jueves, 25 de mayo de 2023

Una sociedad justa y democrática que beneficie a todos: por eso luchan los palestinos Mustafa Barghouti


 Refugiados palestinos cruzando el rio Jordán durante la guerra árabe israelí de 1967. Foto: UNRWA7AP


Una sociedad justa y democrática que beneficie a todos: por eso luchan los palestinos
Mustafa Barghouti

The Guardian, 15 de mayo de 2023

No podemos cambiar el pasado. En el 75 aniversario de la Nakba, luchamos por un Estado único en el que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos

Para nosotros, los palestinos, el 15 de mayo marca el 75 aniversario de la Nakba (la "catástrofe" de 1948), durante la cual cerca del 70% de la población palestina fue desplazada a la fuerza y más de 500 comunidades fueron aniquiladas por completo, además de las masacres cometidas por las milicias sionistas.

La Nakba de 1948 supuso la destrucción del modo de vida de la población autóctona palestina y la creación del Estado de Israel. En la guerra de 1967, otro importante punto de inflexión, Israel ocupó el 22% restante de la Palestina histórica.

Sin embargo, al hacerse con el control de Cisjordania y la Franja de Gaza, Israel unificó inadvertidamente a los palestinos, que se unieron en una lucha común por la libertad, la autodeterminación y el derecho a regresar a las tierras de las que tantos se habían visto obligados a huir violentamente. Algunos dirigentes israelíes incluso advirtieron de las consecuencias de mantener la ocupación militar de Cisjordania y la Franja de Gaza.

La ocupación ilegal israelí se transformó gradualmente en un sistema de apartheid. Según Ronnie Kasrils, que fue uno de los líderes judíos de la lucha contra el apartheid y miembro del gobierno de Nelson Mandela, el apartheid israelí en Palestina es incluso peor que el que existía en Sudáfrica.

Esto incluye los asentamientos coloniales ilegales apoyados por fanáticos nacionalistas religiosos como el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, y el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich - este último se ha referido abiertamente a sí mismo como un "homófobo fascista". La ocupación llevó al apartheid y el apartheid produjo fascistas.

En 1993, los dirigentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) aceptaron la creación de un Estado en sólo el 22% de la Palestina histórica. Pero, como hemos aprendido amargamente con la experiencia de los Acuerdos de Oslo, el compromiso de los palestinos no ha mejorado la situación de nuestro pueblo.

Treinta años después de la firma de los Acuerdos de Oslo entre la OLP e Israel, la "solución de los dos Estados" está muerta debido a la continua colonización y anexión de facto de tierras palestinas por parte de Israel.

Esto incluye docenas de asentamientos ilegales, la construcción de un muro de segregación (la mayor parte realizada en tierra palestina) y un discurso político israelí que insiste en que sólo habrá un Estado -un "Estado judío"- entre el río Jordán y el mar Mediterráneo.

Está claro que los acuerdos de Oslo ya no son viables y que la Autoridad Palestina (AP), debilitada y deslegitimada por Israel, está aislada y es muy impopular entre la población palestina en general.

A pesar de todas estas dificultades, la generación palestina más joven está decidida a continuar con la lucha por la libertad. Un número creciente de palestinos cree que la única solución que queda es un único Estado democrático en toda la Palestina histórica, sin ocupación, apartheid ni discriminación.

Durante décadas, ha habido líderes y activistas palestinos que han pedido la creación de un único Estado democrático en Palestina en el que judíos y palestinos puedan convivir en igualdad de derechos.

En los últimos años, incluso cuando la consolidación del apartheid por parte de Israel se ha hecho cada vez más flagrante, Europa y Estados Unidos han seguido presionando a los palestinos para que acepten una solución de dos Estados que perpetúa la desigualdad y el sufrimiento, sin tener en cuenta nuestro derecho a la autodeterminación y sin hacer ningún esfuerzo serio para detener la construcción de asentamientos.

Nada puede justificar un colonialismo de colonos que perjudica tanto al pueblo palestino como al judío. Frente a un proyecto destinado a eliminar a los palestinos como nación, nos hemos mantenido firmes, decididos a no renunciar a nuestra patria.

Seguimos comprometidos con la lucha por la libertad y por la creación de una sociedad justa y democrática que beneficie a todas las personas sin discriminación.

Hoy, 75 años después de la Nakba, más de 6 millones de refugiados palestinos no pueden regresar a su patria. Mientras tanto, el número de palestinos en la tierra de la Palestina histórica es al menos igual al número de israelíes judíos.

Este doloroso aniversario, y la horrenda realidad actual, deben obligar a los responsables políticos occidentales y a los líderes de la sociedad civil a pensar fuera de paradigmas anquilosados. No podemos cambiar el pasado, pero la única solución para un futuro posterior al apartheid es un único Estado democrático en el que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos y los mismos deberes.

Mustafa Barghouti es líder de la Iniciativa Nacional Palestina

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