jueves, 18 de mayo de 2023

La propiedad eclesiástica: viento de revuelta entre los armenios de Jerusalén Cécile Lemoine


 La propiedad eclesiástica: viento de revuelta entre los armenios de Jerusalén

Cécile Lemoine

La comunidad armenia de Jerusalén pide la dimisión de su Patriarca, implicado en la firma de un contrato "ilegal" que autoriza el arrendamiento de varias propiedades por 99 años a un empresario judío australiano. Lo consideran una amenaza para su futura presencia en la Ciudad Santa.

Un viejo sacerdote expulsado del sacerdocio, exfiltrado por la policía, bajo los abucheos de 200 jóvenes armenios enfurecidos que coreaban "traidor". Fue una escena insólita la que tuvo lugar la noche del 10 de mayo en el barrio armenio de Jerusalén. "Uno de los traidores responsables de la venta de tierras armenias fue castigado", explica Hagop Djernazian, un joven armenio muy activo en la defensa de su comunidad. "El debía abandonar el convento por orden del Patriarcado, pero la comunidad no quiso que esto sucediera sin que él diera explicaciones. Cerraron las puertas del convento. El Patriarcado llamó a la policía para que le ayudara a salir."

El sacerdote en cuestión se llama Baret Yeretzian. Administrador de propiedades del Patriarcado Armenio de Jerusalén, fue reducido a laico el 6 de mayo por el Sínodo del Patriarcado Armenio por su implicación en la firma de un contrato de arrendamiento "ilegal" para el uso de un terreno llamado Goveroun Bardez (Jardín de las Vacas).


Vídeo de la exfiltración del exsacerdote Baret Yeretzian 🔼.

Firmado en secreto en julio de 2021, el contrato prevé el arrendamiento del terreno durante 99 años a Daniel Rubenstein, un empresario judío australiano que planea construir allí un hotel de lujo. Un arrendamiento tan largo hace pensar que el Patriarcado nunca recuperará la propiedad. El asunto, revelado en 2021 por el periodista armenio-estadounidense Harut Sassounian, implica también al actual Patriarca, Nourhan Manougian, y al arzobispo Sevan Gharibian, el Gran Sacristán.

Situado frente al complejo armenio, junto a las murallas de la Ciudad Vieja, el Jardín de las Vacas es explotado desde mayo de 2021 por el municipio de Jerusalén como aparcamiento utilizado principalmente por los judíos que se dirigen al Muro de las Lamentaciones. Aunque el contrato con el municipio se firmó en 2020 por un periodo de 10 años, el tema del uso de este terreno por parte de los judíos ha provocado la reacción de los armenios desde al menos 2012. Las excavaciones preventivas realizadas en marzo de 2021 revelaron los mosaicos de una magnífica iglesia bizantina.

En aquel momento, Ramzi Khoury, presidente del Alto Comité Presidencial Palestino para Asuntos Religiosos, subrayó en un comunicado el carácter venenoso de esta operación para el "estatuto jurídico e histórico de Jerusalén", mientras "aumentan los intentos israelíes de judaizar la zona en torno a la Puerta de Jaffa".

Jordania y la Autoridad Palestina ya no reconocen al Patriarca armenio

Según informaciones del periodista Harut Sassounian, el acuerdo con el empresario australiano nunca se sometió al voto del Santo Sínodo (8 miembros del clero armenio) ni al de toda la Fraternidad de Santiago del Patriarcado Armenio, lo que lo haría ilegal. Otras propiedades también se verían afectadas por estos contratos de alquiler: cuatro casas armenias, el emblemático restaurante Boulghourji, las tiendas situadas frente a la entrada principal del convento y los edificios Tourianashen de la calle Jaffa, a las afueras de la Ciudad Vieja.
Plano del barrio armenio. Lo que se conoce como "Jardín Armenio" es el "Jardín de las Vacas", actualmente explotado como aparcamiento por el ayuntamiento de Jerusalén ©Yerevantsi/WikiCommons

El jueves 11 de mayo, el Reino Hachemita de Jordania y la Autoridad Palestina lanzaron una pequeña bomba al anunciar que ya no reconocen a Nourhan Manougian como Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Armenia de Jerusalén y del resto de Tierra Santa. "Se pidió al Patriarca Manougian que detuviera cualquier medida que afectara al estatus histórico y legal de estas propiedades, que cambiara su naturaleza demográfica y geográfica, pero no respondió a ninguna de estas peticiones", dice su declaración conjunta.

La cuestión de la propiedad de las iglesias es dolorosa para los cristianos locales. Hasta ahora, eran los greco-ortodoxos los más destacados en este asunto, con la polémica venta de dos hoteles a la organización de colonos judíos Ateret Cohanim. El Patriarcado Armenio ha arrendado propiedades a largo plazo en Jaffa. Si los diferentes clérigos justifican estos contratos esgrimiendo argumentos de rentas financieras necesarias para mantener a las comunidades locales, éstas sólo ven corrupción y falta de apoyo. Esto agranda la ya amplia brecha de desconfianza entre la Iglesia y los fieles.

La presencia armenia, amenazada
En la comunidad armenia se levanta un viento de protesta. Y es el Patriarca Nourhan Manougian quien está en el punto de mira. "Estamos enfadados porque el Patriarcado parece pensar que expulsar a Baret Yeretzian y permitirle abandonar el país sin consecuencias es el mayor castigo posible, y que no hay nada más que hacer", afirma Hagop Djernazian. "Nos dicen que esperemos, que tengamos paciencia y que les dejemos hacer su trabajo. Ya hemos esperado bastante. Exigimos información precisa sobre las propiedades vendidas, la retirada de la firma del Patriarca y su dimisión."

Armenios refugiados en Goveroun Bardez (Jardín de las Vacas) tras el terremoto de 1927 
©Armenian Patriarchate of Jerusalem Archives

Armenia fue el primer país en adoptar el cristianismo como religión de Estado, en el siglo IV. Dada la importancia 
de Jerusalén, ya en el siglo IV se asentó allí una numerosa población armenia, lo que la convierte en la más antigua
 de las diásporas armenias. Entre 1915 y 1920, unos 10.000 armenios huyeron a Jerusalén para escapar del 
genocidio perpetrado por los otomanos contra su minoría. El Patriarcado Armenio los acogió y transformó su 
convento en un auténtico barrio. Hoy sólo cuenta con unos pocos miles de residentes, resguardados tras altos
 muros.

"Estamos a punto de desaparecer", comentó Manuel Hassassian, antiguo embajador palestino de origen armenio,
 en una entrevista en diciembre de 2021. "Si se pierden estas propiedades, el patrimonio armenio y la presencia
 de nuestra comunidad se verán amenazados, a pesar de que llevamos 16 siglos protegiendo los Santos Lugares. 
 Estas ventas dividen el barrio cristiano, privándolo de continuidad geográfica y demográfica. Si perdemos esto,
 ¿qué nos quedará?"

Entre los más jóvenes también se siente la preocupación por el futuro. "La comunidad armenia de aquí se enfrenta
 al periodo más difícil de su larga historia. La falta de liderazgo, de oportunidades, de educación y de carrera forman
 parte de todas nuestras conversaciones", dice Hagop Djernazian. Miembro de la tropa de scouts armenios, está al 
frente de la rebelión contra el Patriarcado: "Es ahora o nunca cuando debemos actuar y poner fin a una década de 
indiferencia, abandono, robo y traición. De lo contrario, lo perderemos todo y seremos responsables de no haber 
hecho nada".



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