IGOR BARRENETXEA MARAÑON
Lo único cierto es que Trump ha dado la espalda a la ONU y ha sacrificado a dos pueblos en un solo movimiento, sin resolver el problema de fondo, enquistando más (al menos en el caso del Sáhara) tales realidades adversas, buscando respuestas simplistas a problemas complejos.
Como último paso de Trump como presidente (una vez el Colegio Electoral haya ratificado la victoria de su rival a la Casa Blanca, Joe Biden), ha querido dejar su destacada impronta internacional: el pleno establecimiento de relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel, a cambio del reconocimiento de la soberanía marroquí en el Sáhara. Si hace un tiempo el presidente revelaba al mundo su gran plan para resolver el conflicto palestino que quedó en nada, hoy lo que hace es dejar en una posición inmejorable a Israel, a costa, eso sí, de que dos de los grandes conflictos del siglo XX irresueltos caigan en manos de los agresores.Más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario