Ayer miércoles 7 de enero al menos dos encapuchados irrumpieron en la redacción del semanario satírico parisino Charlie Hebdo y asesinaron a quemarropa a 12 personas y dejaron doce heridos, algunos de ellos de gravedad. Entre las víctimas mortales se encontraba el director de la publicación, Stéphane Charbonnier. Las reacciones oficiales del mundo árabe no se hicieron esperar. Arabia Saudí, la Liga Árabe y Al Azhar han condenado el atentado.
A continuación les ofrecemos varios extractos de artículos de opinión publicados hoy en la prensa árabe que reflejan la pluralidad de opiniones sobre el atentado de París.
Pueden consultar algunos de los dibujos de caricaturistas árabes en solidaridad con sus compañeros franceses en este enlace: Caricaturas Árabes en Solidaridad con Charlie Hebdo
EDITORIAL. Masacre en la revista Charlie Hebdo: los musulmanes son la primera víctima
Al Quds al Arabi, 08/01/2015
No resulta fácil encontrar palabras de condena al cobarde atentado contra la revista Charlie Hebdo en París que ha dejado doce muertos, ocho de ellos periodistas, y once heridos, cuatro de ellos de gravedad, tampoco para expresar el bochorno que provocan esos criminales apelando a Dios y diciendo que estaban vengando al Profeta en referencia a la caricatura ofensiva que había publicado la revista. (…) Sean quienes sean sus asesinos o los posibles escenarios, la dolorosa realidad es que el islam y los musulmanes son la primera víctima de este crimen que supondrá un punto de inflexión en la forma en la que Occidente trata no solo al extremismo islamista sino al propio islam y a las comunidades musulmanas. Además, este nuevo revés amenaza lo que queda de la imagen moderada del islam en el mundo, y con socavar el puente histórico entre los moderados del mundo islámico y del cristiano que era la «red de seguridad» de la mayoría aplastante de los musulmanes inocentes de estos actos criminales. (…) Aunque nada puede justificar semejante acto terrorista, arremeter contra cualquier creencia religiosa, profeta o símbolo religioso es completamente inaceptable porque hiere los sentimientos de millones de creyentes y esto no supone una represión de la libertad de expresión. Las críticas objetivas en el marco de una investigación en el ámbito de la comparación interreligiosa es posible incluso dentro de las reglas del islam (…) no así las humillaciones y los insultos a una religión, un dios o un profeta, que no tienen nada que ver con la libertad de expresión.
OPINIÓN. El sangriento atentado contra la revista hostil al islam y ofensiva contra su Profeta ¿Es un acto de venganza individual o parte de una cadena de ataques? ¿Sus ejecutores han regresado de Siria e Iraq? ¿Cuál es el siguiente objetivo?
Abdelbari Atuán
Rai al Yaum, 08/01/2015
Tras los atentados del 11-S la revista The Economist cerraba su editorial diciendo lo siguiente: «Nosotros les atacamos, les bombardeamos, recorremos miles de kilómetros para luchar contra ellos así que tenemos que prever que vengan hasta nosotros quienes intenten responder o vengarse». Me acordé de este editorial mientras seguía con inquietud el ataque perpetrado por tres jóvenes, que supuestamente pertenecen a la corriente yihadista islamista, contra la revista Charlie Hebdo (…) Primeramente hay que decir que asesinar a cualquier persona por su opinión no es legal ni legítimo desde el punto de vista de la sharía, y es un hecho condenable, pero esto no significa que se pueda provocar y ofender a los creyentes de las religiones monoteístas, que se ataque a los profetas cristianos, musulmanes o judíos. No estamos de acuerdo con el escritor británico de origen indio, Salman Rushdie cuando dice, solidarizándose con la revista francesa, que «se debe ironizar sobre las religiones», y pide que todos cerremos filas en torno a esa publicación porque es una fuerza de liberalismo y libertad contra el despotismo. En nuestra opinión las religiones deben ser respetadas y colocadas en la posición de sacralidad que se merecen.
Samandal, revista de dibujo y cómic de Líbano
OPINIÓN. Buscándoles una disculpa a los terroristas de París
Abderrahmán Rashed
Al Sharq al Awsat, 08/01/2015
No hay ninguna diferencia entre quienes mataron a miembros de la tribu siria Shaitat, los que insultaron a las mujeres yazidíes iraquíes, quienes asesinaron a los agentes saudíes de la Guardia de Fronteras hace unos días y los que han asesinado a los periodistas de París. El actor es uno, el extremismo y los extremistas están entre nuestros musulmanes. El crimen tiene un solo origen aunque difieran los lugares. Estamos atravesando una situación crítica, en el inicio de un río de violencia cuya fuente es ideológica y su organización una organización terrorista con las manos muy largas. Puede que presenciemos crímenes más sangrientos de los que hemos visto, de los que vemos cada día protagonizados por los del EI o el Frente Al Nusra. Pero no vamos a echarles nada en cara a los asesinos porque son terroristas serios en su proyecto y en su hostilidad contra el mundo entero, sino a quienes les justifican sus crímenes, a los que intentan extraviar a los musulmanes con esas disculpas y mentiras que han escrito algunos para defender este crimen deleznable que ha sacudido al mundo. ¿Qué ignorante puede pensar que el gobierno de un país mata a sus ciudadanos por una conspiración exterior? ¿Qué ignorancia puede rebajarnos al punto de justificar el asesinato de nuestros compañeros periodistas?
“Yo” Charlie
OPINIÓN. De la ofensa de lo sacro a la reverencia del menosprecio
Jáled Sliki
Hespress, 08/01/2015
Las protestas contra los dibujos, los textos creativos o las obras de arte solo agravarán el desastre y las tragedias del conocimiento y harán aún más ancha la brecha que separa a los musulmanes del resto de los grupos religiosos y culturales. Hay que adoptar valores humanos que inviten al diálogo y la convivencia porque la religión, cualquier religión, tiene como objetivo consolidar los valores del humanismo, mejorar las condiciones del individuo y promover la diferencia. Las comunidades islámicas (árabes) necesitan fortalecer la posición de la razón en el tejido intelectual investigando los elementos racionales que surgieron en algunas etapas de la historia de la civilización islámica, y deben tener el coraje de romper muchos «ídolos» esculpidos y adorados por la ideología islámica de cuya dependencia no ha sabido deshacerse. En definitiva, se impone una «crítica de la razón islámica».
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