viernes, 8 de junio de 2012

LA REACCIÓN DE ISRAEL A LA CAMPAÑA BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones)

Barak Ravid, 
Corresponsal de Haaretz
06.06.2012 - 11:30h
Comité de expertos: Israel se enfrenta a una campaña de deslegitimación.

Israel se enfrenta a una campaña global de deslegitimación, según un informe del Instituto Reut, que se hizo llegar al Ejecutivo el jueves. El grupo de estudios sobre temas socioeconómicos y de seguridad apeló a los miembros del Gabinete para que consideren el asunto como una amenaza estratégica.

El informe alude a manifestaciones contra el estado de Israel llevadas a cabo en campus universitarios, protestas cuando los deportistas israelíes compiten en el extranjero, acciones en Europa para boicotear productos israelíes y amenazas de órdenes de arresto para líderes israelíes cuando visitan Inglaterra.

Reut afirma que la campaña es obra de una red mundial de organizaciones y de individuos particulares. No poseen una jerarquía ni un líder general, pero trabajan de forma conjunta basándose en una ideología compartida, para pintar a Israel como estado paria y para negarle el derecho a existir.

El informe hace una lista de los puntos principales de esa red: Londres, Bruselas, Madrid, Toronto, San Francisco, y la universidad de California, Berkeley. Los activistas de la red, a los que el informe denomina “deslegitimadores”, son gente joven, relativamente marginal, anarquistas, emigrantes y activistas políticos radicales. Aunque no son muchos, incrementan su notoriedad por medio de campañas públicas y por la cobertura mediática, según el informe.

Estos “deslegitimadores” cooperan con organizaciones dedicadas a la crítica legítima de la política de Israel en los territorios, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, con lo cual se desdibujan las diferencias entre la censura legítima y la deslegitimación. También promueven actividades pro-palestinas en Europa como “una moda”, afirma el informe.

Los participantes en esta red no son en su mayoría palestinos, ni árabes ni musulmanes. Muchos de ellos son activistas europeos o norteamericanos de izquierdas. La izquierda occidental ha cambiado su visión de Israel de forma que en la actualidad se le considera un estado ocupante, según el informe. Para estos grupos de izquierdas, aunque en los sesenta Israel se veía como una sociedad socialista, igualitaria, ahora representa la quintaesencia de la maldad de Occidente.

La red de deslegitimación considera la lucha contra el antiguo régimen de Sudáfrica un modelo a seguir por el éxito obtenido. Se piensa que, al igual que el régimen del apartheid, el modelo sionista-israelí puede ser derrocado de forma que se establezca un modelo con un solo estado.
El equipo de Reut afirma que los grupos de la red comparten símbolos y héroes como el niño palestino Mohammed al-Dura, la pacifista estadounidense Rachel Corrie y que participan en eventos como la Conferencia de Durbán.

Entretanto, los diplomáticos israelíes deben contrarrestar los intentos de deslegitimar al país. “La combinación de una comunidad musulmana amplia, una izquierda radical, medios de comunicación en inglés influyentes y un centro universitario internacional convierten a Londres en suelo fértil para la deslegitimación de Israel”, comenta Ron Prosor, embajador israelí en Reino Unido.

Prosor concede muchas entrevistas a los medios británicos y da conferencias en universidades por todo el país. Aunque afirma que ha encontrado manifestaciones anti-israelíes en casi todas las universidades, ha ordenado a su personal que incrementen su actividad a nivel universitario: “Lo que está sucediendo actualmente en las universidades de Londres sucederá, como máximo, dentro de cinco años en todas las grandes universidades en los Estados Unidos”, comenta.

El informe Reut afirma que Israel no se encuentra preparado en absoluto para enfrentarse a esta amenaza de deslegitimación. El Gabinete no ha definido el tema como una amenaza y considera el aspecto diplomático como algo secundario en relación con el militar.

Según el informe, “el Ministerio de Asuntos Exteriores está diseñado para los desafíos de los años sesenta, no del siglo XXI.” “No hay presupuesto, no hay suficientes diplomáticos ni existe una doctrina diplomática adecuada.”

El informe recomienda el establecimiento de una contra-red, en la cual las embajadas israelíes situadas en centros de deslegitimación servirían como “posiciones de avanzada”.

El informe afirma que el servicio de inteligencia debería monitorizar las actividades de las organizaciones y estudiar sus métodos. El Gabinete debería asimismo enfrentarse a los grupos que intentan deslegitimar a Israel pero al mismo tiempo debería abrir los brazos a quienes plantean una crítica legítima. Y añade que Israel no debería boicotear a esos grupos, como hace la embajada israelí en Washington con el lobby de izquierda. Boicotear a los críticos solo sirve para hacer que se pasen al campo de los deslegitimadores, según Reut.

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