Paypal funciona perfectamente en los asentamientos ilegales de Israel en los Territorios Palestinos Ocupados, pero se niega a dar servicio a los palestinos que viven en Gaza y Cisjordarnia, violando las directrices de Naciones Unidas
Palestinos huyen de un coche militar israelí en Nablus / Alaa Badarneh (EFE)
Paypal funciona perfectamente en los asentamientos ilegales de Israel en los Territorios Palestinos Ocupados, pero se niega a dar servicio a los palestinos que viven en Gaza y Cisjordarnia, violando las directrices de Naciones Unidas, tal y como denuncia la ONG Sum of Us, que recoge firmas para que la compañía ponga fin a esta discriminación. PayPal está presente en (casi) todo el mundo y se ha convertido en el método de pago para millones de personas en Internet.
La noticia, que ha tenido cierto impacto en el Reino Unido, ha provocado que 40 miembros del Parlamento Británico hayan firmado una moción pidiendo a la multinacional que deje de marginar a los palestinos. En twitter, más de 43 organizaciones que defienden los derechos de Palestina se hicieron oír el mes pasado con el hashtag #PayPal4Palestine. A esa demanda se suma la ONG que busca en el aumento de la presión internacional que PayPal dé su brazo a torcer y termine con esta exclusión.
El veto a los palestinos no es sólo un impedimento para quienes quieren comprar en la red, sino también para sus empresas, especialmente en el emergente sector tecnológico palestino, uno de los únicos con potencial para crecer, que cuenta con unas 2.000 empresas. Sin acceso a PayPal, las empresas de los territorios ocupados “están en clara desventaja”, afirma Sum of Us. Y evidentemente no, no hay un sustituto para el método de pago que se ha convertido en el estándar en la red a nivel mundial. El portavoz de una de esas compañías tecnológicas, Gaza Sky Geeks, que trabaja como soporte para startups y freelancers, cuenta que muchos de estos emprendedores “han tenido que pagar comisiones por transferencias con bancos extranjeros para recibir sus cobros”. A lo que añade que muchos habitantes de Gaza “no entienden por qué PayPal funciona para los israelíes en Cisjordania o incluso para empresas en países como Yemen o Somalia, pero no en Palestina”.
La ONG ya tuvo un gran éxito cuando recogió más de 140.000 firmas para que Airbnb dejara de ofrecer alquileres vacacionales en los territorios ocupados ilegalmente en Cisjordania. Mientras las propiedades en Ramala o Nablus aparecen en la web de alojamientos dentro de “Territorios palestinos”, aquellas que están en las colonias ilegales aparecen en la lista de Israel. Confían en que el caso de PayPal será más fácil, ya que la compañía ya ha demostrado tener valores en materia de igualdad en otras ocasiones: el pasado mes de abril, decidió cancelar la apertura de un centro de operaciones en Carolina del Norte cuando entró en vigor una ley en contra de la comunidad LGTB. El estado prohibía a las ciudades declararse libres de discriminación contra sus ciudadanos por razones de orientación sexual.
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