martes, 30 de agosto de 2022

ISRAEL ESTADO ULTRAJUDIO. Manuel G. Fonseca

 ISRAEL ESTADO ULTRAJUDIO

Una vez mas el Estado de Israel vuelve a bombardear a Gaza, que tiene una

población de mas de dos millones de habitantes, en un pequeño territorio de los

reservados por Naciones unidas para los palestinos, que Israel tiene cercado por

tierra mar y aire, y que va sufriendo permanentes bombardeos y agresiones militar

sumando miles de muertos. Estos días de nuevo los bombardeos israelíes contra

barrios de Gaza, con decenas de muertos, entre ellos varios niños, y centenares de

heridos.

Un dato estremecedor: el 85% de los ciudadanos de Israel estaban a favor de la

expulsión militar de los palestinos y palestinas de Gaza. ¿Cómo se explica que un

pueblo perseguido se convierta en perseguidor?. ¿Qué papel ha jugado/juega el

judaísmo, la religión judía, en este hecho?.

El sionismo y la opción ultraortodoxa del judaismo.

La política de ocupación militar progresiva por parte del Estado de Israel de

territorios reconocidos por las Naciones Unidas a los palestinos, es una de las fuentes de

luchas armadas y conflictos internacionales más permanentes y dolorosas del mundo

occidental.

Sumado a esto, la concepción del movimiento sionista de Israel como Estado

“judío” pone en cuestión la consideración de Israel como un estado democrático y liberal,

porque liga ciudadanía a una confesión religiosa, y excluye la posibilidad de un estado

común, en igualdad de derechos, para musulmanes, judíos o cristianos. (Me acaba de

llegar la noticia que 50 palestinos tuvieron que bajarse de un autobus porque los tres

colonos judios se negaron a viajar con no judios (¡así!).

Me parece clarificadores, entre otros, los escritos de Shlomo Sand, profesor de historia

en la Universidad de Tel Aviv, y autor de varios libros, algunos de cuyos títulos son

demoledores para el predicamento oficial: “La invención del pueblo judío”, y el último

sobre los mismos temas: “La invención de la Tierra de Israel. De Tierra Santa a madre

patria”.

Shlomo Sand hace un meticuloso análisis te los textos bíblicos y de las tradiciones

rabínicas para mostrar que no hay un “pueblo” judío, ni una “tierra de israel”: la

Tierra de Israel es una invención:

“Mi principal objetivo, dice S. Sand, en este libro es desmontar el concepto del

“derecho histórico” judío sobre la tierra de Israel y sus asociadas narrativas

nacionalistas, cuyo único propósito era establecer la legitimidad moral para

apropiarse del territorio”

¿Ser crítico con el sionismo, con el nacionalismo sionista, es ser antijudío?

El sionismo del Estado de Israel ha optado por la versión más ultraortodoxa del

judaísmo, y utilizan la literatura deuteronómica, la más excluyente, como referencia

política y moral. Valgan un par de citas del Deuteronomio, absolutamente superados por

la tradición profética

En Deuteronomio 20,16 Moises insiste: “Pero de las ciudades de estos pueblos quue

el Señor tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida a nada que respire”. Borrar,

destruir y quitar a vida “de cualquier cosa que respire” son claros imperativos de estos

textos, y el más usado para indicar la erradicación global de los habitantes es “destruir por

completo”.

Así en el libro de Josué que narra la conquista de la Tierra Prometida se dice

literalmente: “destruyeron por completo al filo de la espada, todo lo que había en la

ciudad: hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, bueyes, ovejas y asnos” (Josué 6, 21).

Hechos y textos así los hay en todos los imperios, desde Roma, a USA, pasando por


España o el Congo cuando era belga. Lo novedoso y terrible es que el libro de Josue era

hasta hace poco el texto favorito de muchos círculos sionistas y de Ben Gurión. A pesar

que el judaísmo talmúdico es contrario a una interpretación histórico literal de la Biblia,

todavía hoy los escolares judíos de nueve y diez años estudian en las escuelas israelíes

las campañas militares de Josué, sin ninguna explicación.

Esta ideología ultra es una opción del sionismo israelí, y supone una selección

absolutamente sesgada frente a los textos posteriores de la Biblia y el judaísmo

profético. A lo largo de los siglos Yahvé se convirtió en una idea que ayudó a descubrir al

judaísmo el respeto hacia los demás seres humanos, a considerar la humanidad como

algo sagrado. Para la tradición rabínica “las ofensas contra otro ser humano eran una

negación del mismo Dios que había creado a hombres y mujeres a su propia imagen.

Equivalían al ateísmo, que era un intento blasfemo de negar a Dios. Por eso el asesinato

era el mayor de los crímenes, porque era un sacrilegio” (Karen Armstrong , 107).

La opción del estado actual de Israel por un nacionalismo cerrado, excluyente y

agresivo con los palestinos no judíos es absolutamente contrario al judaísmo

profético y rabínico

Uno de los rabinos mas reconocidos no ocultaba su temor a que un día un

“judaísmo con cañones y bayonetas invirtiera los papeles de David y de Goliat para

constituirse en una ridícula contradicción de sí mismo”.

La ocupación militar de Palestina por el Estado de Israel no tiene ninguna

legitimación ética, y la acusación de antijudaísmo a la crítica de la política de

ocupación del Estado de Israel es pura falacia: es Israel quién contraviene las

mejores tradiciones de los judíos.

Termino con la reflexión que me hizo un amigo palestino, ahora también español despues

de varias décadas de trabajar como médico en España. Estados Unidos y la Unión

Europea han condenado con la mayor firmeza la invasión y ocupación por el gobierno de

Putin de una parte de Ucrania.

Mi amigo esperaba una reacción similar frente a la invasión y ocupación permanente y

creciente de Israel del territorio de Palestina. ¿Como, entonces, la Unión Europea sigue

considerando a Israel como estado preferente en las relaciones económicas, culturales y

deportivas?

Muchos nos hacemos esa misma pregunta.

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