Las sociedades de Oriente Próximo y el norte de África son menos libres que hace 10 años, pero las revueltas acabaron con el miedo y mostraron que el cambio es posible.
Cientos de personas se manifestaban contra el presidente egipcio Hosni Mubarak, en El Cairo, el 10 de febrero de 2011.
A principios de 2011, el mundo árabe vivió una oleada de protestas contra la corrupción y en demanda de una vida digna. Los medios internacionales enseguida la bautizaron como Primavera Árabe, expresión que tal vez influyera en las desmesuradas expectativas que despertó. Diez años, y medio millón de muertos después, la región, con la salvedad de Túnez, es menos libre y está en peores condiciones que entonces. Aun así, el derribo de cuatro dictadores rompió el muro del miedo y acabó con la idea de que la democracia era incompatible con la cultura árabe. El statu quo ya no se puede dar por sentado.Más...
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