lunes, 30 de diciembre de 2024

'Los norteamericanos tienen que conocer los hechos de la abominable opresión de los palestinos', afirma el ex-presidente de EEUU Jimmy Carter* The Guardian /Reproducido por CSCAweb, el 21 de diciembre de 2006


 

Ante el fallecimiento de Jimmy Carter, CSCA reproduce un artículo dedicado a su libro sobre el apartheid
Israel, Palestina, la paz y el 'apartheid'
'Los norteamericanos tienen que conocer los hechos de la abominable opresión de los palestinos', afirma el ex-presidente de EEUU
Jimmy Carter*
The Guardian /Reproducido por CSCAweb, el 21 de diciembre de 2006

Traducido por Pablo Carbajosa

"Sigue en construcción un enorme muro de prisión que serpentea a través de lo que queda de Palestina, con el fin de que abarque cada vez más terreno para los colonos israelíes. De modo diverso, esto resulta más opresivo que lo vivido por la población negra en Sudáfrica bajo el apartheid."
Las muchas cuestiones controvertidas referentes a Palestina y el camino hacia la paz de Israel se debaten intensamente entre los israelíes y en otras naciones, pero no en los Estados Unidos. A lo largo de los últimos 30 años, he sido testigo, he podido experimentar las graves restricciones a toda discusión libre y equilibrada de los hechos. La renuencia a criticar las medidas políticas del gobierno israelí se debe a los extraordinarios esfuerzos como grupo de presión del APAC (American-Israel Political Action Committee), así como a la ausencia de voces contrarias de relevancia.
Resultaría casi un suicidio político para los miembros del Congreso norteamericano adherirse a una posición equilibrada entre Israel y Palestina, sugerir que Israel debe atenerse al derecho internacional o hablar en defensa de la justicia o los derechos humanos para los palestinos. Muy pocos se dignarían visitar las ciudades palestinas de Ramala, Nablus, Hebrón, Gaza o Belén y hablar con sus acosados moradores.
Lo que resulta todavía más difícil de comprender es por qué las páginas editoriales de los principales diarios y revistas de los Estados Unidos ejercen una autocontención semejante, bastante en contradicción con las valoraciones particulares que expresan enérgicamente sus corresponsales en Tierra Santa.
Mi último libro, Palestina, paz, no apartheid, se centra en las circunstancias y acontecimientos de Palestina y no de Israel, en donde prevalece la democracia y los ciudadanos conviven y se les garantiza legalmente un estatus de igualdad. En esto momentos, se puede juzgar ya la reacción pública y de los medios de comunicación. El libro se vende bien y he tenido entrevistas interesantes en televisión. Pero he visto pocas informaciones acerca de lo que he escrito en periódicos de importancia.
Las recensiones [reseñas] del libro en la prensa general las han escrito en su mayor parte representantes de organizaciones judías que es poco probable que vayan a visitar los Territorios Ocupados, y su crítica principal es que el libro va dirigido contra Israel. Dos miembros del Congreso se han mostrado críticos públicamente. Algunas recensiones de Amazon.com me tildan de "antisemita", y otras acusan al libro de "mentiras" y "distorsiones". Un antiguo miembro del Centro Carter ha mostrado su desacuerdo, y Alan Dershowitz ha calificado de "indecente" el título del libro. En el mundo de verdad, no obstante, la respuesta ha sido abrumadoramente positiva. El libro describe la abominable opresión y persecución en los Territorios Ocupados palestinos, con su rígido sistema de exigencia de pases y la estricta segregación de ciudadanos de Palestina y colonos judíos en Cisjordania.
Sigue en construcción un enorme muro de prisión que serpentea a través de lo que queda de Palestina, con el fin de que abarque cada vez más terreno para los colonos israelíes. De modo diverso, esto resulta más opresivo que lo vivido por la población negra en Sudáfrica bajo el apartheid. He dejado claro que la motivación no es el racismo sino el deseo de una minoría de israelíes de confiscar y colonizar lugares escogidos de Palestina y suprimir por la fuerza cualquier objeción de los ciudadanos desplazados. Evidentemente, condeno los actos de terrorismo o violencia contra civiles inocentes y presento información sobre las víctimas de ambas partes.
La finalidad última de mi libro estriba en presentar hechos de Oriente Medio que son en buena medida desconocidos en Norteamérica, provocar el debate y ayudar a reiniciar conversaciones de paz (en vía muerta desde hace seis años) que puedan conducir a una paz permanente para Israel y sus vecinos.
Tengo también la esperanza de que aquellos judíos y norteamericanos que comparten esta meta se sientan motivados a expresar sus puntos de vista, públicamente incluso, y acaso de forma concertada. Me encantaría contribuir a ese esfuerzo.
Además, reproducimos una petición de Jimmy Carter al entonces presidente Obama
Jimmy Carter pide a Obama que reconozca al Estado de Palestina antes de abandonar el cargo

EUROPA PRESS, 1 de diciembre de 2016
MADRID.- El expresidente estadounidense Jimmy Carter ha reclamado al actual mandatario del país, Barack Obama, que reconozca al Estado de Palestina antes de abandonar el cargo el 20 de enero.

En un editorial publicado en el diario estadounidense 'The New York Times', Carter ha afirmado que, "si bien aún no se sabe cuál será la política de la próxima Administración hacia Israel y Palestina (...) sí se sabe cuál fue la de ésta". "El objetivo del presidente Obama ha sido apoyar un fin negociado al conflicto basado en dos estados, que vivan uno al lado del otro en paz", ha recordado.
"Esa posibilidad está ahora en grave peligro. Estoy convencido de que Estados Unidos todavía puede moldear el futuro del conflicto palestino-israelí antes de un cambio de presidente, pero hay poco tiempo".

En este sentido, ha recalcado que "el paso simple pero vital que debe dar esta Administración antes del fin de su mandato es garantizar el reconocimiento diplomático por parte de Estados Unidos al Estado de Palestina, que ya han dado 137 países, y ayudarle a lograr su pertenencia plena a Naciones Unidas".

Carter ha recordado que, durante su Gobierno, los entonces primer ministro de Israel, Menachem Begin, y presidente de Egipto, Anuar el Sadat, firmaron los Acuerdos de Camp David, basada en la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Inadmisibilidad de la adquisición de territorios mediante la guerra
"Las palabras clave de esa resolución eran 'la inadmisibilidad de la adquisición de territorios mediante la guerra y la necesidad de trabajar por una paz justa y duradera en Oriente Próximo, en la que todos los estados de la zona puedan vivir con seguridad', y la 'retirada de las fuerzas armadas israelíes de los territorios ocupados en el reciente conflicto'", ha indicado. El expresidente ha argumentado que "estos dos conceptos fundacionales han sido la base de la política del Gobierno estadounidense y la comunidad internacional desde entonces".

"Esta es la razón por la que, en 2009, al comienzo de su primer gobierno, Obama reiteró los elementos esenciales de los acuerdos de Camp David y de la resolución 242, pidiendo un congelamiento total de la construcción de asentamientos, construidos ilegalmente por Israel en territorio palestino", ha apuntado.

"Más tarde, en 2011, el presidente dejó claro que 'las fronteras de Israel y Palestina deben basarse en las líneas de 1967', y añadió: 'Las negociaciones deberían dar lugar a dos estados, con fronteras palestinas permanentes con Israel, Jordania y Egipto, y fronteras israelíes permanentes con Palestina'", ha añadido Carter.
Compromiso de Camp David
En su editorial, ha alertado de que "a día de hoy, 38 años después de Camp David, el compromiso con la paz está en peligro de abrogación". "Israel construye más y más asentamientos, desplazando a los palestinos y afianzando su ocupación de los territorios palestinos", ha sostenido, recalcando que "más de 4,5 millones de palestinos viven en esos territorios ocupados, sin ser ciudadanos de Israel".

"La mayoría viven bajo un régimen militar israelí y no votan en las elecciones nacionales de Israel", ha dicho, al tiempo que ha apuntado que "mientras, cerca de 600.000 colonos israelíes en Palestina disfrutan de los beneficios de la ciudadanía y las leyes israelíes".

"Este proceso está acelerando una realidad de un estado que podría destruir la democracia israelí y dará lugar a la intensificación de la condena internacional a Israel", ha advertido el expresidente estadounidense.

En este sentido, ha recordado que el Centro Carter "ha continuado apoyando la solución basada en dos estados acogiendo este mes discusiones con representantes israelíes y palestinos, buscando un camino hacia la paz".

"Tras las mismas, estoy convencido de que el reconocimiento del Estado Palestino por parte de Estados Unidos haría más fácil para otros países que no han reconocido a Palestina hacerlo, lo que allanaría el camino para una resolución del Consejo de Seguridad (de la ONU) sobre el futuro del conflicto", ha argüido.
Resolución del consejo de seguridad de la ONU
Por ello, ha pedido al organismo internacional que apruebe una resolución "que fije los parámetros para resolver el conflicto" y "que reafirme la ilegalidad de todos los asentamientos israelíes más allá de las fronteras de 1967", dejando abierta la posibilidad de que las partes "negocien modificaciones".

"Las garantías de seguridad para Israel y Palestina son fundamentales, y la resolución debe reconocer el derecho de ambos estados a vivir en paz y seguridad", ha recalcado. Asimismo, ha dicho que la resolución "debe incluir la desmilitarización del Estado palestino y una posible fuerza de paz bajo los auspicios de la ONU".

"El peso combinado del reconocimiento por parte de Estados Unidos, la pertenencia a la ONU y una resolución del Consejo de Seguridad firmemente cimentada en el Derecho Internacional podría ser la base para una diplomacia futura", ha argumentado.

"Estos pasos reforzaría el liderazgo palestino moderado, al tiempo que enviaría una garantía clara al público israelí sobre el reconocimiento mundial de Israel y su seguridad", ha agregado Carter. Así, ha explicado que esta vía "sería la mejor, y quizá la única, manera de hacer frente a una realidad de un Estado que Israel está imponiendo a sí mismo y al pueblo palestino".

"El reconocimiento de Palestina y una nueva resolución del Consejo de Seguridad no son nuevas medidas radicales, sino una consecuencia natural del creciente apoyo de Estados Unidos a una solución basada en dos estados", ha apuntado. "Temo por el espíritu de Camp David. No debemos dejar pasar esta oportunidad", ha remachado Carter.

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