Un sistema político agotado, una economía hundida, el impacto de la guerra en la vecina Siria y las consecuencias del coronavirus confluyen en la catástrofe provocada por las explosiones de Beirut, de las que hoy se cumple un mes y cuya onda expansiva afectará a todo el país durante años.
Rosa Meneses
Las explosiones que el 4 de agosto sembraron la muerte y la destrucción en Beirut han expuesto a los ojos del mundo un Estado frágil acosado por una 'matrioska' de crisis superpuestas. El Líbano lleva décadas lidiando con un sistema político fallido que perpetúa en el poder a las mismas élites. Desde hace años, lucha contra las dificultades económicas, las desigualdades sociales y las menguantes libertades. Más...
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