Una hora más sin electricidad en Gaza, y la señal será dada: cohetes Qassam. Israel, una vez más, será la víctima, y la masacre comenzará.
Los habitantes de Gaza son objetos de un experimento llevado a cabo conjuntamente por la AP e Israel: ¿pueden sobrevivir con una hora de electricidad por día? ¿10 minutos no serían suficientes? (Foto: Mohammed Asad)
Israel y Gaza no se enfrentan a una nueva guerra, no toman la dirección de otra «operación» o de una «ronda» más. Esta terminología engañosa está destinada a inducir al error y a silenciar los últimos escrúpulos de conciencia.
Lo que está en juego actualmente, es el riesgo de una nueva masacre en la Franja de Gaza. Controlado, medido, no demasiado masivo, pero a pesar de todo se tratará de una verdadera masacre. Cuando los oficiales, los políticos y comentaristas israelíes hablan del «próximo round», hablan de la próxima masacre.
No habrá guerra en Gaza, porque no hay nadie en Gaza para combatir contra uno de los ejércitos equipados con las armas más potentes del mundo, y ello aunque el comentarista de las cuestiones militares en la televisión, Alon Ben David, sostenga que Hamas es capaz de alinear cuatro divisiones.
No habrá tampoco la mínima valentía (israelí) en Gaza, ya que no hay valentía para enfrentarse a una población indefensa. Y por supuesto, no habrá ni moral ni justicia en Gaza, ya que no hay ni moral ni justicia en el hecho de lanzarse al asalto de una jaula sellada llena de presos que no tienen siquiera a donde huir, incluso si tuvieran la oportunidad.
Por lo tanto, llamemos a un gato un gato: es de una masacre que se trata. Y es de lo que se habla actualmente en Israel. ¿Quién está por una masacre, y quien está en contra? ¿Sería «bueno para Israel»? ¿Contribuirá a su seguridad y a sus intereses, o no? ¿Provocará la pérdida del poder por Hamas, o no? ¿Beneficiará los intereses electorales del Likud o no? ¿Israel, tiene una opción? ¡Por supuesto que no!
Cualquier ataque contra Gaza es una masacre. Nada puede justificarlo, porque una masacre es injustificable. Por lo tanto debemos preguntarnos: ¿Estamos a favor de una nueva masacre en Gaza o no?
Los pilotos están ya calentando en las carreteras, al igual que los artilleros y las mujeres soldados que manejan los joysticks [para pilotar a control remoto los drones del ejército - NDLT]. Una hora más sin electricidad en Gaza, y la señal será dada: cohetes Qassam. Israel, esta vez será la víctima, y millones de israelíes se refugiaran en los albergues una vez más. «Hemos salido de Gaza y observe cómo nos recompensan. Oh el Hamas, esos sedientos de guerra, los más brutales de ellos...»
Pero ¿qué otro medio hay en Gaza para recordarle al mundo su existencia y su desamparo inhumano, excepto los cohetes Qassam? Hace tres años que estaban tranquilos, y aquí son objetos de una investigación llevada a cabo conjuntamente por Israel y la Autoridad Palestina [de Ramalá]: una gran experiencia llevada sobre cobayas humanos. ¿Una hora de electricidad al día basta para una existencia humana? ¿Quizá diez minutos serían suficientes? ¿Y qué les sucede a los seres humanos sin nada de electricidad? La experiencia está en curso, los científicos retienen su respiración. ¿Cuándo caerá el primer cohete? ¿Cuándo comenzará la masacre?
Desde hace 10 años Suha Ashour, 68 años de edad, va tres veces por semana al hospital al-Shifa de la ciudad de Gaza para someterse a una sesión de diálisis. Estas sesiones duran cuatro horas y son agotadoras, sobre todo en verano, explica la madre de seis hijos. «Después de las sesiones, cuando regreso a mi casa, estoy sofocada. Mi hijo me regaló un aparato de aire acondicionado, pero la mayoría del tiempo no hay electricidad». El equipo del hospital advirtió que tanto a Suha Ashour como a otros pacientes les podría ser interrumpido su tratamiento por falta de electricidad para alimentar los aparatos médicos. - Una serie notable de fotografías que ilustran la vida cotidiana en la Franja de Gaza está disponible en el sitio Electronic Intifada
Será más terrible que las dos anteriores, porque la historia nos enseña que cada «operación» israelí en Gaza es peor que la anterior. La operación «Plomo fundido» (finales de 2008-principios de 2009) causó 1.300 muertos palestinos, entre ellos 430 niños y 111 mujeres, mientras que la operación «Margen protector» (durante el verano de 2014) se ha saldado con 2.200 muertos, entre ellos 366 niños (180 de ellos eran niños recién nacidos o pequeños) y 247 mujeres.
Bravo por el aumento del número de víctimas. Nuestra fuerza crece de una «operación» a la siguiente. Avigdor Lieberman prometió que esta vez será una victoria decisiva. En otras palabras, la matanza ahora será más terrible que todas las anteriores, si al menos es posible tomar en serio cualquier cosa que salga de la boca del Ministro de Defensa.
No sirve para nada extenderse largamente sobre el sufrimiento de los habitantes de Gaza: en cualquier caso a nadie le importa. Para los israelíes Gaza fue y sigue siendo un nido de terroristas. Allí no hay nadie que se parezca a ellos.
La ocupación ha terminado, ja ja ja. Todos los residentes de Gaza son asesinos. Construyen túneles «terroristas» en lugar de inaugurar las fábricas de alta tecnología. Por último, ¿Cómo explica usted que Hamas no haya desarrollado Gaza? ¿Cómo se atreven? ¿Cómo es que no han construido una industria en estado de sitio, una agricultura en la cárcel y la alta tecnología en una jaula?
Estas son las mentiras que contamos sobre Gaza. Y otra mentira que contamos: vamos a derrocar el poder de Hamas. Sin embargo, al mismo tiempo es imposible e Israel no lo quiere.
El número de muertos es parpadea, como de costumbre, en nuestras pantallas; no tiene ninguna significación para nadie. Cientos de niños masacrados, ¿quién puede imaginar tal cosa? El sitio no es un sitio, e incluso la idea de una sola hora de corte de suministro de electricidad en Tel Aviv en el calor sofocante del verano no provoca el menor atisbo de empatía hacia aquellos que viven sin ninguna electricidad, a una hora de Tel Aviv.
Mientras tanto, sigamos dedicados a nuestros negocios, el Desfilo del Orgullo gay, las reducciones para el acceso a la vivienda de las familias jóvenes, el maestro pedófilo y cuando caigan los Qassam, pretenderemos estar aturdidos, y en el marco de nuestra sacrosanta autovictimización nuestros buenos pilotos despegarán en la madrugada, en marcha hacia la próxima masacre.
Fuente: Gideon Levy, Tlaxcala (Traducido por María Piedad Ossaba)
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