viernes, 4 de mayo de 2012

MÁS DE UN MILLAR DE PRESOS PALESTINOS EN HUELGA DE HAMBRE Un Relator de la ONU, "horrorizado" por la situación en cárceles israelíes

El Relator Especial de la ONU para los territorios palestinos ocupados, Richard Falk, ha asegurado que está "horrorizado" por las violaciones de Derechos Humanos perpetradas en las cárceles israelíes coincidiendo con la protesta de más de un millar de presos palestinos que están en huelga de hambre desde el 17 de abril para denunciar la política de detenciones israelí y las malas condiciones de su encarcelamiento.
 "Estoy horrorizado por las continuas violaciones de los Derechos Humanos en las prisiones israelíes y apelo al Gobierno de Israel para que respete sus obligaciones internacionales de Derechos Humanos con respecto a todos los presos palestinos", ha afirmado Falk, según recoge un comunicado de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA).
La organización denuncia que las autoridades israelíes han castigado a los presos en huelga de hambre con medidas como la prohibición de visitas de familiares y abogados, la confiscación de bienes personales o su confinamiento en solitario.
   "Israel debe tratar a los presos en huelga de hambre de acuerdo con los criterios internacionales y permitirles las visitas de sus familiares", ha apostillado Falk, quien recuerda que desde la guerra de 1967, unos 750.000 palestinos --23.000 de ellos mujeres y 25.000 menores de edad-- han pasado por las prisiones israelíes, es decir, un 20 por ciento de la población de los territorios palestinos y un 40 por ciento de los hombres.
   "El uso generalizado de la detención administrativa por parte de Israel está en contraposición directa con los criterios internacionales sobre los juicios justos", ha señalado Falk. Unos 300 palestinos se encuentran en estos momentos en detención administrativa en Israel, es decir, sin posibilidad de juicio, ha denunciado Falk.
   "Los detenidos deberían poder apelar de forma efectiva contra estas órdenes de detención administrativa, en parte mediante el acceso pleno de sus abogados a las pruebas que justifican su detención", ha añadido.
   Falk ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que se asegure de que Israel cumple con las normas del Derecho Internacional Humanitario en lo relativo al trato de los presos palestinos.
   Los relatores especiales de la ONU son nombrados por el Consejo de Derechos Humanos del organismo para examinar e informar sobre la situación en determinados países o regiones o sobre un tema concreto de Derechos Humanos. Sus cargos son honorarios y no cobran un salario por desempeñarlos, por lo que no se les puede considerar personal de la ONU.

jueves, 3 de mayo de 2012

La contrarrevolución en Medio Oriente









 Por Robert Fisk *
Fue mi viejo amigo jordano-palestino Rami Khouri quien primero vislumbró lo que hoy ocurre en Medio Oriente: es la contrarrevolución. Bahrein aplasta la disidencia, al igual que Siria. El siniestro Omar Solimán, ex jefe de inteligencia de Hosni Mubarak, se postula para presidente; la cancelación de su candidatura, decidida la semana pasada por un nada confiable comité electoral, bien puede ser revocada. Libia está en guerra consigo misma. Yemen tiene de regreso al hombre de confianza de su antiguo dictador. Hubo 61 muertos en una batalla entre soldados y Al Qaida la semana pasada... en solo un día. En total, un desbarajuste tremendo.
Déjenme citar a Khouri: “En el lenguaje de Washington, una ‘crisis’ es como el amor: se puede definir como se quiera, pero se sabe cuando le ocurre a uno. Así, una revuelta popular en Bahrein en demanda de plenos derechos civiles es una crisis que debe ser aplastada por la fuerza, pero una revuelta en Siria es un suceso bendito que merece apoyo. De manera similar, este peculiar marco mental advierte contra el apoyo de Irán a los rebeldes houthis en Yemen, mientras acepta como perfectamente lógico y legítimo que Estados Unidos y sus aliados envíen armas y dinero a sus grupos rebeldes favoritos en toda la región... para no hablar de atacar naciones enteras.”
Allí tienen ustedes. Como observa Khouri, existe un nuevo grupo, llamado foro de cooperación en seguridad, que vincula a Estados Unidos con el Consejo de Cooperación del golfo. Hillary Clinton se apersonó para asegurar a todos los estados petroleros el compromiso indeclinable y sólido como roca de su gobierno con ese consejo. ¿Dónde hemos oído eso antes? Vaya, ¿no es lo que Barack Obama siempre dice a los israelíes? ¿Y no fueron Bibi Netanyahu de Israel y el rey Abdalá de Arabia Saudita los que pidieron a Obama que salvara a Mubarak?
Y en Siria –donde los qataríes y los sauditas estaban más que dispuestos a enviar armas a los rebeldes– las cosas no van muy bien para la revolución. Luego de sostener durante semanas, hace un año, que bandas armadas atacaban las fuerzas del gobierno, las bandas ahora sí existen y están en plena acción atacando a las legiones de Assad. Para los cientos de miles que estaban dispuestos a manifestarse en forma pacífica –aun a costa de su vida–, esto se ha vuelto un desastre. Sirios amigos míos lo llaman tragedia. Culpan a los estados del golfo de alentar el levantamiento armado. Nuestra revolución era pura y limpia y ahora es una guerra, me dijo uno la semana pasada. Les creo.
Y la violencia se acerca cada vez más al Líbano. El asesinato del camarógrafo Alí Shabaan, la semana pasada, ha estremecido a los libaneses, normalmente imperturbables. Hasta el prosirio Hezbolá ha condenado su muerte –claro está que Shabaan, al igual que Hezbolá, era chiíta–, en tanto ciudadanos libaneses han observado que mientras las tropas sirias estaban en su frontera, las fuerzas de su propio país no aparecieron por ningún lado durante el tiroteo. Incluso, legisladores prosirios han culpado a sus propias autoridades de seguridad por la muerte del camarógrafo.
Supongo que ésta es una observación irónicamente triste, pero algunas de las primeras revoluciones en el mundo árabe no resultaron conforme al plan. Hace unos días, los argelinos celebraron el 50° aniversario de su victoria contra los franceses. La televisión francesa mostró documentales sobre la terrible lucha que costó por lo menos medio millón de vidas, películas que se pudieron ver en Argelia. Pero, ¿qué obtuvieron los árabes por aquellas batallas titánicas? Un seudodictador y una elite corrupta, una vergonzosa cifra de desempleo y suficiente petróleo para que Argelia rivalizara con Arabia Saudita... si la revolución hubiera funcionado.
La revolución de Nasser no fue precisamente un éxito rotundo; tal vez lo fue para Nasser en lo personal, pero él y sus sucesores fueron deplorables, manejaron Egipto como si fuera de su propiedad y lo llevaron a dos guerras sangrientas contra Israel. Existen indicios de que Irak podría estar ayudando a los rebeldes sirios, como hizo en tiempos de Saddam Hussein, cuando éste y Hafez al Assad, el padre del actual presidente, se detestaban. Y ahora, cuando ya no hay estadounidenses a quienes atacar, militantes sunnitas dentro de Irak han declarado la guerra a Irán.
Si esto parece un horizonte pesimista, pues que lo sea. Sospecho que el despertar árabe estará todavía en proceso cuando todos hayamos muerto de viejos. Pero a la larga, creo, habrá verdadera libertad en Medio Oriente, sí, y dignidad para todos sus pueblos, y un asombro en la próxima generación de que sus padres y abuelos hayan tolerado a dictadores durante tanto tiempo. Y preguntarán qué fue de sus padres y abuelos desaparecidos.
Digo esto porque un valiente grupo de mujeres se reúne cada día en Beirut para recordar a sus seres queridos –libaneses y palestinos, todos hombres–, que fueron sacados de sus casas o secuestrados en las calles en los largos años de dominio sirio en Líbano. Muchas hicieron el extenuante viaje hasta Damasco atraídas por falsas esperanzas de intermediarios que querían sobornos, pero han mantenido su fe intacta. El diario libanés L’Orient-Le Jour lleva una columna semanal con los nombres de todos los desaparecidos.
Samia Abdalá espera a su hermano Imad, combatiente de Fatah desaparecido en 1984, cuando tenía veinte años. Fatme Zayat quiere que regrese su hijo; ambos llevan 27 años desaparecidos. Afife Abdalá busca a siete miembros de su familia. Adele Said el Hajj espera a su hijo, Alí, arrestado por los sirios en 1989: hace 23 años.
La guerra civil libanesa terminó en 1990; miles siguen desaparecidos. El mes pasado marcó el 37º aniversario de su principio. En aquel tiempo algunos libaneses afirmaron que era una revolución.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

Presos palestinos en huelga de hambre masiva



The Electronic Intifada
El grupo palestino de derechos humanos y en defensa de los presos políticos Adameer anunció hoy que la huelga de hambre masiva e indefinida en las cárceles israelíes que empezó el pasado 17 de abril, Día del preso político palestino, ha aumentado hasta llegar a los unos 2.000 participantes. Addameer renueva su llamamiento a actuar en apoyo de los presos en huelga de hambre.
Los presos palestinos protestan tanto por la práctica israelí de la detención administrativa — el encarcelamiento sin cargos ni juicio — como por la de aislamiento, por la denegación de las visitas familiares y del acceso a la educación, y por otras medidas punitivas del sistema de Israel de detención y encarcelamiento que está diseñado para quebrar la lucha palestina por la libertad y la liberación.
Israel trata de quebrar la voluntad de los presos en huelga de hambre
La huelga de hambre indefinida está aumentando a pesar de los castigos de las autoridades israelíes a quienes la hacen. Según Addameer, “los métodos de castigo que se están utilizando actualmente contra quienes hacen huelga de hambre son ataques en los módulos donde están los presos, la confiscación de sus objetos personales, los traslados a otras prisiones, el aislamiento, las multas y la supresión de las visitas familiares o de los abogados”. También se ha informado de que las autoridades israelíes están confiscado la sal que añaden al agua los presos en huelga de hambre, el único alimento que toman.
Addameer informa hoy que entre los presos en huelga de hambre hay 19 presos que ya han estado en aislamiento, incluyendo al dirigente del FPLP Ahmad Saadat, que ha permanecido en aislamiento durante más de tres años. Según Addameer, Saadat ya ha perdido 6 kilos.
Ocho presos continúan una huelga de hambre que empezaron antes del 17 de abril. Entre ellos están Thaer Halahleh y Bilal Diab, cuyos recursos por su detención administrativa fueron denegados el lunes [23 de abril de 2012] por el juez militar a pesar de que sus condiciones físicas se están deteriorando rápidamente. Siete de estos hombres han sido trasladados al centro médico penitenciario de Ramleh.
El 25 de abril de 2012 Halahleh y Diab llevaban 57 días en huelga de hambre. Halahleh ya había estado anteriormente cuatro veces en detención administrativa y su hija de 22 meses nació cuando él estaba en prisión y todavía no ha podido conocerla ni tenerla en sus brazos. El hermano de Diab, Azzam, preso también en una cárcel israelí, ha iniciado una huelga de hambre en solitario.