Un adolescente palestino, que fue utilizado como escudo humano durante cinco días por soldados israelíes, relata cómo vivió la peor pesadilla de su vida.
El calvario de Ahmad Abu Raida, de 17 años, comenzó el pasado 21 de julio cuando los ataques israelíes se intensificaron en la localidad de Khuza'a, en el sur de Gaza.
Pasó dos días escondido en su casa antes de intentar huir junto con su familia del intenso fuego de artillería. Cuando trató de escapar, los soldados israelíes lo capturaron.
Según contó Ahmad a la organización Defence for Children International Palestine, que defiende los derechos de la infancia en los territorios palestinos, del 23 al 27 de julio los militares lo maltrataron verbal y físicamente.
Durante esos cinco días, lo obligaron a punta de pistola a buscar túneles de Hamás, a pesar de que el adolescente insistió en que no era miembro de ese movimiento. Además, apenas comió ni durmió todos esos días.
Los israelíes interrogaron al joven palestino para intentar sonsacarle información que él desconocía respecto a los miembros de Hamás. También quisieron reclutarlo como informante.
Estaba convencido de que iba a morir e incluso llegó a escribir una carta secreta dirigida a su familia. Sin embargo, el domingo 27 de julio, Ahmad fue puesto en libertad.
"El Ejército israelí ha acusado constantemente a Hamás de usar a civiles, especialmente a niños, como escudos humanos, pero este incidente evidencia claramente que sus soldados forzaron a un joven a ayudarles directamente en las operaciones militares", dijo Rifat Kassis, director ejecutivo de la citada ONG.
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