miércoles, 21 de abril de 2021

AI: Myanmar: Las fuerzas armadas bajo presión tras la interrupción de relaciones de un gigante del acero


 

AI: Myamar: Las fuerzas armadas bajo presión tras 

la interrupción de relaciones de un gigante del acero


Nota de Amnistía Internacional: El gigante del acero surcoreano POSCO anunció 

el pasado 16 de abril que pondrá fin a la empresa conjunta que su filial en Myanmar 

comparte con el conglomerado empresarial MEHL, propiedad de las fuerzas 

armadas. 


Esta decisión se produce tras meses de presión internacional por parte de Amnistía 

Internacional y otras organizaciones, que se han comunicado con POSCO, sus 

inversionistas y sus accionistas, pidiendo a la empresa que corte relaciones 

con las fuerzas armadas de Myanmar.


En septiembre de 2020, el informe de Amnistía Internacional Military Ltd. demostró 

que POSCO, como socio empresarial de MEHL, estaba vinculada a la financiación 

de unidades militares de Myanmar implicadas en crímenes de derecho 

internacional y otras violaciones graves de derechos humanos. 


Las fuerzas armadas de Myanmar dieron un golpe de Estado el 1 de febrero de 

2021 y vienen empleando de forma creciente medios letales, armas de guerra 

incluidas, contra manifestantes en su inmensa mayoría pacíficos y transeúntes, 

y han causado la muerte, según informes, de más de 700 personas, decenas 

de menores entre ellas. También han detenido arbitrariamente a más de 3.000 

personas, entre las que figuran personal del gobierno, defensores y defensoras 

de los derechos humanos, activistas, periodistas, artistas, personal médico y otras

 personas.

 

El 24 de marzo de 2021, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó por 

consenso una resolución sobre la situación de los derechos humanos en Myanmar 

que ponía de relieve que ninguna empresa activa en Myanmar o con relaciones 

empresariales con Myanmar debería hacer negocios con las fuerzas armadas ni 

con ninguna de sus entidades empresariales, al menos hasta que esas empresas 

se reestructuren y transformen. 


Dada la envergadura de las operaciones de POSCO en Myanmar, este anuncio es 

un importante paso adelante, pues aumenta el aislamiento de las autoridades 

militares y se suma a la creciente presión que se ejerce sobre otras compañías 

para que pongan fin a sus vínculos empresariales con MEHL”, ha declarado Montse 

Ferrer, investigadora de Empresas y Derechos Humanos de Amnistía Internacional.


Aunque faltan detalles sobre los planes de la empresa para desvincularse 

de su operación siderúrgica, “esto sigue siendo un aviso para todas las empresas 

e inversionistas que tienen asociaciones empresariales con MEHL. Todas estas 

empresas deben hacer lo correcto, actuar con responsabilidad y cortar de inmediato

 estos vínculos”, aseguró la investigadora. 


Ahora que aumenta la presión sobre las empresas y mientras las fuerzas 

armadas siguen cometiendo violaciones atroces de derechos humanos, el Consejo 

de Seguridad de la ONU debe  imponer, sin más demora, un embargo de armas 

integral y global a Myanmar, así como sanciones económicas selectivas a altos 

mandos militares responsables de crímenes atroces. El Consejo de seguridad 

de la ONU debe asimismo remitir urgentemente la situación de Myanmar 

a la Corte Penal Internacional”.


Equipo de empresas

Amnistía Internacional - Sección Española







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