Es un drama diario, pero sobre el que no se ponen los focos. Cada día, miles de niños de la ciudad palestina de Hebrón (Cisjordania) tienen que pasar por un control militar tras otro para llegar a sus escuelas.
Israel ocupa la ciudad desde 1967 y la vigilancia es especialmente intensa en la ciudad vieja, una zona patrimonial destrozada por las sucesivas ofensivas.
Ahora, la UNRWA, el organismo de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, ha difundido un vídeo en el que relata el paseo que forzosamente ha de dar cada mañana el pequeño Waed Abu Rajab, con su mochila a los hombros.
(Puedes seguir leyendo tras el vídeo...).
Waed cuenta que tiene su colegio a 10 minutos en línea recta de su casa, pero que por la vigilancia de Israel acaba tardando más de media hora. Si no lo paran los soldados, lo paran los colonos, denuncia. En su barrio se calcula que viven unos 850 colonos judíos que consideran también su hogar la zona, blindados por 650 soldados de combate allí estacionados.
El niño dice que los estudiantes, menores, son sometidos a interrogatorios y registros, pero que cuando por fin llegan a su colegio se sienten "seguros". Allí, cuenta, tienen un psicólogo y pueden hablar. "Es como salir de una guerra", se duele.
Waed, pese a todo, tiene la aspiración de acabar sus clases y trabajar en la construcción, un sueño en la ciudad más grande de Cisjordania pero donde las oportunidades son escasas, en gran parte porque está rodeada por colonias, aislada salvo por precarias carreteras del resto de sus vecinos palestinos.
Fuente: El Huffington Post
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