La semana pasada una delegación de las Naciones Unidas que ha visitado Sudán del Sur confirmó que en la terrible guerra civil que asola a este nuevo país se usan armas israelíes. La comisión aportó como prueba las fotografías correspondientes.
Israel es uno de los mayores traficantes de armas y habitualmente se salta las normas internacionales que regulan esta materia. Naturalmente, no es el único país que lo hace, pero probablemente sí sea el que más lo hace.
Israel ha levantado un muro de hierro infranqueable sobre la venta de armas, pero consta que sus armas están presentes en numerosos lugares del planeta.
Los traficantes suelen ser exmilitares de muy alto rango que cuando abandonan el servicio activo fundan empresas dedicadas al comercio de armas y a lo eufemísticamente denominan “asuntos de seguridad” con el fin de hacer dinero fácil en abundancia y en poco tiempo.
Por supuesto, el gobierno israelí está al tanto de estas actividades pero las encubre y las hace opacas. Puede decirse, sin exagerar un ápice, que el gran negocio de venta de armas está fomentado por el gobierno y constituye una de la principales fuentes de entrada de divisas en el país.
Estos últimos días la cuestión ha vuelto a salir a la luz pública con el mencionado caso de Sudán del Sur y con el nombramiento del exgeneral Gal Hirsh como jefe de la policía, un nombramiento que todavía no se ha confirmado oficialmente.
Hirsh ha sido un militar problemático por varias razones, pero cuando abandonó el servicio montó una de las innumerables empresas de venta de armas.
La prensa hebrea reveló ayer que el FBI pasó a la policía israelí un informe confidencial sobre los “negocios impropios” de Hirsh en esta materia. Sin embargo, la policía no realizó ninguna investigación, como era su obligación, lo que muestra la connivencia de las autoridades con los traficantes.
La existencia del informe del FBI solamente se ha conocido la semana pasada, cuando la policía, donde hay una fuerte oposición al nombramiento de Hirsh, ha pasado el informe al fiscal general.
El FBI se refiere a negocios de venta de armas en Georgia y Kazahastán, en 2008 y 2013 respectivamente.
El diario Haaretz decía ayer: “Israel es uno de los mayores exportadores de armas del mundo y juega con las cartas pegadas al cuerpo en lo relacionado con la venta de armas”.
Es lamentable que este tipo de actividades permanezcan al margen de la ley porque la comunidad occidental parece tener interés en que los negocios de esta naturaleza no trasciendan a la opinión pública, ni en Israel ni en los demás países donde se llevan a cabo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario