Diálogo con el mundo árabe: los derechos humanos Santiago González Vallejo, CSCA

 

Diálogo con el mundo árabe: los derechos humanos

Santiago González Vallejo, CSCA

Este seminario realizado por la Universidad de Santiago de Compostela, en este periodo de cursos de verano, ha posibilitado en esta primera edición reflexionar sobre la coherencia de las políticas europeas; la subsidiariedad de los derechos humanos frente al poder geopolítico y como son una bandera que se retuerce y se reclaman o niegan según interese a quien ejercita la propiedad de los medios de comunicación y la cultura dominante a la que responden.

Illan Pappé, historiador, académico y comprometido con la defensa de los derechos humanos y, lógicamente, en contra del supremacismo de Israel, manifestado en la ideología sionista que desde hace 125 años intenta apoderarse de Palestina, excluir a sus habitantes originarios, los palestinos, recordó la limpieza étnica que los israelíes no paran de ejercer, en la ocupada Jerusalén, en toda Cisjordania y en el propio Israel como se comprueba en Masafer Yatta. Afirmó que todos los gobiernos israelíes, a su vez continuadores de esa ideología sionista, no han establecido límites a ese Israel desde el Mediterráneo al Jordán, por lo menos; persisten en identificar judío, como elemento de nacionalidad, frente al de ciudadano, de ahí la ley Estado nación judía y la discriminación de cualquier “gentil”. Combatió la pretensión israelí de que se identifique el rechazo al sionismo o a las políticas israelíes como antisemitas, como hace su lobby de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto.

Omar Barghouti, coordinador de la Campaña por el boicot, desinversiones y sanciones (BDS) a Israel, explicó el carácter inclusivo, ciudadano de la lucha contra el apartheid israelí y el derecho al retorno de los refugiados palestinos. La ocupación colonial y la discriminación a los palestinos no se podría hacer si, como en la Sudáfrica del apartheid, otros gobiernos y las empresas de muchos países no fueran cómplices con este Israel. En su charla y preguntas de los participantes salieron las empresas españolas que apoyan la ocupación israelí, como Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles, CAF, que construye y gestiona líneas de tren ligero entre la ciudad ocupada de Jerusalén y las colonias próximas, y eDreams, que facilita servicios de hostelería a las colonias de Cisjordania y los Altos del Golán sirios.

Fátima Hamed, diputada ceutí, abogada y musulmana, resaltó que es la ‘igualdad’ lo que nos debe regir en la rex publica. Es ella, la igualdad, la que si es la que informa nuestra actividad quedarían anacrónicos los conceptos de tolerancia o integración, e incluso veríamos cuánto hay de condescendiente y que quien los plantea, de buena fe incluso, lo hace desde un plano de superioridad.

Jesús Núñez, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, analista, desarrolló los fundamentos de las políticas de los Estados, que no están realizados por principios morales sino por ‘intereses’ que pueden ser colectivos, traducidos por sus élites. Son la obtención de energía, la búsqueda de mercado o materias primas, la primacía de la cadena de valor, etc., los elementos sobre los que se construyen o se rompen las alianzas. Se dan golpes de Estado, se premia o se castiga a los gobiernos de otros Estados en cuanto sean favorables o no a las políticas de los “hegemonons” mundiales o regionales. Como Estados Unidos considera a China su rival estratégico, a Rusia un rival secundario porque quiere recuperar algo de su potencia y no se alinea con ellos y, dado que Estados Unidos ha logrado su suficiencia y superávit energético, aun manteniendo la alianza con la familia Saud, no quiere distraerse en temas menores como Oriente Medio. A su vez, el Irán que nacionalizó el petróleo, frente al Reino Unido y Estados Unidos, ha sido designado el enemigo regional de todos los reinos. Pero mañana, puede ser un ángel como la Venezuela de Maduro si conviene. Una cosa y otras facilitan la normalización de Israel con muchos países árabes y la caída en la agenda internacional de preocupación por el drama de la ocupación israelí sobre los palestinos.

Este tema, el rol secundario de la Unión Europea, su dejar hacer al hegemon estadounidense, cuanto no su complicidad, resaltado por la prioridad que ha dado Europa a la estabilidad y estatus quo de las autocracias árabes frente a los valores que dice defender de democracia y libertad, también fue resaltado por el profesor Isaías Barreñada. Explicó los precedentes de la llamada de forma mediática, primaveras árabes, su diversidad y complejidad. El cambio demográfico, la población que no legitima y no está alineada con sus dirigentes. La ruptura de un contrato social, post independencia, en el que un Estado autoritario prometía un desarrollo económico. Los diversos desenlaces de las primaveras, en los casos que así se pueden decir, en cada país y como, ahora, en muchos de esos Estados, las élites dueñas de las palancas de poder han puesto al frente de los gobiernos a tecnócratas neoliberales, antiguos empleados de organismos internacionales, pero manteniendo la represión. 

Sahar Francis, directora de Addameer, organización palestina de defensa legal a los presos palestinos recientemente prohibida por Israel en los Territorios Ocupados (¡), se refirió a la legislación israelí, de los presos administrativos (sin juicio o cargos presentados), la tortura y la situación de los cerca de 4500 presos palestinos, incluyendo mujeres y niños. Ejemplificó la represión israelí con el caso de la trabajadora Juani Rishmawi (Juana Ruíz), española detenida y secuestrada por Israel en Territorio Ocupada, desplazada a una cárcel en territorio israelí, aislada e interrogada sin traductor y chantajeándola para que aceptase cargos si quería estar menos tiempo en prisión. España y la UE no han puesto en cuestión el sistema judicial y las leyes de colonización israelí, las aceptan y sólo hay tímidas declaraciones.

Mohamed Safa, secretario del seminario, que prometió nuevas convocatorias y temas que afectan al mundo árabe, finalmente recalcó que no se puede aceptar la injusticia o normalizarla. Israel ha vencido en muchos campos, el militar, en influencia, en el mercado, pero no ha derrotado el ansia vital de luchar contra la injusticia, la discriminación, el que el pueblo palestino se siga dando esta denominación. La idea con la que resumió el seminario es que ser ‘palestino’ no es cuestión de nacionalidad o de pasaporte. Es una respuesta vital y que cualquier persona, independientemente de donde haya nacido o del pasaporte que tenga, incluido el israelí, como el que tiene Illan Pappé, es un activista del ser humano, de la justicia y de la palestinidad.