Liberales occidentales salieron en tropel a condenar el asesinato del León Cecil en África. ¿Cuántos van a salir ahora a condenar el salvaje asesinato del niño palestino Ali Saad Dawabsha a manos de terroristas judíos en la aldea cisjordana de Duma?, se pregunta el analista geopolítico John Wight.
“Creo que ya sabemos la respuesta a esta pregunta. Para estas personas la sangre de un león africano es más valiosa que la sangre deun niño palestino de 18 meses de edad”, sostiene el analista. “Sabemos que esto es cierto, porque durante décadas los niños palestinos, junto con sus padres y sus familiares, han sido sacrificados de manera rutinaria y/o aterrorizados por los israelíes, ya sea a través de actos individuales de terrorismo cometidos por los colonos ilegales y fanáticos religiosos o, como es más común, por el Estado a través de las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel], el Ejército más cobarde del mundo sin discusión”, afirma Wight en un artículo publicado en RT en inglés.
El autor también arremete contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tachando de “descaro” la forma en la que describió este último acto de violencia contra un bebé como un “acto de terrorismo” cuando él mismo -recuerda Wight- “ha ordenado el asesinato en masa de bebés y niños en Gaza; cuando su Gobierno ha creado una cultura de extremismo como su política sistemática y decidida para demonizar y deshumanizar al pueblo palestino para justificar su continua opresión, está fuera de toda medida”.
“No habrá justicia para los palestinos, siempre que la hipocresía organizada siga suplantando a la democracia en Washington y en todas las capitales europeas”, subraya Wight.
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