"Como israelí, me avergüenza que mi primer ministro sea un racista", sostiene el periodista Bradley Burston en relación a las apariciones del primer ministro Benjamín Netanyahu durante la campaña y después de ganar las elecciones, y afirma que "la única promesa que todos sabemos que mantendrá es que no habrá esperanza durante su próximo mandato".
"Esta semana hemos visto cómo funcionan realmente las cosas […], hasta dónde está dispuesto a llegar nuestro primer ministro [Benjamín Netanyahu] y a cuántos de nosotros venderá, difamará o vejará para mantenerse en aquello que le importa más que nada: su trabajo", comienza denunciando el periodista Bradley Burston en el periódico israelí 'Haaretz'.
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"Como israelí, me avergüenza que mi primer ministro sea un racista", sostiene el periodista, explicando que "el día de las elecciones, sabiendo que todo el país podía verlo u oírlo, advirtió que 'el Gobierno de derecha está en peligro. Los votantes árabes están acudiendo en masa a las urnas. Las ONG de izquierda les están llevando en autobuses' […] ¿Cómo debían responder los judíos a la amenaza de las hordas árabes avanzando hacia las urnas? Su postura era explícita: 'Id a las urnas, llevad a vuestros seres queridos y votad al Likud'. 'Con vuestra ayuda y la de Dios, formaremos un Gobierno nacionalista que protegerá al Estado de Israel', dijo mi primer ministro".
Asimismo, Burston añade que para "que no haya dudas de cómo debemos verlo" hay que recordar que, cuando el primer ministro subió al escenario tras su victoria el pasado martes para pronunciar su discurso, "Netanyahu invitó al cantante Amir Benayoun a unirse a él. Su mensaje fue claro: si son religiosos y escriben una canción racista [en referencia a 'Ahmed quiere a Israel', que describe a los árabes como escoria y asesinos] su lugar está aquí, a mi lado".
"Me da vergüenza que mi primer ministro sea un tramposo. Me indigna que para ganar, en vísperas de las elecciones, su campaña desafiara la resolución de un juez y defraudara conscientemente a miles de israelíes haciéndoles creer que el líder del partido rival Kulanu, Moshe Kahlon, les pedía que cambiaran su voto a favor de Netanyahu", sostiene.
"Como israelí, me da vergüenza que mi primer ministro sea un mentiroso, un charlatán, un calculador, un cobarde desesperado […] me da vergüenza que mi primer ministro declare que millones de palestinos no tienen derecho a tener derechos", declara el periodista. "Durante esta semana, Benjamín Netanyahu nos ha hecho una promesa consistente: en su próximo mandato como primer ministro no habrá ninguna esperanza. Es una promesa que todos hemos creemos que puede mantener", concluye.
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