Trabajadores extranjeros en situación irregular, apoyados por más de 200 organizaciones, piden al Gobierno un proceso de regularización extraordinario para no ser excluidos de las medidas de protección social ante el estado de alarma.
La manta que daba de comer a Djiby y la familia que dejó en Senegal lleva un mes guardada en el armario. Bappy trabajaba de relaciones públicas en una conocida discoteca de Madrid. Por cada cliente captado y trasladado al local obtenía tres euros; no era mucho, lo suficiente para sobrevivir. Diana no ha pagado el alquiler ni la factura del teléfono después de dejar de limpiar dos casas ante el riesgo de contagio. Tras la declaración del estado de alarma, el Gobierno ha insistido durante las últimas semanas que trabaja en un plan social para "no dejar a nadie atrás" ante la emergencia del coronavirus. Ninguno de ellos se siente parte de ese "nadie". Más......
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