El campo que ha quedado configurado en el mapa político israelí en los últimos 25 años es la derecha y la extrema derecha. Lo que se llama la izquierda liberal, en la sociedad israelí, ha sido eliminadaPor Angelo Nero
Nacido en Cisjordania, en 1956, hasta los 17 años vivió en Palestina. Licenciado en Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela, se especializó en Oftalmología en Oviedo. Se casó con una asturiana, pero han hecho su vida en Galicia. Además de trabajar en Santiago, desde hace años consulta en el Hospital Virxe da Xunqueira (Cee) y vive en Corcubión. Acaba de publicar “La segunda Nakba palestina”.
“Se considera que la negociación para solucionar un conflicto es un signo de evolución y de civilización de las partes en disputa, pero en realidad, en el caso palestino, las negociaciones suponen un sinónimo del fracaso de la aplicación de la legalidad internacional”, ya en el prologo de su libro, es muy crítico con el proceso de paz, que en 2003 desembocó en la Hoja de Ruta para la Paz, en la que se rubricaba la solución de los dos estados. ¿Tan perjudiciales fueron las negociaciones entre Israel y Palestina como para señalarlas como la Segunda Nakba?
A los hechos me remito. No es una crítica al comienzo del Proceso de Paz. Yo quizás era uno de los que tenía cierta esperanza, no me opuse con toda mi fuerza y con mi crítica a este proceso. Pero, con el paso del tiempo, hemos descubierto que es totalmente distinto a lo que estaba diseñado para el final de este proceso. Llevamos desde 1993 hasta hoy, que son alrededor de 29 años, y no se vislumbra ninguna posibilidad de una solución, como estaba previsto, de la retirada de Israel del territorio palestino, y de la creación de un estado palestino. Lo que hemos visto es como han crecido los asentamientos. Si en aquel momento había 240.000 colonos, ahora mismo hay unos 700.000 colonos dispersos en el territorio palestino. Si antes no había chek-points y muro que fragmentara el territorio palestino, y usurpa parte de él, ahora lo tenemos. Y la vida de los palestinos es peor de lo que era anteriormente. Por lo tanto, todo este resultado, en el que no se vislumbra el fin de la ocupación, podemos decir que nosotros vivimos una segunda Nakba, pero en este caso es consecuencia de un mal proceso de paz.
“Lo que más necesita principalmente un proyecto colonialista de asentamiento es un espacio colonial, una tierra, y es sobre la tierra palestina donde se registra la agresión colonial sionista.” Afirma al principio del segundo capítulo de su libro. ¿Qué es el colonialismo de asentamiento y que lo diferencia de otros?
Nosotros siempre que hablamos de que hay dos tipos de colonialismo: el colonialismo clásico, aquel que surgió cuando había una súper producción, en el que Europa miraba a ultramar, para buscar zonas con mano de obra, mercado y materia prima, que era lo que necesitaba ese colonialismo, y luego hay otro tipo, que es el colonialismo de asentamiento, el que padecemos los palestinos. En un colonialismo de asentamiento se pasa, como dice Patrick Wolfe, por una lógica de eliminación, es necesario que el territorio donde se va a crear ese colonialismo de asentamiento esté vacío, y si no está vacío, hay que eliminar a los que hay allí. Esta es la lógica de lo que ha pasado hasta ahora en todos los colonialismos de asentamiento, de hecho, Israel, para crear una concepción distinta, propuso aquel eslogan, el mejor marketing que hizo en aquel momento, cuando dijo “es una tierra sin pueblo, para un pueblo sin tierra”. Ya dio por hecho que Palestina es un territorio vacío, y por tanto negó nuestra existencia. ¿Cuál es la diferencia cuando se compara a Israel con Canadá, con Australia, con EEUU? Es que cuando llegó al territorio de Palestina, no estaba vacío, había un pueblo que tenía todos los elementos para formar una identidad nacional fuerte, tenía su cultura, su idioma, y densidad demográfica, que se comparaba con cualquier territorio en aquella época. Por tanto, el territorio no estaba vacío.
Entonces, para aplicar lo que ellos querían, es imprescindible la limpieza étnica, la expulsión de la mayoría de los habitantes nativos del territorio palestino para poder traer los colonos del resto del mundo, y así empezó el proceso cuando nos encontramos que más de 750.000 palestinos fueron expulsados en lo que se llama la primera Nakba, en 1948, y representaban, en aquel momento, el 75% de la población. Apenas ahora, de estos palestinos queda un 18% en Palestina. Este territorio fue colonizado por unos colonos nuevos al territorio palestino, pero para eso necesitaban hacer esa limpieza.
En una segunda fase, se inició un proyecto, que no cesa, es permanente, y sigue siendo hasta hoy día, de las colonias que se crean a base de confiscar territorio, asesinar a una familia palestina, y ocupar la mayor extensión territorial lo antes posible para el Estado de Israel.
¿La colonización de Palestina fue dirigida por el sionismo, o contó con la complicidad de las potencias que habían salido de la guerra en Europa?
En Europa había un problema: se llama Cuestión Judía, que era consecuencia del auge del antisemitismo, y por tanto hay que buscar una solución, y la solución era expulsarlos, por lo tanto si que han facilitado la colonización. Sin la ayuda de esas potencias no serían capaces de hacer lo que han hecho hasta ahora, pero más que por amor hacia los judíos, era para deshacerse de ellos, y para ellos encontraron en el territorio palestino el lugar para expulsarlos.
De ahí bien la declaración de Balfour, el ministro de exteriores británico en 1917, cuando dijo que el Reino Unido promete la creación de un Hogar Nacional Judío en el territorio palestino. Balfour era sionista, pero no amaba a los judíos, al revés, era una forma para deshacerse de los judíos, que era la pretensión de la mayoría de los países de Europa. No los querían en Europa. Y la solución fue a costa de los palestinos.
Cuando nosotros hemos rechazado esa invasión colonialista, fuimos acusados de antisemitismo. Teníamos que aceptar que Israel ocupara el territorio palestino sin rechistar, es decir, han trasladado su propia enfermedad, su propia patología, el antisemitismo, a los palestinos que rechazan que su territorio sea ocupado por unos colonos.
Siempre he dicho, aunque vengan todos los ulemas musulmanes a ocupar el territorio palestino, lucharemos. De hecho, en nuestra historia, la de Palestina, hemos luchado contra el imperio otomano, que eran musulmanes, porque el problema no es quien nos ocupa, es que no queremos ser ocupados o colonizados por nadie. Los pueblos tienen que elegir su propio destino, y ser libres, que es la esencia fundamental del derecho internacional.
El silencio internacional es flagrante ante las continuas violaciones de los derechos humanos, a pesar de las continuas resoluciones de la ONU, un caso único en el mundo, ¿Palestina demuestra el fracaso de las Naciones Unidas, y el doble rasero con que muchos países del mundo, especialmente los que están en la órbita de EEUU, entienden los derechos humanos?
Sin duda, y además los acontecimientos de cada día nos demuestran esto. Este es un proceso crónico y largo, desde hace más de 70 años, y nos demuestra ese doble rasero que acabas de señalar, ante una ocupación y otra ocupación. Yo siempre he dicho: no hay una ocupación buena y otra mala, hay una única ocupación que viola el derecho internacional, y todos los pueblos oprimidos tienen que ser apoyados y respaldados. En nuestro caso, esta complicidad se puede entender pero no se puede justificar, se pueden buscar motivos, pero está clarísimo que hay países que están consistiendo que un pueblo como el nuestro sufra durante todo este tiempo este avasallamiento y esta opresión de parte del colonialismo sionista y con el respaldo internacional.
Es cierto que las Naciones Unidas, la Asamblea General, en el Consejo, nos otorgó centenares de resoluciones de respaldo y en solidaridad con el pueblo palestino, de hecho yo considero que el 29 de noviembre de cada año, que es el día cuando se acordó la partición, en 1947, del territorio palestino, se instauró hace más de 30 años como un Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino, porque no alcanzó su meta entonces de crear un estado propio, en ese momento, al lado del estado de Israel. Pero todas estas resoluciones no valen de nada como no exista una voluntad de respaldo. Todos los colonialismos terminan mediante la descolonización, con la lucha del pueblo colonizado y con el respaldo internacional. Y por lo tanto, la lucha del pueblo palestino es una realidad cotidiana, y lo que nos hace falta es el respeto a las declaraciones de las Naciones Unidas, que los estados deciden todos los años en apoyo a la cuestión palestina.
Israel es un estado excepcional en el mundo, ya que no tiene sus fronteras definidas, y no otorga la nacionalidad por nacimiento, sino por la religión, ¿cómo puede entenderse en pleno siglo XXI, una anomalía como esta?
Esta es una cosa que también nos atormenta a los palestinos. Cuando planteamos estas cuestiones, cuando vemos todos los aspectos, las medias, y las decisiones, que toma el estado de Israel, con signos claramente de un sistema de apartheid, respecto al ciudadano palestino que vive en Palestina, y aún así no se ha visto con malos ojos, como en el sistema de apartheid en Sudáfrica. Shlomo Sand decía que él tenia una utopía: que llegue el día que un palestino en Palestina sea tratado igual que un judío en París. Yo lo digo al revés y pregunto: ¿cómo sería la reacción si un judío en París si fuera tratado como un palestino en Palestina? ¿Cómo sería la condena internacional, la repulsa, el rechazo, si un judío llega a ser tratado, con la mitad del maltrato, de la discriminación, que sufre un palestino en su propia tierra, Palestina?
A pesar de que hay un consenso internacional en torno al Holocausto, la limpieza étnica también se ha dado en Palestina, a partir de 1948, sin embargo en nuestro imaginario no está tan presente como en el caso del exterminio de los judíos, por otra parte películas como “Farha”, en las que se muestra el inicio de la Nakba, son fuertemente atacadas. ¿Puede ser esto debido a la cantidad de películas que se han realizado y se siguen haciendo en Hollywood sobre el tema?
En la segunda mitad del siglo pasado han sucedido dos crímenes contra la humanidad: uno de ellos, sin duda, el Holocausto, que es condenado, rechazado, en la memoria universal produce repulsa. El segundo es la Nakba, que es la limpieza étnica de los palestinos, que ha sucedido unos años a posteriori, y es un acontecimiento que no solamente no se condena del todo, sino que se intenta eliminar del discurso político. Además, a un israelí se le abren todas las puertas para hablar sobre el holocausto, incluso las de de Hollywood, tiene mayor difusión un discurso sobre el Holocausto, pero a un palestino no se le escucha o se le prohíbe tener un espacio para hablar de la Nakba.
Esto es la lucha desigual que empezó desde el principio con los palestinos para confirmar esta realidad. Oiga, lo que ha pasado y está pasando en Palestina es una limpieza étnica, y además en este siglo, cuando ya ese tipo de colonialismo de asentamiento ha pasado por la lógica de la eliminación, no se entiende ni se concibe que la mayoría de los países que han luchado y han conseguido liberarse en África y Asia, y aún así, en este siglo, seguimos viendo un estado que sigue creciendo a base de la confiscación y de la eliminación de los palestinos, y al mismo tiempo se le prohíbe al palestino el poder quejarse, porque su queja representa una ofensa al otro crimen, o se considera una actitud antisemita.
La postura de Donald Trump en su apoyo sin fisuras al estado de Israel sorprendió a muchos, sin embargo ¿Hay mucha diferencia en la que mantuvieron sus antecesores, Obama incluido, o la que puede tener el actual presidente Biden?
Hasta ahora en la política americana, con respecto a Palestina, apenas hemos encontrado diferencias. Puedes encontrar diferencias en la política interna de los EEUU, pero en la política externa entre los presidentes norteamericanos apenas hay pequeños matices, unos son menos insolentes que otros. Trump ha traspasado todos los límites, ha sido el más insolente, en todas sus posiciones, pero el resto, ninguno se atrevió a cuestionar y a poner freno a la política de Israel. Nosotros hemos sido ocupados, desde 1948, y ya pasaron por la presidencia norteamericana varios presidentes, republicanos y demócratas, podías encontrar un cierto “entendimiento”, una comprensión, pero, desde luego, no ha cambiando nada nuestra situación, que va empeorando día a día.
Esa es la única diferencia que yo veo entre uno y otro, uno es más insolente respecto a la cuestión palestina, pero se ha mantenido un apoyo incondicional a la política israelí, y el apoyo incondicional en todos los terrenos al estado de Israel.
En las últimas elecciones en Israel hemos visto como casi todo el arco parlamentario de la Knéset, son fuerzas de derecha o de extrema derecha, algo que parece no levantar las alarmas de Europa, como si lo hacen cuando una formación de ultraderecha llega al poder en Italia, por ejemplo. ¿Realmente existe una izquierda en Israel, o esto es sólo una ilusión, y dentro de esa izquierda, hay alguna fuerza que se posicione en contra del proyecto sionista?
En el último parlamento israelí, de 120 diputados, apenas puedes encontrar 18 partidarios de una solución al conflicto, pero también de una solución desde su óptica, desde su posición de superioridad, de sus intereses, pero el resto ni eso. La última batalla electoral ha sido entre derecha y extrema derecha. El campo que ha quedado configurado en el mapa político israelí en los últimos 25 años es la derecha y la extrema derecha. Lo que se llama la izquierda liberal, en la sociedad israelí, ha sido eliminada y sustituida progresivamente por este marco ideológico que está dominando la política israelí.
A mi me preocupa la conexión entre la extrema derecha israelí y la extrema derecha en Europa, esta ola de extremismo conservador que está cuestionando todos estos valores occidentales, que se conquistaron a partir de la segunda guerra mundial, pero en el caso de Israel la extrema derecha tiene el discurso de una mayor expansión territorial en Palestina. No es cuestión de valores, si no de proyecto estratégico, de anexionar la mayor parte de territorios palestinos, porque es la primera vez que coincide el sionismo político con el sionismo religioso, que para ellos es el acoplamiento del imaginario del territorio bíblico con el territorio ocupado. Por lo tanto, el auge religioso en el campo político israelí, ahora mismo, es muy fuerte, tiene muchas implicaciones.
Diría, para finalizar, que el asesinato de Rabin y también el envenenamiento, el asesinato de Arafat, han sido los asesinatos políticos más importantes que han sucedido en el último siglo, porque los que los han asesinado, intelectualmente y como proyecto político, son los que han gobernado en el estado de Israel, los que estaban en contra del proceso de paz, los que no querían un entendimiento con los palestinos. Asesinaron y han llegado posteriormente al poder y han implantado su política de odio.