La activista y periodista canadiense Eva Bartlett ha causado una pequeña conmoción con este video (https://youtu.be/NCfw23f0Qz4) en el que critica a los medios occidentales por confíar demasiado en grupos interesados en un “cambio de régimen” en Damasco y que están detrás de la mayor parte de la información procedente de Alepo, una ciudad que ella ha visitado.
Bartlett recuerda que no hay organizaciones no gubernamentales occidentales en Alepo este y que los distintos medios confían en personas y grupos interesados que difunden una información que no se puede contrastar.
Por ejemplo, se fían de lo que dicen los llamados Cascos Blancos, un grupo fundado por un veterano militar británico en 2013, que ha tenido una gran repercusión en Occidente. Los Cascos Blancos pretenden ser neutrales aunque se financian con decenas de millones de dólares de Estados Unidos y distintos países europeos que apoyan a los insurgentes, incluidos a los yihadistas. Aunque pretenden ser neutrales, los Cascos Blancos han sido fotografiados con armas y con cadáveres de soldados sirios en Alepo. Eva Bartlett recuerda que los Cascos Blancos “han reciclado” a niños sirios de Alepo para distintos reportajes, como es el caso de la niña Aya, de tres o cuatro años de edad, que aparece en tres fechas distintas en tres lugares distintos, en videos que han dado la vuelta al mundo. Bartlett considera que la información procedente de los Cascos Blancos “no es creíble”, como no es creíble la información procedente de fuentes anónimas o del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG que se significa continuamente contra el gobierno de Damasco, que tiene su base en el Reino Unido y que en teoría está formada por un solo hombre, un sirio exiliado.
Bartlett sostiene que los periodistas occidentales no cuentan con fuentes creíbles sobre lo que ha ocurrido en Alepo este, y sin embargo los “grandes medios corporativos” sí que tienen una “agenda” consistente en provocar “un cambio de régimen” en Damasco. “¿Cómo pueden mantener los medios occidentales que el ejército sirio está matando a civiles en Alepo cuando cada una de las personas que ha salido de las zonas ocupadas por los terroristas dice exactamente lo contrario?”
A estas alturas del conflicto que dura casi seis años, está muy claro que la información ha sido la gran perdedora de la guerra en Siria, y que no ha perdido solo en Alepo estos últimos días sino desde el principio de las revueltas en marzo de 2011.
Pero esto no es la primera vez que ocurre. Basta recordar lo que sucedió con la guerra de Irak de 2003, donde la desinformación campeó a sus anchas en los medios occidentales que no pararon de decir una mentira detrás de otra instigados por los jefes de gobierno occidentales para justificar la invasión de Irak.
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