Un grupo de 350 profesores universitarios, arquitectos, ingenieros y urbanistas israelíes ha pedido al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que detenga las demoliciones de viviendas construidas sin permiso en los poblados árabes al considerar que se trata de una "discriminación".
En una carta de la que da cuenta ayer el servicio de noticias Ynet argumentan que la construcción ilegal se produce en respuesta a la falta de atención y "discriminación" que sufre la minoría árabe de Israel, compuesta por 1,5 millones de personas.
Sostienen que, a diferencia de la mayoría judía, la población árabe no cuenta con programas de desarrollo urbanístico y que hay "una continua discriminación en todo lo relacionado con la planificación".
Entre otros, firman la misiva el decano de la Facultad de Arquitectura de la Escuela de Artes Betzalel, y profesores de las universidades de Beer Sheva (sur) y Haifa (norte).
El problema de las demoliciones ha cobrado fuerza desde que hace unos meses el Tribunal Supremo de Israel ordenara la evacuación de la colonia judía de Amoná, en el territorio ocupado de Cisjordania, por haber sido construidas sus viviendas de forma ilegal sobre terrenos privados palestinos.
En lo que fue interpretado como una venganza, las autoridades políticas del Gobierno derechista de Netanyahu emplearon ese mismo recurso para lanzar una campaña de demoliciones de viviendas ilegales en poblados árabes.
"El crecimiento de la población (árabe), junto a la falta de planes urbanísticos en los poblados árabes, ha empujado a esta población a construir sin permiso", dice la misiva al primer ministro, al que recuerdan que las demoliciones son "inmorales" y van "contra los derechos civiles básicos".
El pasado 4 de febrero unos 5.000 israelíes protestaron en Tel Aviv contra estas demoliciones, después de que las autoridades destruyeran decenas de viviendas en Qalansua, al noreste de esa ciudad, y en Umm al Hirán, en el desierto del Néguev.
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