Una vez más, desde décadas, las trágicas noticias sobre Iraq ocupan por su extraordinaria gravedad
las primeras páginas de los medios de información occidentales.
Y una vez más la versión de los medios españoles que más se
ocupan del tema es parcial, sesgada, cuando no tendenciosa. Viene ocurriendo
particularmente con las informaciones sobre el mundo árabe, aunque sucede lo
mismo con otras informaciones internacionales, como las de América Latina, en
especial las relativas a los gobiernos que optan por políticas contra el
neoliberalismo económico.
No solo en los
espacios informativos, sino en las editoriales se reclama una nueva
intervención norteamericana contra los islamistas que dominan algunas ciudades
importantes y amenazan a Bagdad.
¿Son solo los islamistas los que se rebelan contra el
gobierno del Sr Al Maliki y causan terribles daños a la población civil de las
ciudades ocupadas?. Debe por tanto la intervención internacional (siempre
acordada por las Naciones Unidas, para ser legal) apoyar al Sr Al Maliki y su
gobierno?.
Las noticias que tenemos desde asociaciones de solidaridad
son diferentes. Un hecho ampliamente compartido por órganos de opinión muy
solventes, es que el actual gobierno de Iraq, y su presidente Sr Al Maliki no
solo son una administración ineficaz, sino de una corrupción extrema, y de un
extremo sectarismo no ya religioso, sino político, que les hace reprimir a la
población civil, especialmente la sunni, de una manera feroz e inhumana. Hasta
el punto que las poblaciones de diferentes credos religiosos o laicas prefieren
inicialmente el dominio de las milicias islámicas. No deja de ser una situación
significativa particularmente en Iraq donde Al Queda nunca había tenido
existencia
Permítaseme una cita del New York Time del 13 de Junio, que
proporciona una información más objetiva que la normal en medios españoles:
“Los eventos en los últimos días en Mosul — que es de
mayoría sunita, aunque también tiene una considerable población de kurdos y
algunos chiítas, — resaltan lo que los críticos han dicho durante años: que los
sunitas ven al ejército, no como una fuerza nacional, sino como el protector de
la población chiíta. Un diplomático occidental, en una reciente entrevista,
dijo que en lugares como Mosul y la provincia de Anbar, las fuerzas de
seguridad son consideradas como "una fuerza extranjera en su propio
país".
“Uno de los residentes de Mosul que se escaparon a Erbil fue
Atheel Nujaifi, el gobernador de la provincia de Nínive, a la que pertenece
Mosul. En una entrevista el jueves, dijo que uno de los motivos de Mosul estuviera
ya tranquilo el jueves — y la vuelta de
los ciudadanos fuera cómoda — fue la presencia de otros grupos, como las
milicias tribales y un grupo liderado por ex oficiales baazistas, además de los
islamistas.
"La situación se calmó y ISIS no es la única fuerza en
control en Mosul,", dijo el Sr. Nujaifi, que se considera un objetivo
regresar aún mucho. "Y tratamos de mantener todo como está, la
electricidad, el agua, todo. Por eso la gente se plantea volver. "
“Lo que el Sr. Nujaifi está intentando hacer, dijo, es unir
los muchos grupos combatientes locales en una fuerza para intentar expulsar a
los extremistas, muchos de los cuales son combatientes extranjeros.”
Hace dos años el comité de solidaridad con la causa árabe y
la concejalía de cooperación del Ayuntamiento de Gijón, propusimos que se celebrara
en Asturias una reunión de la resistencia iraquí, civil y religiosa no
fundamentalista, para proponer una salida democrática y plural, laica, a la
situación de Iraq. No se pudo celebrar el congreso por amenazas de Al Maliki, y
presión descarada al gobierno español.
Los países de los gobiernos que han organizado la ilegal y
fraudulenta guerra de Iraq “contra las armas de destrucción masiva”, están
obligados a promover la paz en Iraq, apoyando el diálogo con las fuerzas de la
resistencia no fundamentalistas para dar lugar a una democratización real de
este maltratado país.
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