Las primeras lluvias invernales en Gaza han agravado los problemas de las comunidades vulnerables, poniendo en riesgo a alrededor de medio millón de personas en zonas propensas a inundaciones. Foto: UNRWA
Un año después del inicio de la catástrofe humanitaria en Gaza, OCHA pide acciones urgentes
Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, 2 de diciembre de 2024
Palabras pronunciadas en la sesión inaugural de la conferencia “Un año después de la catástrofe humanitaria en Gaza: necesidades urgentes, soluciones duraderas” por Muhannad Hadi, Coordinador Humanitario para el Territorio Palestino Ocupado, en nombre de Tom Fletcher, Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia
Es un honor para mí pronunciar estas palabras en nombre del Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios, Sr. Tom Fletcher, y transmitir su urgente llamamiento a la acción basada en el respeto del derecho internacional y la humanidad básica.
Nos reunimos hoy para responder a la abrumadora crisis humanitaria en Gaza, donde el sufrimiento de los civiles es inimaginable.
Como ha subrayado el Secretario General, las condiciones en Gaza no son aptas para la supervivencia humana. Los civiles no pueden satisfacer ni siquiera las necesidades humanas más básicas: agua, alojamiento, alimentos y atención sanitaria. La gente está muriendo y se les niegan los elementos esenciales, incluida la ayuda humanitaria. Estas condiciones violan directamente el derecho internacional humanitario.
La comunidad internacional tiene la obligación moral y jurídica de utilizar toda su influencia para abordar y revertir la situación.
Los Estados miembros tienen la capacidad de poner fin a las violaciones del derecho internacional humanitario en Gaza. La protección de los civiles es primordial. La situación puede y debe cambiar.
Excelencias y distinguidos invitados,
Como Coordinador Humanitario para el Territorio Palestino Ocupado, es mi deber llamar su atención sobre lo que la gente ha estado experimentando cada día en Gaza durante casi 14 meses.
Todos los civiles de Gaza —hombres, mujeres y niños— viven a la sombra de la muerte. Si no mueren a causa de bombas o balas, corren el riesgo de morir por falta de alimentos, agua y atención médica. Las mujeres mueren durante el parto a un ritmo tres veces superior al de antes de octubre de 2023.
Casi todos los habitantes de Gaza han sido desplazados, muchos de ellos varias veces. La mayoría vive en refugios temporales, expuestos a las duras lluvias y al frío del invierno. Su salud física y mental se ha visto gravemente afectada. Los preparativos para el invierno se han visto afectados por los impedimentos constantes al traslado de suministros a Gaza, entre ellos la inseguridad, el acceso restringido, las hostilidades, las municiones sin detonar y la escasez de combustible.
La población del norte de Gaza lleva más de 50 días sitiada y las Naciones Unidas no han podido acceder a esa zona.
Las fuerzas israelíes han denegado repetida y sistemáticamente nuestras solicitudes de acceso, con consecuencias devastadoras: hay familias atrapadas bajo los escombros, los enfermos y los heridos no pueden llegar a los hospitales y se han agotado los suministros básicos (agua, alimentos y atención médica). Otros se han visto obligados a huir a zonas que no son más seguras y a hacer frente a las mismas condiciones brutales.
La crisis alimentaria empeora día a día en toda la Franja de Gaza, con una hambruna extrema que aumenta en el centro y el sur de Gaza. Más de un millón de personas no han recibido sus raciones mensuales de alimentos desde julio.
El sistema de salud ha quedado diezmado. Los bombardeos han destruido hospitales y suministros médicos esenciales. Peor aún, los habitantes de algunas zonas del norte de Gaza han pedido a la ONU que deje de prestar asistencia por temor a convertirse en un objetivo.
El acceso al agua potable sigue siendo muy limitado y las condiciones sanitarias persisten en Gaza.
En medio de una violencia y destrucción incesantes en Gaza, la violencia doméstica, el acoso sexual y el abuso de mujeres y niñas aumentan, alimentados por el hacinamiento, la falta de servicios y medios de vida y el trauma de los desplazamientos repetidos.
Además, más de 17.000 niños palestinos no están acompañados o separados de sus familiares y tutores y necesitan protección.
Mientras tanto, la ruptura total del orden público ha provocado un aumento de los saqueos a los camiones de ayuda humanitaria. Las fuerzas israelíes atacan a la policía civil y le impiden actuar.
En lo que va de año, los camiones de la ONU han sido saqueados 75 veces. Los grupos armados también han irrumpido en las instalaciones de la ONU 34 veces.
Ésta es la realidad en Gaza hoy.
Al mismo tiempo, la violencia en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, ha aumentado drásticamente, con graves consecuencias para los civiles.
Las fuerzas israelíes siguen empleando una fuerza letal que no se ajusta a las normas de aplicación de la ley. En Cisjordania, las fuerzas israelíes han matado a tres niños palestinos cada semana en promedio desde el 7 de octubre de 2023, lo que supone un aumento de cuatro veces en comparación con los primeros nueve meses de 2023.
Los ataques de los colonos israelíes contra los palestinos y sus propiedades, a menudo en presencia de fuerzas israelíes, se han vuelto más audaces y brutales. Desde el 7 de octubre de 2023, la violencia, la intimidación y el acoso de los colonos han desplazado a 1.722 palestinos, incluidos 835 niños. Continúan la demolición de viviendas de propiedad palestina y las restricciones de movimiento que dificultan el acceso de los civiles a los servicios esenciales.
Aprovecho esta oportunidad para recordar la exigencia de la Corte Internacional de Justicia y de la Asamblea General de las Naciones Unidas para que Israel ponga fin a sus políticas y prácticas ilegales.
Excelencias y distinguidos invitados,
A pesar de los desafíos extraordinarios, los trabajadores humanitarios persisten en sus esfuerzos por prestar ayuda vital.
En apenas dos semanas de noviembre, casi medio millón de personas recibieron servicios sanitarios esenciales, además de decenas de miles de niños y sus cuidadores que recibieron apoyo en materia de salud mental. En los asentamientos para desplazados internos se está atendiendo cada vez más la desnutrición y las necesidades sanitarias.
UNRWA proporciona servicios vitales a casi 2 millones de personas en Gaza y a un millón de refugiados palestinos en Cisjordania.
UNRWA tiene una vasta infraestructura humanitaria en Gaza, pero también en Cisjordania, que incluye escuelas, instalaciones médicas y vínculos profundos con las comunidades locales.
Hay que permitir que esto continúe.
Estimamos que se necesitan al menos 6.600 millones de dólares para abordar la crisis humanitaria que afecta a 3,3 millones de personas en Gaza y Cisjordania.
Gaza es uno de los lugares más peligrosos y desafiantes del planeta para brindar ayuda humanitaria.
Excelencias y distinguidos invitados,
Además de la destrucción de la infraestructura básica, estamos presenciando la destrucción de la vida palestina.
La gente muere, las familias se desgarran y la dignidad humana básica es despojada diariamente.
Para poner fin a este sufrimiento es necesario ante todo un alto el fuego.
También exige un respeto pleno e inquebrantable del derecho internacional humanitario en todas las circunstancias y sin condiciones.
Los trabajadores humanitarios deben tener acceso seguro, rápido, sin obstáculos y sostenido a todas las personas necesitadas en Gaza y Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental.
Todo esto es indispensable para aliviar el sufrimiento, reconstruir vidas y restaurar la dignidad del pueblo de Palestina.
Se necesita una acción inmediata y decisiva por parte de todos los que están aquí.
Gracias.
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