En la Franja de Gaza, 240.000 niños palestinos podrían quedar sin escolarizar si la ONU no recibe urgentemente fondos para sus escuelas. Es la voz de alarma que ha transmitido a este diario Christopher Gunness, portavoz de la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas encargada de asistir a los refugiados palestinos. "Los 240.000 niños escolarizados dentro del sistema educativo de la UNRWA en Gaza pueden verse en la calle si nos vemos obligados a retrasar el inicio del curso por falta de fondos", afirma.
"Es una situación sin precedentes, algo que nunca ha ocurrido y por tanto, no podemos valorar las consecuencias de que estos niños no puedan ir a la escuela, pero seguro que acarreará mucha frustración", añade en conversación telefónica con EL MUNDO.esdesde Jerusalén.
La UNRWA sufre una crisis financiera general que afecta a sus programas en todo Oriente Próximo. "No tenemos suficiente dinero para pagar a nuestros trabajadores. El déficit financiero es de 101 millones de dólares [algo más de 92 millones de euros] y hemos tenido que recortar programas y dedicarnos sólo a los programas que salvan vidas, como la sanidad, las campañas de vacunación, las infraestructuras de saneamiento y los proyectos de emergencia como la alimentación o la ayuda monetaria", relata Gunness.
"Con estos grandes recortes tendremos fondos para emergencias, pero no para abrir las escuelas", remarca recordando que el nuevo curso está a la vuelta de la esquina, en unas semanas. Cuando se ha cumplido ya un año del último conflicto con Israel, en el que murieron 1.473 civiles palestinos, entre ellos 551 niños, según cifras de la UNRWA, y cinco civiles israelíes, los colegios de la Franja están listos para acoger a sus alumnos, pero puede que esta vez lo que les impida acudir a clase no sean las bombas, sino el vacío de las arcas de la agencia internacional.
Llamamiento de la ONU
Naciones Unidas lanzó esta semana un llamamiento para que fluya el dinero a las cajas vacías de su agencia encargada de asistir a los refugiados palestinos en Oriente Próximo. "Si no obtenemos 100 millones de dólares en las próximas semanas, hay un gran riesgo de que las escuelas de la UNRWA, que acogen a 500.000 niños palestinos en todo Oriente Próximo, no abran sus puertas», afirmó el jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU Nickolay Mladenov, coordinador especial para el proceso de paz en la región.
El cierre puede afectar a 700 colegios de la UNRWA. "Eso traerá graves consecuencias para los niños palestinos refugiados en Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria, y para la seguridad y la estabilidad de la zona", añadió Mladenov juzgando la situación de "momento crítico". Es la crisis financiera más grave que sufre esta agencia de la ONU en sus 65 años de vida. La UNRWA se nutre principalmente de aportaciones voluntarias de los estados miembros de la ONU y su sistema escolar es esencial para los niños palestinos.
La UNRWA ha anunciado que el 85% de su personal internacional (un total de 137 personas) con contratos a corto plazo entrará en un proceso escalonado por el que se pondrá fin a sus contratos de aquí al 30 de septiembre, con el fin de "reducir costes lo más posible sin reducir servicios a los refugiados".
Crisis humanitaria
La situación es particularmente alarmante en la Franja palestina, donde la UNRWA necesita 366,6 millones de dólares (más de 334 millones de euros) para sus operaciones de emergencia. "Gaza sufre una profunda crisis humanitaria. Su sistema público de salud ha quedado muy dañado tras la guerra. Cada día se vierten litros y litros de aguas residuales en plena calle. Hay un 40% de desempleo. Y está en vigor un bloqueo" desde 2007, detalla Gunness. Los cortes de agua y electricidad son prte de la vida diaria y sólo se cubre el 45% de la demanda de energía.
Los habitantes de la Franja siguen sufriendo la destrucción generada por los bombardeos israelíes hace un año. Según Naciones Unidas, 120.000 gazatíes continúan sin techo después de que sus casas fueran dañadas por el conflicto. "Tras 315 días de alto el fuego no se ha reconstruido ni una sola casa de las que fueron totalmente destruidas, unas 12.000", señala UNRWA en un informe. Siete centros educativos de la agencia fueron bombardeados en Gaza el pasado verano, con 46 civiles y 10 trabajadores de a ONU muertos.
"Añadido a los altos niveles de desempleo y a la falta de perspectivas para los jóvenes de Gaza, esta situación representa una bomba de relojería en la región", escribe Pierre Krähenbühl, comisionado general de la UNRWA.
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