Cuando hay paz sin justicia, la guerra sólo cambia de forma
AGUSTÍN VELLOSO
El pasado uno de febrero de 2022 Amnistía Internacional (AI) ha publicado el informe titulado “El Apartheid israelí contra la población palestina: Cruel sistema de dominación y crimen de lesa humanidad”. (1)
En su presentación se lee que AI “documenta cómo las confiscaciones masivas de tierras y propiedades palestinas, los homicidios ilegítimos, los traslados forzosos, las restricciones a la circulación y la negación de la nacionalidad y la ciudadanía a la población palestina son elementos de un sistema que, según el derecho internacional, equivale a Apartheid, crimen de lesa humanidad según las definiciones del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) y la Convención contra el Apartheid.
AI pide a la CPI que considere el crimen de Apartheid en su investigación en curso en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO) por Israel y pide a todos los Estados que ejerzan la jurisdicción universal para hacer comparecer ante la justicia a los perpetradores de crímenes de Apartheid.” (2)
Es una lástima que AI haya tardado tanto tiempo en presentar esta petición, aunque en varias ocasiones animó a las víctimas a dirigirse a la CPI y en 2014 criticó las reservas del fiscal de la Corte para investigar la guerra contra Gaza en 2008-2009.
La CPI empezó a funcionar en 2003, hace 20 años, en los que Israel ha lanzado varias guerras de agresión contra los TPO sin que tampoco la cacareada y siniestra “comunidad internacional” haya movido un dedo por los millares de víctimas resultantes, la gran mayoría civiles, entre éstos muchos miles de niños, incluidos bebés en sus camas, centros de enseñanza, hospitaEl 15 de septiembre de 2002 publiqué el artículo
“Los hombres-bomba palestinos, los derechos humanos y Amnistía Internacional” en el diario Al Arab Al Yawm (en árabe) en el que escribí que AI eludía el problema fundamental:
No se puede centrar el debate en si los palestinos deberían atacar exclusivamente objetivos militares israelíes para así mantener su lucha de liberación nacional dentro de lo permitido por la ley internacional. Este debate tendría sentido si todas las partes respetaran ésta igualmente. No es así y por tanto los 'hombres-bomba' no luchan principalmente por una causa política, como argumenta Amnistía Internacional, matan por su propia vida, matan por venganza, matan por desesperación, matan porque, contra lo que sostiene AI, no existen unos principios universales realmente. (4)
No hay que darle muchas vueltas, nadie hizo nada o muy poco: un lamento aquí, una llamada a la contención allí, allá una nueva ronda de conversaciones entre los máximos gobernantes de mínimos esfuerzos a la hora de hacer cumplir la ley internacional a los responsables de crímenes de lesa humanidad que sean blancos, occidentales y capitalistas.
Desde la guerra de 1948, aún menos desde 1987 con la primera Intifada, luego la segunda, los ataques contra civiles de 2006, la guerra de febrero de 2008, la de diciembre de 2008, que siguió en enero de 2009, el asalto a la Flotilla por Gaza de 2010, las guerras de 2012, la de 2014… es decir una constante, interminable, cínica y criminal ‘política de apaciguamiento’ de Israel a costa de los palestinos, camuflada con las falsas excusas del Holocausto, del que los palestinos no han sido responsables, de un supuesto derecho de los judíos a vivir en Palestina porque Yahvé se la concedió, ha resultado en aproximadamente 14.000 palestinos asesinados entre la Intifada y 2021. (5)
Esto no hay quien se lo crea, ni ellos mismos, existen testimonios desde principios del siglo XX de judíos (es decir, antes de 1948), especialmente algunos de los más altos y significados jefes militares del Ejército de Israel. Por ejemplo, aunque abundan, el testimonio del primer Primer Ministro de Israel en 1948:
"Si yo fuera un líder Árabe nunca haría la paz con Israel. Es natural: hemos ocupado su tierra." (6)
El Apartheid israelí en cifras (7):
“1,9 millones de palestinos israelíes autóctonos (hasta un 50% de ellos empobrecidos) viven como ciudadanos de tercera clase bajo 65 leyes de estilo nazi y basadas en la raza en un Estado judío proclamado por los sionistas (se les permitió votar en 1966, pero recientemente el parlamento israelí les negó explícitamente la igualdad de derechos).
Durante 55 años, los palestinos ocupados (actualmente 5,2 millones) han vivido bajo un violento dominio militar extranjero, excluidos de las zonas exclusivas para judíos, privados de todos los derechos humanos establecidos en los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, excluidos de votar al gobierno que los gobierna, confinados de forma muy abusiva en el campo de concentración de Gaza, bloqueado y bombardeado, o en los guetos de Cisjordania, y condenados a la mera supervivencia (el PIB per cápita de los palestinos ocupados es de 3.400 dólares, frente a los 46.400 dólares de los israelíes ocupantes).
De los 8 millones de palestinos exiliados derivados de las sucesivas expulsiones masivas de los palestinos indígenas (800.000 en 1948, 400.000 en 1967), todos están excluidos bajo pena de muerte de la tierra que habitaron continuamente sus antepasados hasta los albores de la Revolución Agraria, y 7 millones viven vidas totalmente empobrecidas y sin derechos civiles básicos en los campos de refugiados de Oriente Medio (alrededor del 10% de los refugiados del mundo).”
Tras leer la enormidad del crimen sionista, lo primero que llama la atención es la cursi e hipócrita definición empleada por éstos y sus palafreneros: "la cuestión"
ni siquiera es un eufemismo, es pura propaganda fascista. Incluso "el conflicto" lo es también.
Si una banda de ladrones entra en tu casa disparando a tu familia, deja muertos a tus hijos mayores, tu mujer escapa con el bebé y pasan a vivir en campamentos de refugiados de por vida, los bandoleros ocupan tu casa entera y a ti te dejan encerrado en el trastero con un guardia 24 horas desde 1967 hasta hoy, sólo un criminal de guerra podría definir esta situación como un conflicto.
Pues eso es lo que ha hecho Israel en toda la tierra palestina desde antes de 1948 hasta hoy y sigue, pero especialmente en ese año, el del primer ataque masivo contra los palestinos. Éstos saben -como cualquiera que haya sufrido un ataque similar- lo que es una catástrofe, que en este caso se conoce internacionalmente con la palabra árabe "Al Nakba". La prueba son sus resultados: 500 aldeas destruidas, 13.000 palestinos muertos y 750.000 palestinos convertidos en refugiados.
Ya en la actualidad, el Apartheid israelí es la versión moderna de El Traje Nuevo del Emperador, de casi dos siglos de antigüedad.
Había una vez un pueblo heterogéneo que, aunque vivía en diversas tierras lejos de Palestina, afirmaba que se pirraba por la tierra palestina. Tanto, que cabildeando aquí y allí, sobre todo en el Reino Unido, consiguió de Isabel Segunda, por la Gracia de Dios, reina del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y de sus otros Reinos y Territorios, jefa de la Mancomunidad de Naciones, defensora de la Fe, que el sionismo se instalara en Palestina.
Es inevitable observar que si la Reina quería agasajar a los sionistas, bien pudo haberlos acomodado en
cualquiera de sus 50 territorios: Reino
Unido, Canadá, Australia, Nuev
Entonces ya es hora de usar otra definición más fiel de lo ocurrido en Palestina, por ejemplo: el robo de la tierra palestina a sus habitantes por parte de los sionistas, que no vivían en ésta y que les fue cedida por una persona que no tenía derecho ni permiso para regalar lo que no era suyo.
Pero el sionismo es mucho más avaricioso de lo que dijo ser, así que de todos modos entró en ella por la fuerza de las armas y se la quedó hasta el día de hoy, primero el 75 por ciento de la tierra en 1948 y luego en cien por cien en 1967.
A pesar de varios padrinos generosos (con la riqueza de otros) le quedó un problema al sionismo: la tierra estaba habitada por palestinos, que no tenían por qué ceder su tierra a unos extraños venidos de muy lejos. Es más, los mismos ladrones lo expresaron poéticamente así: "la novia es hermosa, pero está casada con otro". Sea verdad este pasaje de la hagiografía sionista o no, no hay nada de romántico en asesinar a familias y poblaciones enteras para ocupar una tierra ajena.
Si se deja la poesía para los poetas, el sionismo no es más que un movimiento político internacional que con argucias diversas, presión constante sobre altos funcionarios de gobiernos de numerosos países y otros poderosos actores afines, pero sobre todo por la fuerza de las armas, anima a sus miembros a instalarse en Palestina a costa de sus habitantes originales, los palestinos.
La mafia sería muy parecida, la diferencia es que ésta no se hace la víctima al cometer sus crímenes. Es decir, que cuando en su camino por los TPO, unos sionistas ven un niño palestino, incluso si son unos pequeños que juegan al fútbol en la playa, los pueden asesinar sin más.
Una tragedia de las miles que han tenido lugar en estos 55 años de ocupación que se cumplen en 2022, vale para hacerse una idea del mito sionista sobre el Ejército de Israel, autoproclamado "el más moral del mundo" y espina dorsal del régimen sionista:
Acto I: "Cuatro niños resultaron muertos (léase asesinados) y otros tres heridos mientras jugaban al fútbol en la playa de Gaza por los disparos de un caza israelí". (8 )
Acto II: "Un año después de la matanza el Ejército de Israel se absolvió a sí mismo de cualquier cargo de conducta criminal sobre el bombardeo que mató a cuatro niños palestinos. Israel dijo que no llevaría a cabo ninguna acción contra los que participaron en el ataque porque se consideró un accidente." (9)
Es lo malo de los sionistas, que se creen dioses que no rinden cuentas a nadie. Es peor, sin embargo, que muchísima gente no lo denuncie o al menos no lo condene. Es más, hay alguna gente que lo celebra, incluso entre católicos que también se dicen creyentes en Dios.
Además de la opinión aquí expresada, hay muchas otras plenamente cualificadas, entre ellas de judíos -no sionistas, claro está- que se encuentran a lo largo de la historia, desde Ajad Ha'am, que escribió a finales del siglo XIX para criticar al sionismo, hasta Noam Chomsky hoy en día desde hace años, pasando por profesores como Ilan Pappe, amenazado en Israel y exiliado en la Universidad de Exeter, estudiantes como Teddy Katz, periodistas como Gideon Levy, familiares de supervientes de los campos de concentración alemanes como el profesor Norman Finkelstein, también los miembros pertenecientes a la comunidad religiosa Neturei Karta, que no reconoce al Estado de Israel, se manifiesta en contra de los ataques contra los palestinos y declara que judaísmo y sionismo son conceptos distintos.
El origen del crimen y su continuación en aumento es lo que no se quiere ver.
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“Por crimen contra la humanidad, o crimen de lesa humanidad, se entiende, a los efectos del Estatuto de la Corte Penal Internacional, aprobado en julio de 1998, diferentes tipos de actos inhumanos graves cuando reúnan dos requisitos: “la comisión como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, y con conocimiento de dicho ataque.
Entre los actos inhumanos prohibidos por el Estatuto de la CPI y la definición que da de ellos, está el crimen de Apartheid: actos inhumanos de carácter similar a los mencionados en el párrafo 1 cometidos en el contexto de un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemática de un grupo racial sobre uno o más grupos raciales y con la intención de mantener ese régimen.”
https://www.dicc.hegoa.ehu.
11-10-2015
https://www.reuters.com/
4-5-2019
18-9-2019
https://www.middleeasteye.net/
7-8-2020
22-1-2021
https://www.irishtimes.com/
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En 2005 salió titulado como “Los ‘hombres-bomba’ y los derechos humanos en Palestina”, en la revista Claves de Razón Práctica, 154, Julio/Agosto.
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David Ben-Gurion, The Jewish Paradox, Nahum Goldmann, Weidenfel y Nicolson, 1978, p.99. Hay muchos testimonios más en: www.musulmanesandaluces.
org/hemeroteca/18/citas.htm
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https://dissidentvoice.org/
2022/02/amnestys-israeli- apartheid-report-us-lies/# more-126363 Traducido por el autor de este artículo.
Más información: Palestina: Textos Antisionistas (1998-2010)
https://www.viruseditorial.
y el texto libre en PDF:
https://www.rebelion.org/docs/
Santiago González Vallejo
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