un distrito de Damasco a 8 Km. del centro. Sin embargo la señalización de carreteras indica “Campamento de Yarmuk”. Se creó en 1957 para asentar a los refugiados que se habían ido quedando de manera irregular junto a Damasco a raíz de la Nakba, la limpieza étnica de Palestina que acompañó a la fundación del Estado de Israel. Su urbanización responde a la de un campamento de refugiados (una cuadrícula cerrada con calles de apenas dos metros de ancho y casas unimodulares de 30 m2) pero con ciertas mejoras en las condiciones de habitabilidad: tiene dos calles principales con comercios y servicios, la edificación es de hormigón y las casas pueden ampliarse con pisos superiores. Su nombre, el de una célebre batalla en que los árabes derrotaron a los bizantinos, es muy de los años 50, marcados por el auge del panarabismo y el movimiento de los No Alineados, que invitaban al optimismo retórico.
Si bien la UNRWA no incluye a Yarmuk en su red oficial de 58 campos de refugiados, mantiene allí escuelas, hospitales y servicios sociales, además de coordinar la cooperación internacional (por ejemplo, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo financió en 2009 un centro pionero en el tratamiento de la talasemia). Este ser y no ser ha servido de excusa a Al Asad para impedir que la UNRWA preste la imprescindible ayuda de emergencia a los refugiados. Las dantescas imágenes del hacinamiento de los habitantes del campo incendiaron las redes sociales hace unas semanas. Hasta se ha llegado a comparar la foto de la multitud que aguarda el reparto de alimentos con la célebre foto de la niña vietnamita que huye desnuda del napalm.
Pero nada ha mejorado, más bien al contrario: los pocos convoyes que consiguen llegar a las puertas del campamento tienen que distribuir malamente la ayuda por un estrecho corredor, abierto entre cascotes al comienzo de la calle principal. De lo que no es consciente el observador bienintencionado es de que las propias instalaciones de la UNRWA, en perfecto estado, se hallan unas manzanas más allá. O que mientras la muchedumbre silenciosa espera la ayuda que se reparte con cuentagotas (el 21 de marzo, por ejemplo, se entregaron 197 paquetes para 18.000 asediados) el campamento es bombardeado.
Refugiados, palestinos de segunda
Como parias sin Estado que son, una vez más los palestinos están pagando caro un conflicto que no es exactamente suyo. Unos 235.000, la mitad de los que residían en Siria, han tenido que abandonar sus casas y se han visto desplazados (la población siria en esta misma situación es “sólo” una cuarta parte del total). El Gobierno sirio les ha retirado los pasaportes o permisos de viaje, de modo que muchos de los 60.000 que han abandonado Siria lo han hecho de forma irregular. En Egipto las autoridades golpistas les persiguen y detienen acusándoles de terrorismo y vínculos con Hamás. En Jordania se les separa de los refugiados sirios en los nuevos campamentos y se les impide acceder a las ciudades. En la frontera de Ceuta, sí, en España, se les niega el acceso a Europa y con ello la posibilidad del derecho de asilo. Cuántos han muerto en el Mediterráneo o cuántos andan deambulando por Turquía, Grecia, Libia o Argelia nunca se sabrá. Y tampoco reconforta demasiado el celebrado asilo abierto de los países nórdicos, a su manera selectivo: los refugiados sirios o palestinos que logran cruzar media Europa para llegar al Norte poseen un alto nivel educativo. ¿Qué ocurriría de no ser así?
La guerra en Siria ha venido a recordar al mundo, y a los propios palestinos, la palestinidad de segunda de los refugiados. Cuesta decir algo tan rotundo. Los refugiados palestinos, 5.2 millones según la UNRWA (es decir, la mitad de todos los palestinos), han sido los grandes marginados de los ya casi 25 años de negociaciones israelo-palestinas. El derecho de los refugiados a retornar a sus casas y tierras y obtener una reparación por los 65 años de desposesión, un derecho reconocido internacionalmente, ha sido siempre la primera moneda de cambio del actual equipo negociador, encabezado por Saeb Erakat, quien sigue ahí a pesar de la dimisión en bloque de sus colaboradores el otoño pasado. Para desgracia de las instancias oficiales palestinas, Yarmuk ha vuelto a poner nombre y rostro a la tragedia de los refugiados, ya casi olvidada tras las masacres de Sabra y Chatila (1982). En los Territorios Ocupados, en Israel y en la diáspora, la sociedad palestina se ha organizado para recaudar fondos y poner en contacto a las familias dispersadas por la guerra siria. La movilización y la solidaridad populares, no los políticos palestinos, han sido esta vez los protagonistas. No deja de ser significativo que en este tiempo marcado por las nuevas tecnologías de la información haya sido la radio en su onda media, como en 1949, el instrumento de comunicación interpalestina.[1] Demasiadas cosas en la tragedia de Yarmuk remiten a la Nakba.
El BDS y la Tercera Intifada
Hay quien vaticina que la Tercera Intifada está en marcha, y que Yarmuk, o lo que ocurra en cualquier otro campamento, puede ser la chispa. Los que se preocupan diariamente por los intereses de Israel, como el columnista de The New York Times Thomas L. Friedman, señalan más bien al movimiento internacional de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel (BDS). Desprecian el protagonismo civil palestino y responsabilizan a la Unión Europea. Pretenden así desactivar la incipiente exigencia de la UE de que Israel cumpla con la legalidad internacional si quiere mantener su condición de socio preferente.[2] Saben que cuando Europa deje de tener mala conciencia Israel perderá la impunidad. Y la mala conciencia empezó a resquebrajarse con la Operación Plomo Fundido contra Gaza (2008-2009), que supuso un punto de inflexión en la percepción de las políticas de Israel en todo el mundo.
Pero por mucho que se intente desviar la atención, la Tercera Intifada, como todas, será hija de la sociedad civil palestina. Fue ella la que en 2005 lanzó el llamamiento al BDS, que empieza a recoger importantes apoyos internacionales. Lo que determina el momento actual y el futuro de la causa palestina es que tras dos décadas de “proceso de paz” los palestinos ya nada esperan de la Autoridad Nacional. Por el contrario, han renovado su confianza en la política “desde abajo”. La campaña BDS supo anticiparse a esto proponiendo desde sus inicios una nueva estrategia de resistencia y lucha contra la ocupación, el apartheid y la desposesión a que Israel somete sistemáticamente a los palestinos. A semejanza de lo que ocurrió con el boicot al régimen de apartheid en Sudáfrica, el BDS involucra a todos los palestinos y, además, implica a los ciudadanos concienciados de todo el mundo. Unos y otros se convierten en protagonistas políticos allí donde sus Gobiernos han hecho dejación de sus obligaciones jurídicas internacionales.
La fuerza de la Tercera Intifada, augura Richard Falk, relator de la ONU sobre Derechos Humanos en Palestina,[3] será la del “poder blando”: una contienda pacífica, horizontal y transversal basada en la superioridad legal y moral del derecho palestino a la autodeterminación, reforzada por la creciente adhesión de la opinión pública internacional.

Notas
[1] Este protagonismo de la radio en los años cincuenta está muy bien tratado en la literatura; por ejemplo en La Cueva del Sol, de Elias Khoury (trad. de Jaume Ferrer, Madrid, Alfaguara, 2009) y en El bien de los ausentes, de Elias Sanbar (trad. de Jorge Gimeno, Valencia, Pre-Textos, 2013).
[2] Una de las últimas iniciativas es la carta que 29 europarlamentarios han dirigido a Catherine Ashton solicitando que se boicoteen los negocios con las colonias israelíes: http://www.bdsfrance.org/index.php?option=com_content&view=article&id=3108%253.
[3] Richard Falk: “Derecho internacional, apartheid y respuestas israelíes al BDS”, en Luz Gómez (ed.): BDS por Palestina. El boicot a la ocupación y el apartheid israelíes, Madrid, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2014, pp. 57-74.

Luz Gómez es profesora de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid. Es autora, entre otras obras, de Diccionario de islam e islamismo (Madrid, Espasa, 2009). Recientemente ha editado el volumen colectivo BDS por Palestina. El boicot a la ocupación y el apartheid israelíes   (Madrid, Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2014).
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Libro: BDS por Palestina.



Un libro sobre la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones contra la política de ocupación ilegal de territorios y el apartheid de la población palestina ejercidos por los gobiernos del Estado israelí. Una campaña cívica de alcance mundial que, al igual que la llevada a cabo contra el apartheid sudafricano, se propone acabar con las desastrosas políticas contrarias a los derechos humanos fundamentales de los sucesivos gobiernos israelíes con la complicidad de las grandes potencias.
En edición de Luz Gómez, con la participación, por orden alfabético de Frank Barat, Omar Barghouti, Ramzy Baroud, John Berger, Judith Butler, Angela Davis, Richard Falk, Daniel Gil, Luz Gómez, Héctor Grad, Ran Greenstein, Aitor Hernández, Stéphane Hessel, Shir Hever, Ayesha Kidwai, Naomi Klein, Gideon Levy, Ken Loach, Haneen Maikey, José Luis Moragues, Ilan Pappé, Prabir Purkayastha, Raji Sourani, Magali Thill, Desmond Tutu, Alice WalkerRoger Waters y Slavoj Zizek.
Presentación de Luz Gómez
El llamamiento de la sociedad palestina al Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel (2005) se halla en un punto de inflexión. A la vez que la ocupación y el apartheid se han ido agudizando en estos años, se ha consolidado la campaña internacional para presionar a Israel a través del boicot económico, académico y cultural. La Operación Plomo Fundido contra Gaza del invierno de 2008-2009 y la parálisis de la Autoridad Nacional Palestina han hecho posible el cambio de mentalidad en la solidaridad con Palestina. La sociedad civil internacional ha respondido al llamamiento palestino. El BDS se ha convertido en un instrumento eficaz de movilización social y presión política contra la permisividad de los Gobiernos con la ocupación y el apartheid israelíes. El avance del bds supone la recuperación de una forma de entender la política y la solidaridad ya practicada contra el apartheid de Sudáfrica, pero arrinconada con el triunfo voraz del neoliberalismo en los últimos veinticinco años.
Lejos de avanzar en una solución que dé respuesta a los derechos de los palestinos reconocidos porNaciones Unidas, Israel ha seguido incumpliendo de forma sistemática todas sus obligaciones como potencia ocupante y como Estado de derecho para todos sus ciudadanos, incluidos los israelíes no judíos. El desprecio a las resoluciones de la ONU ha llegado al punto de que han dejado de ser la referencia en las llamadas «conversaciones de paz». Más colonias, más apartheid, más represión y violencia viene siendo la respuesta israelí a todo intento negociador. A esta realidad oficial se opone la petición de justicia y dignidad, objetivo del movimiento BDS. Sus medios, sean el boicot, las desinversiones económicas o las sanciones internacionales, no son un fin en sí mismos, sino que su verdadero fin es que se acabe el bds: si el bds triunfa, está condenado a desaparecer.
No ha llegado aún ese momento, pero sí está claro que ya no hay marcha atrás. Hace diez años la comunidad universitaria occidental acogió con cierta condescendencia el llamamiento al boicot académico de la Campaña Palestina para el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI), pero a finales de 2013 varios sindicatos universitarios y asociaciones científicas, incluida la poderosa American Studies Association, han dado su apoyo expreso al bds. Hace cinco años, antes de la guerra de Gaza, ninguna caja de ahorros, y menos aún holandesa, hubiera pensado en retirar sus inversiones en los bancos israelíes por operar indistintamente en Israel y los territorios ocupados; pggm lo ha hecho en 2013 invocando su «responsabilidad social». Hace tan solo dos años era inimaginable que Alemania, como anunció su Gobierno en enero de 2014, bloqueara su financiación a instituciones y empresas ubicadas en las colonias de Cisjordania y Jerusalén Oriental. Es más, hace apenas un año el boicot era un tema tabú en los grandes medios de comunicación occidentales. El affaire Scarlett Johansson/Oxfam, denunciado masivamente en las redes sociales, ha acabado arrastrando a la prensa y la televisión al debate, y ha popularizado el bds. Hasta el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha avisado a Israel de que el boicot será imparable si no se presta al acuerdo en la enésima ronda de negociaciones de paz.
Este libro presenta colaboraciones que reflejan, desde distintas perspectivas, las «formas de desposesión polivalentes» de la ocupación israelí de Palestina. Nuestra pretensión ha sido no solo contar la historia, el sentido y las prácticas del movimiento BDS, sino mostrar además el carácter transversal de la lucha por la justicia en Palestina, que el bds vehicula. Es un libro con análisis, reflexiones y testimonios de autores palestinos e israelíes, pero también europeos, norteamericanos, sudafricanos e indios, y ha sido posible gracias a la colaboración desinteresada de todos ellos. Algunas contribuciones han aparecido con anterioridad en publicaciones digitales o en otras lenguas, como se recoge en el apartado de créditos.
Distintas personas han contribuido de un modo u otro a este proyecto. No podemos dejar de mencionar a Jorge Gimeno, que vio su necesidad cuando nada parecía hacerlo viable, e insistió en ella. Y, sobre todo, a los compañeros de Autónom@s por Palestina, el grupo bds de la Universidad Autónoma de Madrid, que tiene la suerte de contar entre sus miembros con Héctor Grad, Laura Galián y Fernando García Burillo. Sin todos ellos el libro no hubiera salido adelante.
La lucha contra el racismo y la segregación no conoce fronteras ni excepciones históricas. La justicia, como dice siempre Raji Sourani, o es universal o no existe. Para recordarlo y que se cumpla en Palestina, el BDS está en marcha.

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