Una demanda federal presentada la semana pasada alega que entidades exentas de impuestos en Estados Unidos recaudan dinero para los asentamientos israelíes y participan en el blanqueo de dinero y otros delitos y pide una investigación del Departamento del Tesoro por esas actividades.
Soldados y colonos israelíes en Cisjordania en 2009. (Foto: ISM Palestina / Wikimedia Commons)
La demanda fue presentada por la firma Martin McMahon y Asociados en nombre de los demandantes. La escritora palestina-estadounidense Susan Abulhawa detalla una serie de violaciones que según los demandantes cometen organizaciones exentas de impuestos. La demanda alega que cerca de 100 organizaciones están violando las leyes de lavado de dinero que prohíben la transferencia de dinero para ayudar a las actividades ilegales. Además la demanda dice que las organizaciones violan otras leyes estadounidenses que prohíben el fraude electrónico, crímenes de guerra y la financiación del terrorismo.
A diferencia de los juicios anteriores sobre el asunto éste no tiene como objetivo apuntar directamente a las propias entidades, aunque la petición es muy crítica con ellas y alega que se dedican a la financiación de crímenes. En cambio pide al tribunal que ordene al Departamento del Tesoro que investigue si las organizaciones, que incluyen grupos como el Fondo de Hebrón y Amigos Estadounidenses de Ariel, han violado las regulaciones federales de la directiva 501c3s. Dicen que el Departamento del Tesoro podría recuperar hasta un 1 billón de dólares de los contribuyentes estadounidenses que ha ido a los asentamientos. (Las entidades obtienen exenciones fiscales por enviar donaciones a los asentamientos y esas desgravaciones fiscales provienen del Gobierno federal). La demanda afirma que en lugar de actividades caritativas el dinero recaudado por grupos exentos de impuestos se destina a actividades paramilitares y robo de tierras.
En la demanda se podría llamar la atención sobre la práctica generalizada de los estadounidenses de obtener deducciones fiscales por las donaciones que financian los asentamientos ilegales israelíes en Cisjordania y Jerusalén Este. Los cientos de millones que han fluido hacia los asentamientos han ayudado a mantener la infraestructura de los mismos, a financiar la defensa legal de los israelíes acusados de terrorismo y desalojar a los palestinos.
En la demanda Abulhawa dijo que quiere un tribunal "donde rindan cuentas quienes han financiado mi dolor de la desposesión y el exilio, que rindan cuentan los financistas del robo de Israel al pueblo histórico originario, sus bienes, su presencia espiritual y emocional en el mundo".
Esta demanda estima que anualmente se transfieren a los territorios 1.000 millones de dólares, pero a diferencia de otras investigaciones de los periodistas, que se han centrado en gran medida de forma explícita en los grupos de apoyo de las colonias, la demanda incluye entidades como los Amigos de las Fuerzas de Defensa de Israel, que financian el ejército. Los abogados argumentan que esa entidad, en consecuencia, se dedica a los crímenes de guerra y la protección de los asentamientos. La organización Los Amigos es un recaudador de fondos prolífico que envía decenas de millones de dólares al ejército israelí cada año.
Los anteriores intentos de pedir al Servicio de Impuestos Internos que investigue a estas entidades no ha suscitado ninguna reacción significativa. En respuesta a una pregunta de Martin McMahon y Asociados sobre los Amigos Americanos de Ateret Cohanim el Servicio de Impuestos Internos dijo a los abogados en agosto que tiene un programa de "examen continuo para garantizar que las organizaciones exentas cumplan las disposiciones aplicables del Código de Rentas Internas". La carta aseguró a los abogados que la información que presentaron sobre el grupo, que ayuda a los colonos judíos israelíes en Jerusalén Este, se incluiría en su revisión. Esa respuesta también ha sido enviada a otros grupos que han pedido que se actúe contra los grupos exentos de impuestos que financian los asentamientos.
"Si la agencia no está dispuesta a investigar asuntos que se encuentran en su jurisdicción, y tienen las herramientas de aplicación de la ley para hacerlo, lo único que queda es ir a la corte y decir ‘necesitamos una orden'", dijo Martin McMahon , uno de los abogados que trabajaron en `la demanda.
Ha habido otros intentos de conseguir que el Gobierno actúe contra las organizaciones específicas que recaudan dinero para causas de la derecha israelí. En agosto T'ruah, un grupo de rabinos de tendencia izquierdista, presentó una denuncia ante la Procuraduría General del Estado de Nueva York contra Honenu, un grupo israelí que proporciona fondos y asistencia jurídica a los judíos acusados o condenados por terrorismo contra los palestinos. El patrocinador económico de Honenu es el Fondo Central de Israel, un grupo con sede en Nueva York que canaliza millones de dólares hacia las colonias en Cisjordania.
Honenu y el Fondo Central de financiación para Israel han sido destacados por el periodista de investigación israelí Uri Blau, quien recientemente publicó una serie de artículos en el periódico Haaretz sobre los impuestos estadounidenses que van a los asentamientos israelíes. Blau informó de que entre los años 2009 y 2013 los donantes privados estadounidenses dieron 220 millones de dólares a los asentamientos de Cisjordania, así como allegados al Fondo Central de Israel. Mondoweiss también ha hecho un extenso informe sobre el Fondo Central, que opera en una tienda de telas en Nueva York.
Mientras algunos grupos sionistas liberales como J Street no han tomado una posición firme en el tema, sí lo han hecho otras voces oficialistas. El año pasado, Marc Ginsberg, exembajador de Estados Unidos y asesor del presidente Carter, escribió en el Huffington Post que es hora de que el gobierno de Obama “ponga fin a esta farsa", argumentando que los grupos exentos de impuestos financian "mercancías legalmente cuestionables" como "viviendas para custodia, cuchas para perros de guardia, chalecos antibalas, miras telescópicas y vehículos para asegurar los puestos de avanzada internados en la profundidad de las zonas ocupadas".
La demanda presentada por McMahon y sus socios fue el resultado de meses de investigación. Según McMahon la idea surgió por una conversación que tuvo con un amigo palestino, quien le instó a ser creativo en la adopción de medidas contra el proyecto de las colonias. Y dijo que, siendo una persona de ascendencia irlandesa, él sabe sobre la experiencia de la ocupación.
Lo que está pasando allí es violencia masiva, limpieza étnica, robo de la propiedad privada, asesinato y mutilación de civiles inocentes", dijo McMahon. "Esto no es lo que el 501c3s debería estar haciendo".
Se espera que más estadounidenses se unan a la demanda a medida que ésta avanza. El Departamento del Tesoro tiene sesenta días para responder. Es probable que solicite una desestimación de la demanda.
Fuente: Alex Kane, Mondoweiss / Rebelión (Traducido del francés para Rebelión por J. M.)
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